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DÍA DE CANARIAS
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PRESENTACIÓN DEL LIBRO
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APELLIDO SUÁREZ: CRISTÓBAL SUÁREZ CARREÑO E ISABEL LÓPEZ (y II)
LEONARDO ARENCIBIA RODRÍGUEZ
JUAN R. GARCÍA TORRES
FANEQUE HERNÁNDEZ BAUTISTA
No aparece sin embargo ningún conquistador de Gran Canaria con ese nombre ni en Cebrián Latasa ni en Manuel Lobo por lo que cuestionando esa posibilidad nos propusimos indagar sobre el asunto.
JUAN R. GARCÍA TORRES
FANEQUE HERNÁNDEZ BAUTISTA
(Y APUNTES SOBRE EL ORIGEN DEL APELLIDO NARANJO EN GC)
Como habíamos anticipado a los lectores, esa segunda parte del artículo estará dedicada a la descendencia de un hijo de Cristóbal Suárez e Isabel López llamado Antón Suárez Carreño cuyo entronque ha quedado bien acreditado en la primera; pero antes de acometer el descenso por la escala hagamos una pequeña reseña sobre la importancia del apellido Suárez en el conjunto de España:
EL APELLIDO SUÁREZ EN ESPAÑA SEGÚN EL PADRON DE 2015
Según datos recientes del INE 120.000 ciudadanos españoles llevan el Suárez como primer apellido y otros tantos como segundo, siendo tan solo 3400 las personas que lo tienen como primer y segundo apellido. Del total que eso supone en toda España, unas 245.000 personas, la mayor concentración de Suárez se da en la provincia de Asturias, el probable lugar de origen, con unas 45.000 personas; seguida de Las Palmas con 44.000; A Coruña y Madrid con 20.000 cada una; Santa Cruz de Tenerife, Barcelona y Sevilla con aproximadamente 12.000 cada una; y Pontevedra y León con 7.000 cada una. En estas 10 provincias se concentran 180.000 personas que portan este apellido, casi el 75% del total.
Con estos datos el Suárez se coloca en el ranquin de los primeros apellidos españoles en el puesto nº 32, siendo García, González, Rodríguez, Fernández y López los que encabezan la clasificación. En la provincia de Las Palmas se sitúa sin embargo en un privilegiado puesto número 7 detrás de Rodríguez, Santana, González, Hernández, García y Pérez. Estamos pues en disposición de decir que en esta isla de Gran Canaria Suárez es un apellido muy común y que en la generalidad de los casos sus portadores actuales son descendientes por una u otra línea de los hermanos Cristóbal Suárez Carreño y Alonso Suárez de Albaida bien sea a través de sus esposas legítimas, Isabel López y María Guerra respectivamente, o bien a través de sus esclavas o mancebas.
Debemos destacar por otra parte que los datos señalados son coherentes con la historia de la familia judeoconversa Suárez Carreño, principal responsable, aunque no única por supuesto, de la difusión de este apellido en las islas. Desde sus orígenes altomedievales en el norte asturiano se propaga en la Plena Edad Media por Galicia y León, para luego extenderse en la Baja Edad Media por Andalucía y dar el salto posteriormente, a comienzos de la Edad Moderna, hacia Canarias y América.
CONTINUIDAD DEL LINAJE
ANTÓN SUÁREZ Y FRANCISCA DE MOLINA:
Hijos de este matrimonio, según el exhaustivo estudio de Leonardo Arencibia, son:
a) Catalina Suárez, casada con Luis Jiménez, quien, hijo de Luis Jiménez y María Francisca Rodríguez, fue bautizado el 1 de febrero de 1508.
b) Alonso Suárez (por quien sigue la línea) quien casó en primeras nupcias con Leonarda Ramírez, viuda de Francisco Pérez Cabrejas, hija de Juan Sánchez Negrín y Antonia Ramírez, y, en segundas nupcias, con Juana Navarro, viuda de Diego González e hija de Francisco Navarro y Francisca Núñez de Montesdeoca.
c) Juana Suárez, bautizada en Las Palmas en 1520, casada con Alonso Romero.
d) Francisca Suárez, bautizada en Las Palmas en 1524, casada con Alonso de Cisneros.
e) Juan Tello, regidor que fue de Gran Canaria, nacido probablemente después de 1525, casado con Francisca Hernández Muñiz, hija de Juan Fernández del Ribero y de Ana Hernández Muñiz. Solo como curiosidad diremos ahora que una hija de este regidor casada en Telde en 1568 con Vicente López se llama Francisca de Molina, como su abuela.
PRECISIONES DE LEONARDO ARENCIBIA ACERCA DE JUAN TELLO
Al parecer hay varios genealogistas que afirman que Juan Tello es fruto de un segundo matrimonio de Antón Suárez Carreño con Leonor Tello antes de que esta se casara con su hermano Cristóbal Suárez Carreño, afirmación que no podemos en absoluto compartir por lo que estamos en la obligación de exponer nuestros argumentos:
En primer lugar diremos que en 1552 Antón Suárez Carreño dota a su sobrina Isabel Suárez, hija de Cristóbal Suárez Carreño, difunto, y de Leonor Tello. Añadiremos que el 24 de agosto de 1555 Juan Tello y su hermano Alonso Suárez, dan un poder a un tal Francisco de Herrera para que les represente en un posible pleito por la herencia de sus padres, Antón Suárez Carreño, fallecido en 1555, y Francisca de Molina, al igual que lo hará su hermana Catalina, todos ante el escribano Pedro de Escobar; y el 13 de septiembre del mismo año ante el mismo escribano junto a sus hermanos Alonso, Juana y Francisca, aceptan la herencia y desisten del pleito. Por último señalaremos que Catalina Suárez, posiblemente la primera hija de Antón y Francisca, en su testamento de 1558 ante Francisco Henríquez Melián, cita entre sus hermanos a Juan Tello y dice que hicieron escritura del reparto de la herencia de sus padres, Antón y Francisca, en 1556 ante Pedro de Escobar. Por todo lo dicho queda en nuestra opinión totalmente descartado un segundo matrimonio de Antón Suárez Carreño con Leonor Tello. La razón de que este hijo tome el apellido Tello, puede tener tiene una explicación más sencilla y es que uno de los antepasados andaluces de los Suárez Carreño se llamó al parecer Catalina Téllez, en referencia, según cierta genealogía, a la esposa de Suer Fernández Carreño quienes son abuelos de los dos hermanos que se establecen en Gran Canaria, Alonso y Cristóbal.
Queremos destacar por otra parte, de entre los hijos habidos por el regidor Juan Tello y su esposa Francisca Hernández, a Antón Suárez Tello, casado con María de Orellana Osorio de Vergara con la que tiene numerosa descendencia y del que nos consta en un memorial de Simancas del año 1586 que sus padres le hicieron donación en forma de patronazgo del tercio y remanente del quinto de todos sus bienes.
A este Antón Suárez Tello, al igual que le pasó a su primo Cristóbal Suárez Carreño (el hijo de Antonia Suárez y Alonso Sánchez), lo han confundido varios genealogistas también con su abuelo Antón Suárez Carreño, casado como ya hemos visto con Francisca Molina, y, aunque creemos que no es necesario repetir los mismos argumentos, baste observar las fechas de bautismo de sus hijos, además de que su mujer, María de Orellana Osorio, viuda, da poder a su hija Isabel Vergara Osorio, viuda de Luis Trujillo Osorio, en 1628, es decir, al menos 128 años después del probable nacimiento de Antón Suárez Carreño, el abuelo de su marido, el casado con Francisca Molina, matrimonio del que nos consta el bautismo en los años 20 del siglo XVI de algunas de sus hijas, como ya ha quedado indicado.
CONTINUIDAD DEL LINAJE
ALONSO SUÁREZ CARREÑO Y LEONARDA RAMÍREZ
Acerca de estos dos personajes de nuestra historia familiar tenemos noticias de alguna de sus apariciones ante los escribanos Luis Fernández Rasco y Alonso Hernández que nos hablan de la viudedad de Leonarda hacia mediados de siglo y de graves problemas en el convenio de su posterior segundo matrimonio con Alonso Suárez así como de la existencia de algunos impagados del citado Alonso, su segundo marido:
A 8 de enero de 1552 ante LFR
“Poder general que Leonarda Ramírez, mujer que fue de Francisco de Cabrejas, vecino, difunto, da al señor Pedro Negrín, escribano público de Fuerteventura ausente para que cobre de Bastián Negrín vº de Fuerteventura toda la renta que le debe de unas tierras y ganados que ella tenía arrendados a Catalina de Saavedra…”
A 17 de diciembre de 1557 ante AH
“Poder especial que Leonarda Ramírez, viuda, vecina, da a Pedro Jerez de Godoy, estante en Sevilla, a Diego Jerez de Évora, hijo de Martín de Évora, y a Diego de jerez para que presenten en Sevilla una carta y provisión requisitoria del doctor Mejía, gobernador de Gran Canaria, extendida a su ruego, contra Alonso Suárez, vecino, en razón de que se arraigue de fianzas en el pleito matrimonial habido entre ellos” Testigos: Jerónimo de Valdés, Alonso de Morales y Gaspar López. Por no saber, firma Gaspar López.
A 31 de noviembre de 1558 ante AH
“Poder general que Isabel (sic) Ramírez, mujer de Alonso Suárez, otorga a Bartolomé Suárez, mayordomo del conde de Gelves. Otrosí especial para que presente en grado de apelación ante el Obispo de Sevilla y ante su Provisor y Tribunal Arzobispal ciertos autos y determinaciones del licenciado Avalos, vicario de Gran Canaria, tocantes al matrimonio entre la otorgante y su marido y otros asuntos referentes a la causa pronunciada en su perjuicio”. Testigos: Pedro Jiménez Casasola, Cristóbal Ramírez y Salvador Pérez, vecinos. Firma Pedro Jiménez por no saber
En 18 de abril de 1560 Alonso Suárez es citado como deudor en el testamento de un tal Melchor Martín, esposo de María Perera, quien declara que este le debe 9 doblas que le prestó sin contrato ni albalá para pagar el tributo de un caballo que fue de Juan de Civerio y además le debe el salario de casi dos años a razón de dos doblas y media mensuales por servirle en coger todo el diezmo de corderos, queso, miel y lana, menos dobla y media que recibió a cuenta, y lo que valiere por haberle ayudado a coger en la Vega las arvejas y el agosto y entregarle el producto de su venta por lo que recibió un buey, medio cahíz de trigo y una capa de luto bien traída; manda que se saque la cuenta y lo que resultare a su favor se entregue a sus herederos.
COMENTARIOS
-El primer marido de Leonarda es un Cabrejas, es decir, un descendiente de la saga del conquistador Francisco de Cabrejas y de su esposa indígena, Catalina Guadarteme, hija del Guayre Autindana y nieta del guadarteme Aymedeyacoán. Creemos que Francisco es el niño nacido en Las Palmas en 16 de agosto de 1505, hijo de Francisco de Cabrejas y Catalina de Cabrejas (sic) por lo que habría fallecido antes de los 50 años.
-Consta en Cebrián Latasa que este matrimonio tuvo al menos cinco hijos por lo que
hemos de deducir que Leonarda contaba con más de 30 años cuando enviudó de su primer marido. Opinamos por otra parte que sus esponsales alrededor de 1554 con Alonso Suárez constituyen un matrimonio de conveniencia puesto que su segundo marido vive rodeado de deudas. No sabemos cuál fue el motivo de desencuentro ante la justicia en el momento del casamiento pero lo cierto es que el matrimonio fue consumado pues una hija de ambos, nuestra ascendiente Antonia Suárez, llegó al mundo en 1555.
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Busto de Aymedeyacoán en Calatayud |
-Alonso, como ya se ha dicho, casará posteriormente en segundas nupcias con la también viuda Juana Navarro, hija de Francisco Navarro y Francisca Núñez de Montesdeoca. En 1588 Juana, como viuda de Diego González otorga carta de dote para casar a una de sus hijas, lo cual parece querer decirnos que su nuevo matrimonio fue muy tardío.
ANTONIA SUÁREZ CARREÑO Y VICENTE DE MONTESDEOCA
INFORMACIÓN DE LIMPIEZA DE SANGRE DE VICENTE MONTESDEOCA Y ANTONIA SUÁREZ
“Certifico que en el Tribunal de la Inquisición que hubo en estas provincias se hicieron informaciones de la naturaleza, legitimidad y limpieza de la sangre de Vicente Montesdeoca y Antonia Suárez su mujer, y en ellas consta la genealogía del tenor siguiente:
Padres del dicho: Juan de Montesdeoca natural de esta Ciudad de Canaria y vecino de La Vega, y María Lorenzo natural y vecina de La Vega.
Abuelos paternos: Vicente de Montedeoca natural de España, no sabe de qué parte vino porque ha mucho tiempo que fue vecino de esta Ciudad; y Juana Hernández, su mujer, natural de España, no sabe de qué parte vino.
Abuelos maternos: Isabel de Talavera natural de estas islas no sabe de qué lugar de ellas, fue vecina de La Vega. Domingo Hernández natural de Portugal en la ciudad de Évora y vecino que fue en el dicho lugar de La Vega.
Padres de la dicha Antonia Suárez: Alonso Suárez Carreño, vecino de La Vega y natural de ella, y Leonarda Ramírez, natural de Terore, su mujer.
Abuelos paternos: Antón Suárez no sabe de dónde es natural aunque oyó decir que era de España y que fue vecino de La Vega. Francisca Molina, natural a lo que entiende de La Vega.
Abuelos maternos: Juan Sánchez Negrín, natural de Fuerteventura y vecino de Terore. Antonia Ramírez, natural de Terore y vecina a lo que oyó decir,
Abuelos maternos: Juan Sánchez Negrín, natural de Fuerteventura y vecino de Terore. Antonia Ramírez, natural de Terore y vecina a lo que oyó decir,
Y practicadas las referidas informaciones en los lugares de sus respectivas naturalezas según escrito de dicho tribunal, y vistos por el Sr Inquisidor Don Pedro Hurtado de Gaviria las aprobó y dio por bastantes para que los nominados Vicente Montesdeoca y Antonia Suárez fueren familiares de dicho establecimiento. Según que todo consta de las mencionadas informaciones cuyos originales quedan en el Archivo de dicho Tribunal a que me refiero, en fe de lo cual doy la presente en virtud de decreto inserto en la Ciudad de Gran Canaria a 5 de julio de 1826”. Pedro de Retolaza Secretario
EXTRACTO DEL TESTAMENTO DE VICENTE DE MONTESDEOCA ANTE SEBASTIÁN SAAVEDRA LEGAJO 998 FOLIO 83 FECHA: 2 de Junio de 1623
“Y cumplido y pagado este mi testamento y mandas en él contenidas (...) y nombro por mis legítimos herederos en todos mis bienes a (...roto...) Montesdoca, a doña Isabel de Montesdoca, Juan Montesdoca y Alonso de Montesdoca Suárez y Luis de Montesdoca mis hijos legítimos y de la dicha Antona Suárez mi legítima mujer para que como tales mis herederos hayan y hereden los dichos mis bienes por iguales partes…”
Vicente casó en segundas nupcias con Catalina Rivero pero no tuvo con ella sucesión. Así pues los hijos citados son todos de su primer matrimonio con Antonia Suárez. Observemos sin embargo que por rotura del documento nos falta por identificar a un hijo de estos. Desconocemos por otra parte si Luis de Montesdeoca tuvo o no descendencia. De los dos restantes tenemos algunas certezas: Isabel casó con Juan Guerra Palenzuela, hija de Diego Álvarez y Ginebra de Palenzuela, con sucesión; y Alonso de Montesdeoca casó con Juana Bolaños, la hermana de su cuñado Juan Guerra, igualmente con sucesión.
NUEVAS DE ÚLTIMA HORA
Un correo de última hora de nuestro extraordinario colaborador, Leonardo Arencibia, cuando este artículo estaba listo para publicación, nos aporta esta valiosa información: “Antonia Suárez Carreño (o Tello) se bautizó en El Sagrario el 18 de febrero de 1555 y se casó en La Vega con Vicente de Montesdeoca en 1578. En ese mismo año había sido dotada para casarse por el canónigo Gregorio Trujillo, hijo de García de Osorio e Isabel de Vergara. Esto está fuera de toda duda: lo vi en un legajo en el AHP aunque no apunté el escribano ni el motivo por el cual el canónigo la dotaba y, aunque lo he vuelto a buscar para precisar fecha y motivo, no me ha sido posible encontrarlo porque muchos legajos están ahora retirados”. Su palabra evidentemente nos basta.
Nos aporta además Leonardo Arencibia que Vicente y Antonia tuvieron al menos nueve hijos de los cuales llegaron a la edad adulta los siguientes:
-Alonso, bautizado en El Sagrario en 1581 que es el que casa con Juana Bolaños.
-Isabel, bautizada en El Sagrario en 1583 y casada con Juan Guerra Palenzuela.
-Luis, cuyo bautismo no aparece, casado en 1616 con Isabel Quintana en Teror, hija de Salvador Quintana y Juan Rivero, con sucesión.
-María, bautizada en 1595 en La Vega de quien desconocemos las circunstancias pero que debe ser la hija cuyo nombre aparece roto en el testamento de su padre.
-Juan, bautizado en El Sagrario en 1596, por quien seguirá la línea.
-Y antes que este hubo otros tres Juanes que debieron morir en la infancia y también una Antonia.EL ENIGMA DE LA DOTE DE ANTONIA SUÁREZ
Interesado en el enigma que plantea Leonardo acerca del misterioso canónigo que otorga la dote a Antonia Suárez para casarse con Vicente de Montesdeoca hemos podido averiguar que Gregorio Trujillo, el donante, es hermano de Martín de Osorio, primer marido de Ana Suárez Tello, nacida en 1570 en Las Palmas, hija de Juan Suárez Tello y Francisca Hernández. Es decir que la tal Ana y Antonia son primas hermanas.
Ocurre además que el canónigo y su hermano son hijos de García de Osorio e Isabel de Vergara. Si revisan los lectores la primera parte de este trabajo podrán comprobar que García de Osorio es hijo de Gregorio Trujillo, de ahí el nombre y apellido de su nieto, y de Francisca Osorio; y que Isabel de Vergara es una hija de Cristóbal de Vergara y Catalina Suárez y que esta Catalina Suárez es hermana de Antón Suárez el casado con Francisca Molina, abuelos de Antonia Suárez. Tienen ambos por tanto, donante y donataria, como ascendientes comunes a sus bisabuelos Cristóbal Suárez Carreño e Isabel López. Todo queda en familia.
Tengamos en cuenta, en todo caso, siguiendo a Pedro Carmelo Quintana Andrés y su trabajo El cabildo Catedral de Canarias y sus prebendados (1483-1820), que las canonjías solían ser adquiridas por parte de determinados grupos familiares detentadores del poder local, aun cuando los candidatos no contasen con preparación suficiente, y que los ingresos obtenidos solían ser redistribuidos entre los familiares a través de distintas fórmulas entre otras la dote de las mujeres casaderas.
“En 1592 un informe del obispo Suárez de Figueroa indica que de los treinta capitulares dos son sabían nada y tres no conocían el latín siendo uno de ellos Gregorio Trujillo promovido a canónigo con solo 16 años…”
JUAN DE MONTESDEOCA SUÁREZ Y JACOBINA DE TROYA ARENCIBIA
Juan Montesdeoca y su hermano Luis fueron designados los albaceas testamentarios de su padre. Señalaremos a continuación algunas menciones expresas a Juan en dicho testamento:
- “Ítem declaro que al tiempo que se fue de esta isla Juan de Montedoca mi hijo legítimo para las Indias de Su Majestad le di y llevó 2.438 reales en vinosy otras cosas de que se valió y aprovechó, declarolo así para que se sepa y se le cuente en lo que él herede…”
- “Ítem quiero y es mi voluntad el dejar como por la presente le dejo al dicho Juan de Montedoca mi hijo un esclavito mulato llamado Salvador hijo de Juana mi esclava que será de edad de un año el cual le dejo por el amor que le tengo para que no entre en cuenta de su legítima...”
-“Ítem quiero y es mi voluntad dejarle a Juan de Montedoca mi hijo legítimo un esclavo negro llamado Antón para que sea suyo el cual lo haya y lleve en cuenta de su legitima en 150 doblas”.
- “A dicho Juan Montedoca le dejo y señalo en las tierras que tengo en el llano de Autiaca un pedazo… en que podrá haber 14 o 15 fanegadas de tierras que se las dejo y señalo a precio de 18 doblas por fanegada, digo a 20 doblas”.
-“Ítem dejo y señalo al dicho Juan de Montedoca mi hijo otro pedazo de tierra que lindan con las que dejo a Luis su hermano(en la hoya del molinillo)… que serán 4 fanegadas en precio de 20 doblas cada una…”
Mostramos a continuación la partida de su matrimonio:
Iglesia Nuestra Señora del Pino, Teror, Libro 1 - Folio 24 Vto - Año 1625
"En 24 días del mes de junio de 1625 años casé a Juan de Montesdeoca, hijo de Vicente Montesdeoca y Antonia Suárez, vecinos de La Vega, y doña Jacomina, hija de Juan de Troya Galdona y de María Traviesa, vecinos de este lugar; fueron padrinos Serafín de Arencibia y doña Melchora de Arencibia, testigos Juan de Quintana, Andrés Ortega, Baltasar González y no hubo impedimento alguno en fe de lo cual lo firmé de mi nombre, ya están velados”. El Br. Morales Párraga.
ISABEL MONTESDEOCA ARENCIBIA Y DIEGO NARANJO
Partida de Matrimonio Iglesia de Santa Brígida (La Vega), Libro 2 - Folio 46 Vto - Año 1655
"En el lugar de la Vega en 17 días del mes de septiembre, año de 1655, Yo el Bachiller Matheo Lorenzo teniente de Cura del dicho lugar Casé in facie ecclesiae a Diego Naranjo, viudo, vecino de este lugar y doña Isabel de Montesdeoca, hija legítima de Juan de Montesdeoca y doña Jacomina de Arencibia, vecinos de este lugar … siendo testigos el Capitán Juan de Quintana y Blas de Quintana familiar del Santo Oficio y otros muchos vecinos de este lugar y lo firmé”. El Bachiller Matheo.
En el cuadro anterior damos la ascendencia de Diego Naranjo en tantas generaciones como nos ha sido posible documentar.
En el cuadro anterior damos la ascendencia de Diego Naranjo en tantas generaciones como nos ha sido posible documentar.
Copiamos a continuación íntegramente la partida de defunción de Diego Naranjo porque es un valioso documento que nos informa de su vecindad en el puerto de Las Galgas y de la amplia descendencia que tuvo de sus dos matrimonios.
Iglesia de Santa Brígida (La Vega), Libro 1 - Folio 75 Vto - Año 1681
"En 15 de febrero de 1681 murió Diego Naranjo, Ministro del Santo Oficio de la Inquisición de estas islas, vecino del puerto de las Galgas jurisdicción de este lugar de la Vega otorgo su memoria de testamento ante testigos en 9 de dicho mes de febrero de dicho año, debajo de cuya voluntad murió, enterrose en esta parroquial de Santa Brígida de este dicho lugar en sepultura de la Iglesia en la Capilla de Nuestra Señora del Rosario, limosna de treinta reales, mandose le hiciesen los tres oficios acostumbrados el cuerpo presente, cabo de nueve días y cabo de año los cuales se hicieron por mi Luis Fernández de Vega Cura de este dicho lugar, mas doce le dijeron por su alma, veinte misas rezadas a ciertas devociones las cuales se apuntan en este libro y se hallaron firmadas de quien las dijere, dejó otras veinte misas por las ánimas del purgatorio y otras diez más por su hija Leonor Suárez que está asentada su clausura antes desta, dejó por albacea al licenciado D. Francisco Navarro y Montesdeoca, presbítero y ministro del Santo Oficio, dejó por herederos a Balthasar Hernández Naranjo y Juan Rivero sus hijos del primero matrimonio que contrajo con Cathalina Suárez su primera muger y del segundo que contrajo con Isabel de Montesdeoca su segunda muger tuvo por hijos a Juan Naranjo, Alonso Naranjo, Bartholomé Naranjo, Thimoteo, Francisco, Jacomina, Bernardino, Paula y Florentino, el primero de estos tendra 23 o 24 años, todos los demas son menores de edad y a todos dejó por sus legítimos herederos por iguales partes, esta al tanto de la memoria en este libro con los demás y lo demas constara de dicha memoria en fe de lo cual lo firmé”. Luis Fernández de Vega.
En cuanto al topónimo recogemos una cita de Humberto Pérez en su prestigioso blog “Mi Gran Canaria: Origen y noticias de sus lugares” que nos ayuda a situarlo en el territorio del término de La Vega. Según este autor el lugar se conoce hoy con el nombre de Siete Puertas.
Hay una clara mención al lugar en las Ordenanzas del Cabildo General de 1531 cuando al
referirse a la guarda de ganado describe el Camino Real del centro de la isla se dice: “partiendo de la Vega de Santa Brígida ...a dar a unas cuevas de ganado de la de Juan de Sanlúcary de ahí el lomo abajo a dar a los silos al Lentiscal y de ahí el camino que va a dar al ingenio del licenciado de la Cobay de ahí derecho al camino que va de esta ciudad al puerto de las Galgas y de ahí el dicho camino arriba a la madera hasta las tierras del calafate de ahí a dar entre las tierras del Gallego a las de Juan Andújar...”.
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Cantera de Siete Puertas. FEDAC |
PAULA NARANJO MONTESDEOCA Y FRANCISCO DE QUINTANA
Partida de Matrimonio Iglesia de San Lorenzo, Libro 1 - Folio 26 Vto - Año 1696
"Domingo 18 días del mes de marzo de 1696 años a las tres horas de la tarde poco más o menos fueron casados según orden de nuestra Santa Madre Iglesia Francisco de Quintana hijo legítimo de D. Domingo Antonio y de Brígida de Candelaria vecinos de la Vega y Paula María Naranjo hija legítima de Diego Naranjo y de doña Isabel de Montesdeoca, difuntos, vecinos de este lugar siendo testigos presentes el Alférez Antonio González Travieso, Blas de Ojeda, Melchor (...) todos vecinos de dicho lugar y otras muchas personas y para que conste lo firmé”. Joan González Traviesso.
ISABEL NARANJO DE QUINTANA Y SALVADOR PÉREZ SOCORRO
Partida de Matrimonio
Iglesia de Santa Brígida (La Vega), Libro 4 - Folio 56 Vto. - Año 1729,
“En el lugar de la Vega en 14 días del mes de Marzo de 1729 años Yo Blas Monzón Ávila y Vega Presbítero y Notario del Santo Oficio con licencia de D. Diego Fernández de Vega cura de este dicho lugar casé in facie ecclesiae a Salvador Pérez Socorro natural de este dicho lugar hijo legítimo de Matías Pérez y de Francisca Suárez Socorro vesinos de este dicho lugar y a doña Isabel Naranjo de Quintana natural de este dicho lugar hija legitima de D. Francisco de Quintana y de doña Paula Naranjo difuntos vecinos asimismo de este dicho lugar, fueron testigos D. Bernardino Naranjo, D Joseph Naranjo y D Salvador Naranjo y otros muchos y lo firmé.“ Blas Monzón Ávila
Con la desaparición del apellido Naranjo y la aparición del apellido Socorro al que dedicaremos otro trabajo más adelante daremos por hoy terminada la tarea, no sin antes hacer una recapitulación sobre el origen del apellido Naranjo mostrando nuestras primeras notas para un estudio a fondo de este linaje.
APUNTES PARA UN ESTUDIO SOBRE EL ORIGEN DEL APELLIDO NARANJO
Dicen los que han estudiado el apellido que puede tener carácter toponímico en referencia al Monte del Naranco en Asturias donde estaría su origen remoto al igual que el del apellido Suárez. No hay dudas sin embargo de que salta a Canarias desde Andalucía
Carlos Platero en su obra “Los apellidos en Canarias” nos dice lo siguiente al respecto del primero de tal apellido en Canarias: “Alonso Martín Naranjo, natural de Almonte, Huelva, estuvo presente en la conquista de Gran Canaria donde luego se avecindó por la comarca de Teror y casado con la nativa Elvira de Ramos fue el tronco de los Naranjo isleños que se extendieron no solo en esta isla sino también en el resto del archipiélago”
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Naranjo de Bulnes. Foto: Manuel Suárez, fotosmundo.net |
En el Libro de repartimientos de Gran Canaria de Ronquillo y Aznar (Petición nº 208) hemos localizado una declaración como testigo de un tal Alonso Naranjo del año 1547 en la que este se presenta como labrador y vecino de la isla.
Rastreando protocolos hemos comprobado por otra parte que el mismo personaje otorga en 1558 ante el escribano Alonso Hernández un poder general a cierto procurador de causas para que lo represente en un pleito que sostiene contra Juan de Villanueva y Gaspar Hernández, su yerno (este puede ser el marido de Inés de Ojeda, abuelo de Catalina Suarez, la mujer de Diego Naranjo).
Las coordenadas temporales citadas nos indican que es imposible que Alonso Naranjo por mucho que viviera, haya podido ser partícipe de la conquista. Nosotros estimamos con nuestras propias cuentas que debió haber nacido sobre el cambio de siglo.
Una prestigiosa genealogía en Internet ubicada en users.skynet.be Antepasados de Mayec Ransel Seral nos viene a aclarar las cosas, creemos que con fiabilidad:
“Alonso Martín Naranjo, vecino de El Laurelar, alférez de las milicias de Teror, nació hacia 1508 en Almonte, La Palma del Condado, Huelva (Andalucía) y se estableció en Gran Canaria hacia 1528. Es hijo de Diego Pérez Naranjo y de Leonor Martín. Su esposa, Elvira Ramos, nacida en Gáldar, es hija de Benito González, poblador castellano y de Constanza Rodríguez, natural de Gáldar”
Hijo del tal Alonso según esta genealogía es Juan Naranjo casado con María Suárez con amplia descendencia en La Vega en los años 90 del siglo XVI. Parecen fechas muy tardías para ser un hijo de Alonso y Elvira si admitimos según Miguel Rodríguez Díaz de Quintana que estos se casan en 1531 por lo que nos planteamos inicialmente que Juan podría ser un nieto y no un hijo del fundador. Leonardo Arencibia nos corrige sin embargo diciéndonos “que Juan sí puede ser hijo de Alonso y Elvira si se tiene en cuenta que su hermana Constanza se bautiza en 1553 con lo que si Juan es posterior a ella es fácil que se casara en torno a 1580 y yo tengo en mis archivos que el primer hijo de Juan y María es un tal Alonso, llamado como su abuelo, bautizado en 1583”. Nos plegamos de inmediato a estos razonamientos de peso que nos obligan a descartar la dudosa fecha de 1531 para el casorio del primer Naranjo. Si efectivamente llegó en 1528 el fundador de la estirpe, su matrimonio con Elvira tuvo que ser muy posterior.
En nuestro árbol tenemos documentado como hijos de dicha pareja originaria a Constanza Rodríguez, la esposa del portugués Domingo Hernández, que se llama como su abuela canaria; a Isabel García, casada con Andrés Pérez; y a Francisco Pérez Naranjo, el abuelo de nuestro Diego, bautizado en Las Palmas en 1538 quien, como puede verse, tiene los apellidos de su respectivo abuelo andaluz.
En la revista Asociación Canaria de Estudios Históricos rey Fernando Guanarteme
aparece una reseña que dice: “Elvira Ramos nacida en Gran Canaria, casa en 1531 (¿) con el alférez de las milicias isleñas Alonso Martin Naranjo, natural de Palma del Condado, paraje de la villa de Almonte, en la actual provincia de Huelva y establecido en Las Palmas. Era hijo de Diego Pérez Naranjo y de Leonor Martin, vecinos de la referida Villa de Almonte. El matrimonio pasó a residir a la comarca de Teror, en cuya iglesia de Nuestra Señora del Pino recibieron sepultura los cónyuges en enterramiento propio”.
aparece una reseña que dice: “Elvira Ramos nacida en Gran Canaria, casa en 1531 (¿) con el alférez de las milicias isleñas Alonso Martin Naranjo, natural de Palma del Condado, paraje de la villa de Almonte, en la actual provincia de Huelva y establecido en Las Palmas. Era hijo de Diego Pérez Naranjo y de Leonor Martin, vecinos de la referida Villa de Almonte. El matrimonio pasó a residir a la comarca de Teror, en cuya iglesia de Nuestra Señora del Pino recibieron sepultura los cónyuges en enterramiento propio”.
Para completar la documentación existente acerca del origen de los Naranjo acudimos finalmente al cronista fray Juan Suárez de Quintana quien en su Relación genealógica (manuscrito del Museo Canario) nos dice:
“…dicho apellido trae su origen en el reino de España, de la villa de Almonte, en el arzobispado de Sevilla. Y son los primeros de este apellido Diego Pérez y Leonor Martín, vecinos de la villa de Almonte; estos tuvieron a Alonso Martín Naranjo quien vino a Gran Canaria y casó con Elvira Ramos quienes fueron vecinos el Laureal, término de Teror; estos tuvieron muchos hijos…”
Según el fraile, Alonso y Elvira tuvieron a:
- Ana Martín Naranjo que casó con Juan González, familiar del Santo Oficio. Confirmamos este dato con la siguiente nota del Archivo Diocesano: “Juan Pinto y María Bolaños, hijos de Juan González y María Bolaños, transacción con Ana Martín, viuda del dicho Juan González de quien fue sus segunda mujer, folio 78 año 1606”
- Domingo Hernández que casó con Constanza Rodríguez (es uno de tantos errores del fraile pues Domingo es yerno y no hijo de Alonso y Elvira).
- Francisco Naranjo casado con María Morales, padres de Alonso Naranjo (mi ancestro) el casado con Juana Rivero.
Fray Suárez termina diciendo con loable modestia: “Muchos más descendientes de Alonso Martín Naranjo y de Elvira Ramos hay en La Vega y Teror y otros lugares de la isla los que ahora no tengo presentes con la verdad que pide la historia o razón genealógica”
Para justificar la corrección que hemos hecho al fraile, que es un meritorio genealogista del siglo XVIII, adjuntamos por último unas notas obtenidas en El Museo Canario referidas a Constanza Rodríguez:
-En la revista Asociación Canaria de Estudios Históricos rey Fernando Guanarteme
aparece una reseña de esta Constanza Rodríguez Naranjo nacida en el Laurelar de Teror en 1553 que dice: “Casó con Domingo Hernández, natural de Braga, en Portugal. Fueron primero vecinos de Las Palmas y posteriormente se establecieron en Teror. En 1618 se instrumentó la partición de los bienes del cónyuge ante Sebastián Saavedra, escribano de Las Palmas”.
aparece una reseña de esta Constanza Rodríguez Naranjo nacida en el Laurelar de Teror en 1553 que dice: “Casó con Domingo Hernández, natural de Braga, en Portugal. Fueron primero vecinos de Las Palmas y posteriormente se establecieron en Teror. En 1618 se instrumentó la partición de los bienes del cónyuge ante Sebastián Saavedra, escribano de Las Palmas”.
Terminaremos el artículo con otra cita toponímica de Humberto Pérez obtenida de las Ordenanzas del Concejo de 1531 cuando se regula «la guarda de las sementeras y vegas sembradas», y concretamente el deambular con puercos por los caminos:
“Otrosí que los puercos no puedan andar en todo lo defendido de estos mojones que aquí irán declarados los cuales vayan el primero desde (…) y de ahí a atravesar el dicho barranco por una linde de tierras de Fernando de Torres y de Denis Afonso a dar al almogade (sic) y de ahí a una vereda que sube por las tierras de Cristóbal Ramírez a dar a las tierras del Esparteroa dar a la Caldera a dar al laureal y a las tierras de Porras que son en Terore y por encima de las dichas tierras a dar al Parral de Juan de Troya…”.
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III ENCUENTRO DE GENEALOGÍA GRAN CANARIA
2016 AÑO GENEALÓGICO FRANCISCO FERNÁNDEZ DE BETHENCOURT (1850-1916)

Organizan:
- Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria (RSEAPGC).
- Genealogías Canarias.
Lugar:
Sede de la RSEAPGC. Plaza de la Real Sociedad Económica de Amigos del País.
Las Palmas de Gran Canaria.
Fecha:
15, 16 y 17 de noviembre del Año Genealógico Francisco Fernández de Bethencourt (horario de tarde)
Colaboran:
- Instituto de Estudios Históricos Rey Fernando Guanarteme.
- Centro de Estudios Genealógicos Marqués de Acialcázar.
- Sociedad de Estudios Genealógicos y Heráldicos de Canarias.
- Centro de Estudios Afro-Hispánicos. UNED.
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APELLIDO MAYOR EN TELDE: HOMBRES DE LAS ISLAS, INDÍGENAS, Y ESCLAVOS NEGROS Y BERBERISCOS (I)
JUAN RAMÓN GARCÍA TORRES y
FANEQUE HERNÁNDEZ BAUTISTA
FANEQUE HERNÁNDEZ BAUTISTA
EL APELLIDO MAYOR EN ESPAÑA
El apellido Mayor en Canarias, como bien nos dice Cebrián Latasa, se corresponde con la descendencia de hombres de las islas, de indígenas y de esclavos berberiscos y negros. En este estudio ejemplificaremos la descendencia de tan variados orígenes con personas que vivieron en Telde a principios del siglo XVI.
En el conjunto de España hay en la actualidad (en 2015) 8615 personas que portan el apellido Mayor como primer apellido y otras tantas, 8562, que lo llevan como segundo, con tan solo 120 personas que lo portan como primer y segundo apellido. Fijándonos solo en aquellos que lo llevan como primer apellido comprobamos que la provincia de Las Palmas integra a casi 1300 del total de 8600, colocándose en el segundo puesto del ranquin después de Madrid; vienen después, Alicante con casi 800, Barcelona con algo más de 700, Murcia con 700, Valencia con 400, siendo muy raro en el resto de las provincias españolas.
Podríamos concluir de estas cifras, descontadas las grandes capitales Madrid y Barcelona que cuentan con una población reciente llegada de aluvión desde todas partes de la península, que el origen remoto del apellido pudiera situarse en el levante español, si bien algunos autores consideran que el origen ha de ser necesariamente muy diverso en atención al hecho de que en tiempos medievales solía apellidarse como Mayor al primogénito de la familia.
En las islas aparecen los Mayor radicados sobre todo en las comarcas del este y sur de Gran Canaria como puede concluirse del repaso que hemos hecho de un listín telefónico que teníamos a mano, el de 2012. El apellido Mayor es casi inexistente en las islas de Lanzarote y Fuerteventura y en Gran Canaria se concentra, además de tener una importante presencia en la ciudad de Las Palmas (con casi 100 usuarios), en los municipios de Santa Lucía de Tirajana (45 usuarios), Telde (35 usuarios), Valsequillo (22 usuarios), Agüimes y San Bartolomé (12 usuarios c/u). En el resto de municipios de la isla es muy rara su presencia (entre 0 y 5 usuarios de línea telefónica fija). Considerando un promedio de 3 personas por cabeza de familia que dispone de teléfono fijo las cuentas nos cuadran para dibujar el reparto de las 1300 personas de primer apellido Mayor que según el padrón de 2015 tenían su residencia en la provincia de Las Palmas.
Así pues es Telde el foco de difusión de este apellido en el siglo XVI, justamente la localidad en la que había obtenido importantes repartimientos el conquistador Juan Mayor 2, hijo de Juan Mayor 1, natural y vecino de Lanzarote.
A. HOMBRES DE LAS ISLAS
JUAN MAYOR 1 y JUAN MAYOR 2
En el Registro General del Sello de Corte hemos localizado dos documentos que están datados con 24 años de distancia temporal entre sí, referido el primero al vecino de Lanzarote que representará a los comuneros en la revuelta antiseñorial, y el segundo, al alguacil mayor del primer cabildo de Gran Canaria, personajes que en nuestra opinión no son la misma persona como hasta ahora se ha venido manteniendo por la generalidad de los historiadores y genealogistas que han tratado el asunto, sino que son muy probablemente padre e hijo, y a quienes llamaremos respectivamente para evitar confusiones Juan Mayor 1 y Juan Mayor 2.
“En 10 agosto de 1478 Sevilla. A Diego de Herrera señor de las Islas Canarias para que auxilie al tesorero Alfonso González de Guadalajara, receptor de quintos, para que pueda cobrar el quinto perteneciente a la corona de una carabela portuguesa cargada con oro, malagueta, bacines y otras mercancías que procedente de la Mina de Oro fue apresada en la isla de Lanzarote a raíz de la guerra con Portugal…” (Se dicta a continuación la orden de apresamiento de Juan Mayor junto a los principales vecinos de la isla hasta que paguen los 800 pesos que deben al Tesoro Real)
“En 26 de febrero 1502 Sevilla. Iniciativa de Antonio Torres, gobernador de las islas de Canaria, para que determine en la petición presentada por Bautista de Riverol, vº de Gran Canaria, sobre ciertas tierras de caña de azúcar con el agua para su riego y un ingenio que poseía en la villa de Santiago de Gáldar por vecindad y por trueque con otros propietarios en las que ha gastado 500.000 mrs, y que en su ausencia Lope Sánchez de Valenzuela, antiguo gobernador de dicha isla, hizo poner en el registro de repartimiento alegando que las había tomado injustamente y pagó con ellas a los herederos de Juan Mayor, alguacil mayor que fue de la isla, y de Pedro de Aday, su suegro,habiéndole denegado el escribano de la causa la vista del dicho auto por temor al citado gobernador”.
ARGUMENTACIÓN DE LA HIPÓTESIS QUE PROPONEMOS
Juan Mayor 1 es una persona de cerca de 60 años cuando asume el protagonismo en la revuelta antiseñorial que desemboca en la pesquisa de Cabitos como hemos sostenido en un artículo anterior que versaba sobre Fernán Guerra, otro destacado comunero. Su edad por tanto no se corresponde con la de la engolada descripción que hace Viera y Clavijo de este personaje: “Era este diputado de los malcontentos de Lanzarote Juan Mayor, natural de la misma isla, mozo de 26 años resuelto, activo y que con un corazón bárbaro y una imaginación cultivada había sido una de los más ardientes fautores de la pública libertad”
Juan Mayor en su presentación ante el pesquisidor en 1477 señala que “conoce la isla desde que nació y que ha vivido en ella de 25 o 26 años acá”. Aznar Vallejo, y mucho tiempo antes Viera y Clavijo, como hemos podido leer, deducen de esta respuesta que Juan tiene aproximadamente 25 años, idea que de ningún modo podemos compartir. El rol que ocupa Juan Mayor 1 como representante de los amotinados nos hace pensar que su edad ha de ser necesariamente mucho más elevada. Nosotros entendemos de la lectura del texto que nació efectivamente en Lanzarote pero que debió haberse criado fuera de la isla para regresar a Lanzarote con su mayoría de edad. Su conocimiento de la lengua indígena que le permite ejercer de trujamán para su señor don Diego de Herrera parece indicar que puede ser un mestizo, hijo de una mujer indígena lanzaroteña y de un hombre de las islas. Creemos en todo caso que no puede ser confundido con su probable hijo natural Juan Mayor 2, el lengua que fuera nombrado a perpetuidad alguacil mayor de Gran Canaria por los Reyes Católicos en reconocimiento a su papel en la captación diplomática de Tenesor Semidán. Juan Mayor 2, como bien señala Marín de Cubas, es uno de los treinta muchachos, hijos de sus vasallos dejados en prenda por Inés Peraza, cuando se construye antes de 1470 la torre de Gando, de ahí su elevado dominio de la lengua nativa y su valioso conocimiento del medio.
Como principal argumento para sustentar lo que decimos, copiamos a continuación un fragmento de la respuesta de Juan Mayor 1 a la tercera pregunta de la pesquisa:
“Que oyó decir que el dicho Fernán Peraza conquistó y ganó la isla de La Gomera a sus expensas y que sabe que al dicho Fernán Peraza le mataron cierta gente. Y que esto lo sabe porque este testigo estaba presente en la dicha guerra y conquista que el dicho Diego Ferrera hizo.”
La incorporación de dos bandos de La Gomera al Señorío de Fernán Peraza tuvo lugar en 1450 habiendo fallecido este en 1452 en San Sebastián. Los hechos de guerra de los que fue testigo directo Juan Mayor tienen lugar en 1454 cuando el nuevo señor de las islas Diego de Herrera, como esposo de Inés Peraza, hija de Fernán Peraza, reincorpora Lanzarote al Señorío tras la secuestración de la isla y logra que los portugueses abandonen la parte de La Gomera que ocupaban. Esto ocurre casi 25 años antes de la Pesquisa. Juan Mayor por lo tanto, para haber podido tomar parte en dicha guerra, tuvo que haber nacido en los años 20, como poco.
Destacaremos por otra parte que en el movimiento antiseñorial, además de las razones que alegan los comuneros en relación con su situación económica y social (malos tratos señoriales, el pago del quinto de todas las mercancías que salen de la isla, el pago de diezmos a Dios y de lo que queda el quinto al señor, la pobreza imperante por los escasos recursos de la isla, la no observancia de sus privilegios, usos y costumbres, etc.) una razón de indudable peso, a tener muy en cuenta para explicar el enfrentamiento, pudiera derivarse de la pérdida de sus hijos a los que tuvieron que dejar como rehenes en la isla de Gran Canaria algunos años antes como salvaguarda para la construcción de la torre de Gando y que allí quedaron cautivos tras la destrucción de la misma por las huestes indígenas al mando de Maninidra.
Extractamos a continuación algunos textos históricos referidos a estos hechos:
Crónica ovetense
“...el señor Diego de Herrera trató paces con otro guadarteme rey y señor de Telde que no estaba muy bien con el otro de Gáldar debajo de la promesa y seguridad y rehenes que Diego de Herrera le dio de treinta hijos de los principales de sus vasallos y con esta seguridad le dejó hacer una torre en Gando junto a la playa del mar…”
Historia de las siete islas de Canaria de Marín de Cubas
“…después de varios pareceres de los canarios y dificultades nada se ajustaba en cuanto a la fábrica; por último piden rehenes y que se les entreguen a su cuidado repartidos 30 muchachos hijos de los más nobles vecinos de Lanzarote y Fuerteventura y se les entreguen los canarios cautivos. Diego de Herrera lo otorgó así con otros partidos aunque con grave sentimiento de los padres, dando aviso a las islas quedó en la casa de oración, hizo en tres meses una torre con saeteras, troneras, vigías y torre de homenaje…”
En el testamento de Inés Peraza otorgado en Sevilla en 1482 se recoge el profundo pesar de la Señora por aquellos jóvenes rehenes perdidos por la codicia y la lujuria de los castellanos de la torre con esta triste cláusula:
“Y otrosí mando que saquen de cautivo todos los hijos de mis vasallos que por mi causa se cautivaron en el castillo de Gando”
REFERENCIAS A JUAN MAYOR 2 EN “HISTORIA DE LAS SIETE ISLAS DE CANARIA” DE MARÍN DE CUBAS
- Encuentro entre Pedro de Vera y Juan Mayor 2
“Del Real de Las Palmas corrían la costa hasta Maspaloma y Tirajana y cerca de Agüimes en el barranco de Guayadeque halló Pedro de Vera un canario con ganado que no huyó, y preguntado. dijo que era cristiano y se llamaba Juan Mayor, natural de Lanzarote, que fue de los muchachos que los vecinos más principales vasallos de Diego de Herrera trajeron en 30 rehenes. Hablaba velozmente la lengua canaria y sabía toda la isla a palmos, era cautivo del Guadarteme de Gáldar, y allí fue preguntado por dónde él asistía y qué era su intento y queriéndose venir con Pedro de Vera se lo estorbó y díjole que pasase a la Gaete con Alonso Fernández de Lugo y fuese espía de lo que pasaba avisándole de todo, que se le daría el premio merecido y dio la vuelta al Real de las Palmas. El Juan Mayor cumplió tan bien su palabra que en pocos días de asistencia de espía fue de mucho provecho…”
- La captura del guadarteme de Gáldar y su traslado al Real
“Envió Pedro de Vera que se lo enviasen bien guardado de los suyos no se lo quitasen señalando el día y que irían de acá por el camino del Bañadero a encontrarlo y que no se malograse lo que tanto habían deseado, salieron los espías delante habiendo caminado tres leguas casi camino de Guía, divisamos la gente y su acompañamiento que se nos venía juntar después de la bajada del risco. Causó en todos el regocijo que se podía esperar. Venía a pie con doce camaradas. Recibiole Pedro de Vera a pie, echole los brazos al cuello y con él venía Juan Mayor por intérprete, fue muy acariciado de Pedro de Vera afianzándole a su servicio”
- En la Corte ante los Reyes Católicos.
“Entró a besar la mano del rey don Fernando, solo con Juan Mayor,intérprete, y después entraron sus camaradas, luego en la presencia real se arrodilló y por señas pidió a besar la mano, que declaró Juan Mayor, y al besarlas se le arrasaron los ojos de lágrimas…”
- Después del bautismo de Tenesor
“…don Fernando Guadarteme pidió por merced le concediesen los riscos y dehesas para criar ganados llamados de Guayedra …a los otros concedió el Aumastel, La Isleta y la costa de mar llamada Guadarteme cerca del puerto, los demás camaradas no se hicieron cristianos. Dio por merced a Juan Mayor la vara de alguacil mayor por toda su vida y después pueden suceder en ella los de su familia primero que otra”.
-En campaña después de la muerte de unos religiosos a manos de los nativos en Tafira
“Dando orden Pedro de Vera de castigar a los canarios…dijo a don Fernando Guadarteme que les fuese a hablar y presto poner lo que a ello debía necesario enviándoles con Juan Mayor su recado y pusiese preso a quien fuese causa de las alteraciones…”
- En el sitio del Bentayga:
“Subió a lo alto don Fernando y Juan Mayor y allí se alegraron de nuevo ofreciéndole el gobierno…”
- En la antesala del sitio de Ajódar:
“Y desembarcaron en una playa llamada Tasartico y al pie de un risco así llamado junto a otro muy alto que los divide llamado Tasarte porque fue donde don Fernando, Juan Mayor y Rodrigo de Vera hablaron a Tasarte y Tasartico…”
DEDUCCIONES
Juan Mayor 2, presunto hijo legítimo o natural de Juan Mayor 1, es un muchacho cuando es entregado en prenda a los nativos del reino de Telde con motivo de la erección de la Torre de Gando. Hay que calcular pues que tiene cerca de 25 años cuando en el año 1482 es enviado al fuerte de Agaete como espía, es decir, que ha nacido sobre 1455 y lleva por tanto muchos años en la isla, calculamos que al menos 12, desde que fuera dejado en ella como rehén.
Su matrimonio con Marina de Aday, hija de Pedro de Aday, destacado comunero de
Lanzarote como lo fue su padre, tuvo que tener lugar después de la conquista, sobre el año 85. Falleció joven, antes de 1502, no sabemos cómo ni dónde, ejerciendo hasta su muerte el cargo de alguacil mayor de Gran Canaria que le fue otorgado a perpetuidad por los reyes. Su viuda al parecer pasa entonces a ser barragana del beneficiado de Taoro Rodrigo de la Vega, según nos dice Cebrián Latasa.
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Iglesia de S. Juan de Telde. Ilust: Arencibia |
Los hijos de Juan Mayor 2 y Marina de Aday que tenemos documentados (pueden ser más) fueron Juan Mayor 3, Pedro Mayor, Diego Mayor, Luisa Mayor y Margarita Mayor, quienes habrían nacido entre 1485 y 1500 aproximadamente. Entendemos ahora el motivo por el cual, a la muerte temprana de Juan Mayor 2, el cargo de alguacil mayor no se mantuvo en la familia como había sancionado el rey Fernando con carácter preferente: sus hijos varones, cuando fallece su padre sobre el año 1500, eran todos menores de edad.
LA DESCENDENCIA DE JUAN MAYOR 1
-En la “Historia…” de Marín de Cubas encontramos una referencia precisa, cuando se describe el paso por Gran Canaria de la segunda y definitiva expedición de conquista de Tenerife, a un hermano de Juan Mayor 2 llamado Pedro Mayor a quien no debe confundirse con el indígena canario, conquistador de Tenerife, de su mismo nombre.
“En este año por fines de octubre llegaron a este puerto de la isleta tres navíos de armada para la conquista de Tenerife 600 de pelea… y juntando el capitán Alonso Fernández de Lugo más de cien canarios y por capitán Maninidra, fue don Fernando Guadarteme y Pedro Mayor, hermano de Juan Mayor, que se ofrecieron por camaradas para servir a sus altezas…”
En la descripción de la batalla final de Aguere vuelve a ser citado Pedro Mayor en estas circunstancias: “Viendo los cristianos en gran peligro al esforzado Lugo perseguido de gentiles le mudaron el espaldar de grana porque lo buscaban y le dio otro azul Pedro Mayor…” Quizá ese gesto para proteger a su capitán le costó la vida…pues nos dice Marín de Cubas que ese día cayeron más de 200 cristianos en combate.
LA DESCENDENCIA DE JUAN MAYOR 2 SEGÚN CEBRIÁN LATASA (EN ROJO) CON AÑADIDOS DE NUESTRA PARTE (EN NEGRO)
Juan Mayor(2) casado con Marina de Aday, hija de Pedro de Aday y de Leonor de Morales.
Cebrián Latasa no distingue, como hacemos nosotros, entre Juan Mayor 1, el de la pesquisa de Cabitos, y Juan Mayor 2, el que fue nombrado a perpetuidad alguacil mayor de Gran Canaria. La esposa del primero nos es desconocida; la del segundo es efectivamente Marina de Aday, hija de Pedro de Aday, como queda confirmado en el segundo documento del Registro del Sello que mostramos al comienzo de este trabajo. Dicho documento nos acredita asimismo que Juan Mayor 2 ha fallecido antes de 1502. Como confirmación de ello, les mostramos a continuación otro documento del mismo año en que se nombra a un tal Juan Prieto (peón de la compañía de Escalante, según Viana) en el cargo de alguacil mayor que había quedado vacante por muerte de Juan Mayor 2 y en el que se nombra asimismo a uno de sus yernos, Diego de Betancor, como alcalde de la isla:
A 22 de febrero de 1502 en Sevilla
“Carta al Concejo de Canaria confirmando la elección de Juan de Sanlúcar, labrador, Diego de San Martín y Diego de Betancor para el oficio de alcaldes ordinarios; de Juan Martínez de Bilbao, Juan Melián, Gregorio Trujillo. Fernando del Castillo, Gonzalo Jaraquemada y Pedro Argüello para el de regidores; de Juan Prieto para el de alguacil; de Francisco de Cabrejas para el de personero; y de Gonzalo de Segura para el de mayordomo; para que puedan ejercer el oficio durante tres años conforme al fuero de la isla”.
Veamos ahora su descendencia en el mismo orden que propone Cebrián Latasa:
- Juan Mayor 3 casado con Margarita Sánchez, quien es hija de Guillén Castellano y Marina Perdomo. Tenemos constancia del bautizo de dos de los hijos habidos por esta pareja en Telde en 1528 y en 1535 de los que luego hablaremos.
Con anterioridad, en los años 20, situamos a Juan Mayor en Tenerife donde deja notoria huella documental: comprando trigo y ropa, adquiriendo a tributo unas casas con su atahona; arrendando tierras en El Peñón; haciendo compañía con Hernando Castellano, hijo natural de Guillén Castellano, para cultivar sus tierras en El Peñón; vendiendo una esclava negra llamada Leonor por 288 doblas; ejerciendo de testigo en el testamento de la noble indígena Ana Gutiérrez, mujer de Martín de Mena, e hija del Mencey Bentor, etc.
En cuanto a su posible lugar de nacimiento, tenemos como pista un documento ante el escribano de Tenerife Alonso Gutiérrez en 1523 por el que que Juan Mayor, natural y vecino de la isla, otorga un poder general a Miguel Castellano. Es posible pues que Juan Mayor haya nacido en Tenerife antes del 1500.
Fundamentación de su matrimonio y de sus posesiones en Tenerife:
Testamento de Guillén Castellano a 13 de octubre de 1520 (De la Rosa Olivera. AEA)
“Otrosí digo que di en dote y casamiento a Malgarida Sánchez, mi hija, mujer de Juan Mayor, valor en 50 doblas en ropa y dos yuntas de bueyes en 10.000 mrs. y 20 hanegas de tierra que son en Tacoronte”.
El matrimonio de Malgarida con Juan Mayor 3 es necesariamente posterior a un anterior testamento de Guillén Castellano, dictado en octubre de 1513, en el que señala a los hijos habidos legítimamente con su esposa Marina Perdomo (Ana Gutiérrez, Juan Castellano, María Sánchez, mujer de Diego Jara, Blasina y Malgariday María y Francisco y Alonso y Gregorio), coligiéndose del texto que Margarita en esa fecha aún era doncella.
Hijos de Juan Mayor 3 y Margarita Sánchez que tenemos documentados son:
- Guillén Castellano Mayor nacido probablemente en Tenerife sobre el año 1516 según su propia declaración en la información de nobleza de Juan Rico de 1586 cuando se presenta como familiar del Santo Oficio y dice tener 70 años de edad. Como tal hijo de Juan Mayor 3 se reconoce, en su testamento de julio de 1574, ante Lorenzo de Palenzuela. Los hijos que declara haber tenido Guillén con su esposa, Blasina de San Juan, en dicho testamento son: Francisca Cabrejas, Margarita Sánchez, Ana Perdomo y Juan Mayor.
- Ana, nacida en Telde en 1528 de la que desconocemos las circunstancias.
- Diego, nacido en Telde en 1535 que es el que casa, creemos, con María de Cubas sobre el año 60 con descendencia en la década posterior. Margarita, Blasina, Juan, Luisa, Agustina y Pedro son los hijos de esta pareja que por orden cronológico aparecen bautizados en Telde a lo largo de esos años.
Un extracto del testamento dictado por su suegra nos sirve de refuerzo:
“Bastiana Báez en su testamento de 13 de agosto de 1569 declara como hijo de su primer marido, Gonzalo Vázquez, a Gonzalo Báez. Como hijos de su segundo marido, Miguel Alonso, veneciano, a Angelina Domínguez y a Antonio de Cubas (clérigo presbítero); y como hijos de su tercer marido, a Rodrigo de Cubas, a María de Cubas, casada con Diego Mayor, a Juan de Cubas, y a Clara Rodríguez, casada con Pedro Mayor”.
Encontramos más apoyo para el entronque en la siguiente nota genealógica del Archivo Diocesano:
“Juan Mayor 4, casado con María Gutiérrez, su genealogía: padres, Diego Mayor y María de Cubas; abuelos paternos, Juan Mayor y ¿Marina de Aday? y maternos, Juan de Cubas y Sebastiana Báez”. Consta asimismo en este extracto que su esposa, María Gutiérrez, era hija de Esteban de Rociana e Isabel de Aday y nieta por línea materna de Hernán Gutiérrez, el bermejo, nacido en la raya de Portugal, criado y casado en Telde, y de Francisca Ramos.
Avisamos a los lectores no obstante que debe de haber un error en esta anotación por cuanto la esposa de Juan Mayor 3, Margarita Sánchez, creemos que es confundida con la esposa de Juan Mayor 2, Marina de Aday. Por aclararnos un poco nosotros mismos, repasamos en voz alta nuestras cuentas: Marina de Aday (mujer de Juan Mayor 2) tiene a sus hijos entre 1485 y 1500; Margarita Sánchez (mujer de Juan Mayor 3) los tiene en los años 20 y 30 del siglo XVI; y María de Cubas (mujer de Diego Mayor) los tiene en los años 60 y 70. No es posible por tanto que el alguacil fallecido antes de 1502 sea el padre de Diego Mayor pues en ese caso, en los años 70 su hijo Diego debería de tener más de 80 años de edad.
- Pedro Mayor ¿con Catalina Ramírez?(los interrogantes son nuestros) Pasó a Indias muriendo en la conquista de Venezuela antes de 1538. No dejó sucesión.
Cebrián Latasa confunde a dos personas homónimas. El que muere sin sucesión en la conquista de Venezuela puede ser ciertamente un hijo del alguacil Juan Mayor 2. Sin embargo el que casa con Catalina Ramírez y bautiza a varios hijos en Telde en torno a 1520 (Elvira en 1523 y Hernando en 1524) es un hijo indubitado del indígena guanche Juan de Adobar quien había disfrutado de repartimientos en Agüimes y Tirajana sobre el año 1500. Hablaremos de estos Mayor de origen guanche en otro apartado de este trabajo.
- Diego Mayor casado con Francisca Martín de Aday, hija de Miguel Martín Perdomo y Susana de Aday. Consideramos que Diego es el primogénito debiendo haber nacido sobre 1485. Hijos habidos de su matrimonio con Francisca son con certeza: Marina nacida en Telde en 1509 y Susana nacida en Las Palmas en 1512. En cuanto a la sucesión en Gran Canaria de este matrimonio contamos con algún respaldo documental:
“Marina de Aday 2 (también llamada María Mayor), hija de Diego y Francisca Martín, nacida en 1509, casa con Gonzalo Jaraquemada el cual hizo su testamento en 1569 en Telde”. A Marina la hacemos fallecida sobre mediados de siglo por cuanto su marido casará en segundas nupcias con Inés de Tamarís con la que tiene una sola hija: Catalina Jara. Con Marina de Aday 2 había tenido anteriormente a Felipe Jara, María Jara, Isabel Jara, Ana Jara, Guillén Jara, Juan Jara y Francisca Martín.
Quizás este Diego Mayor pueda ser el mismo que con posterioridad aparece documentado en las escribanías de Tenerife en los años 20 comprando ropa, comprando un esclavo negro de 15 años, comprando puercos, comprando un caballo. En compañía de su esposa, llamada Inés Martín, aparece asimismo vendiendo una tierra montuosa al regidor Antonio Joven y pleiteando por la herencia de Martín de Espinal, primer marido de Inés.
- Luisa Mayor casada con Diego Betancor Melián, alférez mayor de Gran Canaria, que falleció según el profesor De la Rosa en 1519. Confirmamos dicho dato a partir del siguiente documento que extractamos por su interés a los lectores:
“En la ciudad de Telde a 30 de agosto de 1519…compareció Luisa Mayor, mujer de Diego de Betancor, alférez, difunto, y presentó una comisión en la que dice que los menores hijos de Diego de Betancor, difunto, porque hace unos quince días que lo mataron Alonso de Zorita y Juan de Zorita, quedaban desamparados, pedían que les nombrasen tutora a Luisa Mayor, su madre, para administrar sus bienes y poderse querellar por la muerte de su padre…Luisa Mayor pidió al alcalde de Telde cumpliera esta comisión puesto que su marido, muerto a traición y alevosamente, había dejado por sus hijos legítimos a Luis, Francisco, Isabel , María y Malgarida”
Algunos años después, en 1526 y ante Cristóbal de San Clemente, Francisco de Betancor (nos consta su bautismo en Telde en 1508 por lo que sabemos que cuenta entonces con 22 años) y Luisa mayor, su madre, otorgan carta de perdón con la contrapartida de destierro a los hermanos Juan de Zorita y Bartolomé Martín de Zorita, hijos de Bartolomé Martín de Zorita, difunto, y de María Calva, su mujer, y a Cristóbal de Aríñez por la muerte de su hijo Luis de Betancor y de su marido Diego de Betancor.
- Margarita Mayor casada con Alonso Piasco, sin sucesión.
En su testamento ante Hernán Gutiérrez en Telde señala que es hija de Juan Mayor y de Marina de Aday. Acerca de este matrimonio volveremos a hablar en el apartado B) de este trabajo por el hecho de haber liberado a numerosos esclavos nacidos en su casa algunos de los cuales portarán el apellido Mayor.
- Y otros posibles. Hay homónimos canarios prehispánicos, berberiscos y negros:
JUAN MAYOR 2 EN UN DOCUMENTO DE 1495
En el artículo “La conquista en primera persona” el historiador Eduardo Aznar Vallejo analiza una información judicial de 1495 por la que Catalina Pérez, viuda de Pedro de Saavedra, reclama contra Francisco Maldonado, gobernador de Gran Canaria por haber tomado su marido 20 esclavos palmeses que le habían correspondido como parte de una presa realizada en La Palma poco antes de la conquista de la isla, sobre 1491. A lo largo del documento se cita reiteradamente a Juan Mayor, alguacil mayor de Gran Canaria. Los testigos de ambas partes aluden a este señor diciendo que era él quien había dado las paces a determinados bandos palmeses en nombre de Pedro de Vera y era asimismo el que había marcado la raya o separación con los bandos de guerra en ese lado del oriente de la isla. En los territorios de paz no podían hacerse cabalgadas de captura de esclavos. Sin embargo un grupo de palmeses del bando de Gazmira que pastoreaban por fuera de la raya de Aher son capturados en esta expedición de rapiña. Los esclavos que tras el reparto llegan a Gran Canaria son liberados por el gobernador después de oír sus demandas y de escuchar los argumentos que en su favor emplea doña Francisca Gazmira. Francisca señala que era condición que no saliesen de su bando so pena de cautiverio pero como la trangresión había sido pequeña (como una legua) ella y Juan Mayor fueron de la opinión que no debían ser cautivos y les acompañaron de regreso a su isla.
B. ESCLAVOS NEGROS Y MULATOS DE APELLIDO MAYOR
TESTAMENTO DE MARGARITA MAYOR 17 agosto de 1539
AHPLP Ante Hernán Gutiérrez nº 2773 f 209
“En presencia del escribano y testigos, de Alonso Piasco y Margarita Mayor, vecinos de Telde, se leyó el testamento y codicilo de Margarita Mayor por el cual ahorraba y liberaba
a Dorotea Mayor, María Morena, Melchor, Luis, Diego, Damián, Cosme, Andrés Mayor, Bartolomé Delgado, María Mayor y Juan, loros, sus esclavos tal como aparece en la cláusula de libertad. Alonso Piasco de su voluntad dijo que los dichos varones y mujeres declarados que su mujer libera por haber nacido en su casa durante el matrimonio cuentan con su consentimiento. Además se obliga a no reclamar nada a los dichos libertos ni a sus hijos so pena de 100.000 mrs”.
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Ingenio de Los Picachos, Telde |
Este fragmento ha sido extraído de la p 364, extracto 24, de la Tesis Doctoral de Manuel Lobo: La esclavitud en las Canarias Orientales
En Cristóbal de San Clemente (nº742 f422 r) se sitúa la fuente de este otro comentario conexo de Manuel Lobo Cabrera que hemos recogido de su extraordinaria obra Los moriscos en Canarias:
“En los casos de dueños que no tenían descendencia en el momento de hacer testamento solían manumitir algunos esclavos de los que se habían encariñado. Así lo realizó Alonso Piasco, vecino de Telde, quien liberó en el último momento de su vida (¿) a Bartolomé, un morisco loro de 20 años, a María de 15 años, a Melchor hijo de la anterior y a dos hermanos de este llamados Alonso y Diego, además de a Juanico de 3 años y Cosme de siete meses”.
ALGUNOS COMENTARIOS SOBRE ALONSO PIASCO Y SU DESCENDENCIA
Sabemos que el genovés Alonso Piasco, una vez fallecida su mujer, casará en segundas nupcias como bien señala el profesor De la Rosa Olivera en su artículo La colonia genovesa AEA p 196:
“Alonso Piasco, estante en Gran Canaria, 1525, casó primero con Margarita Mayor y en segundas nupcias con Catalina Dumpiérrez”
La tal Catalina, en su testamento ante Sebastián de Saavedra, nos dice que “Quiere que se le entierre en Telde donde está su marido; deja una capellanía en dicha parroquia y un responso en su sepultura sobre bienes en Telde. Nombró por primer capellán a Álvaro de la Mata, su nieto, hijo de Francisco de la Mata y María Piasco.
Tenemos constancia de que, de este segundo matrimonio, Alonso Piasco tuvo dos hijas: la citada María Piasco casada con Francisco de la Mata, con descendencia; y Juana Piasco casada con Bartolomé Viñol, asimismo con descendencia.
“Juana Piasco. Su testamento (en 1589). Casó con Bartolomé Viñol, tuvo por hijos a María Viñol que casó con Gaspar González, a Bartolomé, Catalina; es hermana de María Piasco que casó con Francisco de la Mata; y también tuvo a Gabriel, los tres eran menores y nombró como tutor a su marido”
La tal Juana que según nuestras cuentas testa muy joven, con menos de 40 años, (debía estar padeciendo una grave enfermedad en aquellos momentos) tuvo más hijos de los citados en este testamento pues tenemos acreditado en una nota del diocesano que “Juana Piasco, viuda de Bartolomé Viñol, es hija de Alonso Piasco y madre de Alonso García que casó con Tomasa Rodríguez”
El tal Bartolomé Viñol, el marido de Juana Piasco, es el mismo que, motu proprio, había denunciado ante el señor inquisidor la misteriosa virginidad de una sobrina del esclavo horro Bartolomé Delgado de la que ahora hablaremos.
PEQUEÑA INVESTIGACIÓN SOBRE LOS SUSODICHOS ESCLAVOS HORROS
Por la coincidencia entre nombres de los esclavos en ambos documentos, deducimos que en 1539 no son liberados realmente sino informados de que a la muerte de Margarita Mayor serían manumitidos. El segundo documento que les hemos mostrado aunque no está fechado sería el del efectivo ahorramiento tras la muerte de su señora. Calculamos que el óbito de Margarita Mayor tuvo lugar al poco de ser dictado el citado testamento pues Cosme uno de los esclavos liberados tiene tan solo siete meses cuando Alonso Piasco procede a su liberación efectiva.
Todos los esclavos liberados son familiares entre sí. Su madre, si es que vive, no recibe la carta de ahorría. O bien acaba de fallecer en el nacimiento de su hijo Cosme o bien es mantenida como esclava con la satisfacción de saber que sus hijos han sido liberados. Por el comentario de Lobo sabemos que al menos Bartolomé de 20años de edad, María Morena de 15, y Alonso y Diego y Juanico y Cosme son hermanos de madre y quizás también de padre pues Margarita Mayor reconoce que son esclavos nacidos en su casa durante su matrimonio, es decir que pueden ser hijos del genovés Alonso Piasco habidos con una de sus esclavas.
La madre de todos ellos, de quien desconocemos el nombre, es una esclava negra o mulata y sus hijos son loros, es decir, mulatos, de ahí el nombre de una de sus hijas, María Morena que a pesar de su juventud, 15 años, ya tiene un hijo llamado Melchor. Recapitulando cosas, ahora entendemos el motivo por el que en el listado unos lleven apellido y otros no. Los más pequeños aún no tienen aún asignado apellido en tanto que son pupilos como era la costumbre en la época pero los mayores ya portan los sobrenombres que determinarán su apellido: Delgado, Moreno, y una de ellas, María Mayor, lleva el apellido de su ama.
-SOBRE DOROTEA MAYOR
Dorotea Mayor, casada con Melchor Rodríguez, es la primera que aparece en el listado de las esclavas ahorradas probablemente porque es la de mayor edad de los esclavos nacidos en la casa. Con su marido bautiza a dos hijos en la iglesia de Telde en los años 40 a los que puso por nombre: Ana (cuya madrina de bautismo resulta ser Margarita Sánchez, la mujer de Juan Mayor 2) y Margarita.
-SOBRE BARTOLOMÉ DELGADO Y SU HERMANA MARÍA MORENA
Bartolomé Delgado, quien estuvo casado con Margarita Mayor (suponemos que es otra esclava horra) es labrador vitivinícola, arrendatario de tierras de Escobar y poderhabiente de tierras de Juan Luzardo (quien puede ser un hermano de Catalina Dumpiérrez, la segunda esposa de Alonso Piasco). Parece ser pues que su presunto padre, Alonso Piasco, no se olvida de su hijo natural.
11 febrero 1569
“Bartolomé Delgado y Margarita Mayor su mujer vecinos de Telde se obligan a pagar a Artetiles 8302 mrs por ropa. En garantía se dan dos sementeras, una en Agüimes en terrenos de Escobar, a medias con María Moreno, y la otra de un parral que tienen en compañía de Isabel del Castillo”.
Bartolomé es efectivamente hermano de María Morena como puede confirmarse en la siguiente testificación realizada ante el Santo Oficio:
“En Canaria a 27 de febrero de 1577 Bartolomé de Viñol de 55 años sin ser llamado dijo cómo habrá ocho meses que estando este testigo comunicando con un Bartolomé Delgado, mulato, vecino de Telde, tío de la mujer de un Juan Alonso (o Álvaro), trabajador, vecino de Telde, que está casado habrá seis años poco más o menos con una María Morena, hija de otra María Morena, vecina de Telde, mulata, el dicho Bartolomé Delgado dijo a este testigo que hay testigos en la calle de Telde donde él vivía que habían oído decir que Beatriz Pérez, madre del dicho Juan Alonso no echaría la pierna encima a la dicha su mujer y que desde que se casó el dicho Juan Alonso con la dicha María Morena que habrá seis años no ha tenido cuenta con ella y ella lo ha confesado a este testigo que está tan doncella hoy como el día en que se casó, y esto dijo por descargo de su conciencia y no lo dice por odio, y es la verdad para el juramento que tiene hecho …Ante mí, Alonso de Valdés.
C. LOS MAYOR DE TELDE DE ORIGEN INDÍGENA
Antes de concluir esta primer aparte del trabajo haremos mención a otra línea del apellido Mayor de probable origen guanche.
REPARTIMIENTOS DE GC Nº 243: LUIS BRISTOL Y DIEGO RAMÍREZ, HIJOS DE PEDRO MAYOR Y NIETOS DE JUAN DE ADOBAR
“En la noble ciudad real de Las Palmas que es en esta isla de la Gran Canaria en 7 de noviembre de 1550 … se presentó una petición de Luis Bristol por sí y en nombre de Diego Ramírez su tenor del cual es este que se sigue: Luis Bristol, hijo de Pedro Mayor, por mí y en nombre de Diego Ramírez, mi hermano, por quien presto voz y caución como únicos y legítimos herederos que somos del dicho mío padre y nietos de Juan Adobar, nuestro abuelo difunto, beso las manos de vuestra señoría y digo que al dicho Juan de Adobar, nuestro abuelo, padre del dicho Pedro Mayor, le fue hecha merced ha 30 años de un
pedazo de tierras que son en el barranco de Tirajana, abajo del heredamiento de Tirajana en que podrá haber 40 hanegadas de tierra…”
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Ilust.: Luis Arencibia |
“Y después de lo susodicho en 5 de diciembre de 1552… se tornó a presentar la dicha petición de los dichos Luis Bristol y Diego Ramírez con cierta probanza hecha en razón de los susodicho su tenor del cual es este que se sigue”.
En dicha probanza Luis Bristol presenta como testigos de su parte a reconocidos vecinos de Telde como Juan de Aday y Juan Grande, entre otros, de cuyas declaraciones extractamos algunas notas de interés genealógico sobre esta rama de los Mayor de Telde:
“En 9 de noviembre de 1550, Juan de Adae, vecino de la ciudad de Telde que dijo ser de edad de 70 años poco más o menos…dijo…que conoció al dicho Juan de Adobar más ha de 60 años a esta parte hasta que murió que podrá haber 22 o 23 años, y al dicho Pedro Mayor del dicho tiempo acá hasta que falleció que podrá haber 20 años poco más o menos, los cuales sabe que eran padre e hijo y el dicho Juan de Adobar, abuelo, y el dicho Pedro Mayor padre de los dichos Luis Bristol y Diego Ramírez, lo cual sabe porque era público y notorio y porque se halló presente en el casamiento del dicho Pedro Mayor con Catalina Ramírez, madre de los susodichos, y conoce las dichas tierras en su petición contenidas de 30 años acá y oído que podrá haber el dicho tiempo poco más o menos que Juan de Adobar se fue a morar que en la cueva que dicen de Tesén cerca de la Cueva Grande que tiene por linderos la dicha tierra la cual hoy día se nombra del dicho Juan de Adobar que es en el barranco de Tirajana”
“Este dicho día de 9 de noviembre de 1550 se presenta Juan Grande, vecino de esta ciudad de Telde, el cual dijo que era de edad de 56 o 57 años y siéndole leída la petición dijo que conoció a los dichos Juan de Adobar y Pedro Mayor, abuelo y padre de los dichos Luis Bristol y Diego Ramírez de más tiempo de 32 años a esta parte y trató y comunicó con ellos muchas veces hasta que fallecieron que podrá haber 22 años que falleció el dicho Juan de Adobar y Pedro Mayor otros 20 poco más o menos y este testigo tiene noticia y conocimiento de las dichas tierras contenidas en su petición de más de 30 años acá que no sabe qué cantidad podrá haber las cuales desde el dicho tiempo acá ha visto tener y poseer desde el dicho tiempo hasta que falleció que podrá ser ocho años poco más o menos y le vido cercar un pedazo de la dicha tierra y plantar parral y residir en la dicha parte dos o tres años con su persona lo cual es público y notorio en esta isla y después de su muerte le vido poseer a un su hijo, hermano del dicho Pedro Mayor, que se decía Blas de Liria ya fallecido y hasta ahora las tienen, por fallecimiento de todos los dichos… Luis Bristol y Diego Ramírez sin que haya visto contradicción de persona alguna…”
La probanza culmina con la decisión del Concejo de la isla de mandar asentar las dichas tierras en el libro de repartimientos y de otorgar título de ellas a Luis Bristol y Diego Ramírez
Además de estas tierras en Tirajana, Juan de Adobad había sido agraciado con tierras en la Vega Real de Agüimes como se puede comprobar en el siguiente documento localizado en la escribanía de Juan de Berlanga en Tenerife en el año 1507:
“Diego Sardina, v°., da a renta a Alonso de Sevilla, v". de Gran Canaria, en el lugar de Agüimes, unas casas que posee en la villa de Agüimes, y 2 suertes de tierra de regadío con su agua, lindantes con la vega real, con tierras de Cornado y deJuan Adobad”
Varios hermanos de Luis y Diego, hijos de Pedro Mayor y Catalina Ramírez, aparecen bautizados en Telde: Elvira en 1523 y Fernando en 1524 de los que desconocemos las circunstancias de su vida, si es que llegaron a superar la epidemia.
Para conocer la descendencia de Luis Bristol, quien estuvo casado en primeras nupcias con María de Solís acudimos a los libros sacramentales de Telde donde se acredita que este matrimonio bautiza en la iglesia de Telde a los siguientes hijos por orden de inscripción: Catalina, Melchor, Diego, Beatriz, María, Francisco y Ana. Rafael Rodríguez y Luis García Correa de Castro en su libro “Población de Agüimes…” (p 36) basándose en una carta de pago de 1565 con la que Luis Bristol reconoce la entrega a sus hijos de bienes que heredaron de su madre, completa la lista de este modo: Ana Bristol, María de Solís, Pedro Mayor, Catalina Ramírez, Francisco, Juan y Andrés Bristol.
En relación con Diego Ramírez, disintiendo de los autores citados, estimamos que muy probablemente no sea el escribano del mismo nombre afincado en Agüimes y casado con Lucía Peloz, sino otro Diego Ramírez que es cogedor, es decir, jornalero agrícola, y que estuvo casado con Inés Baca con quien bautiza en Telde a un hijo llamado Francisco en 1569.
IMOBACH, IMOBAD, IMOBAR, AMOBAD, AMOBAR, ADOBAR
Leopoldo de la Rosa Olivera en sus Notas sobre los Reyes de Tenerifey sus familias (Revista de Historia tomo 22 año 29, 115-116) nos dice acerca del bando de Imobad:
“Este nombre con la ortografía Imobach aparece en la famosa acta de posesión nominal de Tenerife por Diego de Herrera el 21 de junio de 1464 cuando se dice se presentó a sometérsele el gran rey de Imobach de Taoro. En los documentos notariales de la primera época aparece con las formas de Imobad o Imobar como apellido de varios guanches: Bastián de Imobar es uno del grupo de los indígenas que dio poder a Antón Azate ante Sebastián Páez el 2 de agosto de1512; Pedro de Imobade, sirviéndose como lenguas de Diego Ruiz de Abona; y Pedro de Mobade, guanche, otorgan poder a Guillén Castellano para que por él haga testamento…”
Parece pues que Imobad es una comarca o bando y no un nombre regio como algunos autores habían señalado. En esta data tenemos la prueba “Diego de Badajoz: una fuente de agua que es entre Agache e Imobade y Abona…”
En su nómina de guanches Gabriel Betancor Quintana nos da, sin ubicar asentamiento o isla, a un tal Juan de Amobed, a quien proponemos identificar como Juan de Adobar, a Pedro Perdomo Amobad, afincado en Taoro, a Bastián Ymobad y a Luisa Ymobad, afincada en Anaga.
En su nómina de guanches, Sergio Baucells nos cita a Juan Amobed (que testa en 1527 en 1527 en San Cristóbal de La Laguna ante Bernardino Justiniano); a Luisa de Ymobad (esclava del regidor Guillén Castellano a la que este y su mujer Marina Perdomo ahorran tras pagarles 15000 mrs ante Juan Ruiz Berlanga en 1507) y a Pedro de Ymobad (que es contratado en 1508 por el canario Juan Vizcaíno para guardar ganado por un año según consta en los Protocolos de Hernán Guerra)
El personaje de Juan Amobed que atrae nuestro interés es glosado por Cebrián Latasa en su obra en prensa Los guanches en el capítulo correspondiente al reino de Anaga:
Juan Amobed o Amobet¿Imobad?.
“Poco pero significativamente documentado en el AHPSC. Parece tener mucha relación con el bando de Anaga. ¿Tío de Gonzalo de Ibabte? Abuelo de Agustín Rodríguez.
No parece tener mujer legítima, sino que tuvo hijos con dos mujeres: a Inés Rodríguez, que murió en Gran Canaria, con Catalina Camacha (tal vez fuera de este bando y vivía en 1538 ya muy anciana); y con Mary Fernández a Catalina Alonso, Felipa Hernández y Francisca de León.
El 9 de agosto de 1527, ante Alonso Gutiérrez, estando enfermo otorgó su testamento. Ordenó ser enterrado en San Francisco de la villa de San Cristóbal. Legó 2 doblas a Catalina Camacha por cargos que le tengo. Tenía 12 puercas en Tedija, valle de las ¿Arenas? y 20 marranos. Era cofrade de Nuestra Señora de Candelaria y de Nuestra Señora de Guadalupe. Albaceas: Pedro Azano y Gonzalo de Ibabte. Herederos: su nieto Agustín Rodríguez, hijo de mi hija; en caso de su muerte, que los herede Mary Fernández, madre de la mujer de Pedro Azano; si ella falleciere que hereden Felipa Fernández, Catalina Alonso y Francisca de León, hijas de María.
En la misma obra, Cebrián Latasa nos refiere algunas cosas del vecino de Gran Canaria, Agustín Rodríguez (nieto de Juan de Amobed e hijo de Inés Rodríguez) que acabó siendo capturado en una expedición de rapiña en Berbería.
Agustín Rodríguez
“Mulato. Nacido hacia el año 1513. Hijo de ¿negro? y de Inés Rodríguez, guanche y vecina de la ciudad de Las Palmas. Nieto materno de Juan Amobed -¿Imobad?- y de Catalina Camacha. Sobrino de Felipa Hernández y de Catalina Alonso. Primo de Luis de Ibabte. Tío de las hijas de Hernando de Ibabte.
Ante Cristóbal San Clemente, el 19 de marzo de 1532, Pedro Hernández Moreno, procurador de causas, curador de Agustín Rodríguez, hijo de la fallecida Inés Rodríguez, guancha, vendió a Pedro López, confitero y vecino de Gran Canaria, una casa derribada que fue de Inés, y solar, en la calleja que iba de la plaza vieja de la dicha ciudad de Las Palmas a la iglesia de señor San Antón.
ALGUNOS COMENTARIOS AL RESPECTO DE ESTOS DOCUMENTOS
Creemos que Juan de Amobad o Adobar son la misma persona: un hidalgo guanche del bando de Imobad-Taoro. Obligado a pasar a Gran Canaria recibe repartimientos en Agüimes y Tirajana donde se establecerá por unos años para regresar posteriormente a su isla natal de Tenerife. Durante este periodo tiene hijos en Gran Canaria con Catalina Camacha, entre ellos Inés Rodríguez. Pedro Mayor y Blas de Liria puede ser otros de sus hijos naturales habidos probablemente con esclavas de los Mayor y de los Liria, de ahí sus respectivos apellidos.
El fallecimiento de Juan en Tenerife tras dictar su testamento en 1527 sería concordante con la referencia de los testigos que declaran en 1550 acerca del repartimiento de Tirajana. Estos coinciden en que Juan de Adobar falleció como 22 años antes y su hijo Pedro Mayor como 20 años antes, es decir en 1528 y 1530 respectivamente. Dicho fallecimiento consecutivo de padre e hijo nos rememora la terrible mortandad de los naturales de las islas tras la epidemia de peste que asoló las islas en los años 20.
Recapitulemos por otra parte acerca del hecho de que los Amobad parecen tener estrecha relación con Guillén Castellano el regidor de Tenerife quien es pariente de Juan Mayor 2 hasta el punto de que hijos suyos casan entre sí.
Para explicar la relación entre los Mayor y este linaje guanche, habría que prestar de nuevo atención al testamento de Ana Gutiérrez, hija del mencey Bentor dictado en Tenerife ante Alonso Gutiérrez en 1522. Ya dijimos que uno de los testigos de dicho evento fue Juan Mayor 3, el hijo del alguacil mayor. Junto a él aparecen dos notables guanches indubitados como son Diego de Ibaute y Alonso Rodríguez. Recordemos en este punto que, según Cebrián Latasa, Juan de Amobed y su nieto Agustín Rodríguez tienen relación de parentesco con los Ibaute.
Podríamos concluir de todo esto, siguiendo la cábala que propone Cebrián Latasa, que Juan de Adobar es un notable guanche del bando de Imobad (Taoro) quien tendría descendencia primeramente con Catalina Camacha del bando de Anaga y más tarde, con María Hernández. Juan de Adobar durante su estancia forzada en Gran Canaria tuvo además hijos naturales con diversas mujeres entre los cuales estarían Pedro Mayor y Blas de Liria. Sin embargo en su testamento solo reconoce como hijas a Inés Rodríguez, habida con Catalina Camacha en Gran Canaria, y a Catalina Alonso, Felipa Hernández y Francisca de León, habidas en Tenerife con María Hernández.
Con todo esto, podemos asegurar que en la comarca de Telde algunos bisnietos de Juan de Adobar, nietos de Pedro Mayor, hijos de Luis Bristol y de Diego Ramírez van a ser portadores del apellido Mayor con lo que, recapitulando, podemos establecer que todos los de este apellido en el este y sureste de Gran Canaria tienen relación con el primer alguacil mayor de Gran Canaria bien a través de sus hijos, de sus esclavos negros y moriscos o de determinados notables guanches que están bajo su protección como podría ser el caso de Juan de Adobar.
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CELEBRAMOS EL AÑO GENEALÓGICO FRANCISCO FERNÁNDEZ DE BETHENCOURT
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APELLIDO MAYOR EN TELDE: CONQUISTADORES, INDÍGENAS, ESCLAVOS NEGROS Y BERBERISCOS (II)
JUAN R. GARCÍA TORRES
FANEQUE HERNÁNDEZ BAUTISTA
Agradecimiento por su colaboración a HUMBERTO PÉREZ HIDALGO
FANEQUE HERNÁNDEZ BAUTISTA
Agradecimiento por su colaboración a HUMBERTO PÉREZ HIDALGO
MORISCOS EN GRAN CANARIA
En 1595 la Inquisición canaria procede a realizar un padrón de los moriscos que residen en las islas. Según dicho padrón Gran Canaria contaba entonces con 142 moriscos (de los cuales eran esclavos en esa fecha unos 30), concentrándose el mayor número de ellos en Telde con 62.
En esa fecha la mayoría eran libertos aunque en su mayoría habían sido anteriormente esclavos capturados en cabalgadas a Berbería. Algunos de ellos sin embargo habían venido a las islas voluntariamente.
Manuel Lobo en su extraordinaria obra “Los moriscos en Canarias (De esclavos a naturales)” publicada en 2015 por Mercurio Editorial nos refiere la sorprendente llegada de un contingente que arriba a Gran Canaria por deseo propio a principios del XVI:“El acceso a la libertad por conversión al cristianismo podía realizarse por disposición real o por voluntad de los dueños; en el primer caso accedió a la manumisión un grupo de moriscos residentes en Gran Canaria que habían sido esclavizados los cuales pleitearon por su libertad. El litigio puede que tuviera sus raíces algunos años antes a finales del siglo XV cuando merced a las paces establecidas entre castellanos y berberiscos los isleños entraban en África como en casa propia y sin peligro, y en contrapartida los moros comenzaron a emigrar a las Islas canarias lo cual llegó a preocupar a los RR.CC. quienes en 1501, merced a una cédula real, prohibieron que ningún berberisco entrara en las islas sin su licencia so pena de que si alguno entrara sin su permiso fuera considerado cautivo de los reyes. Por estas fechas un grupo de moros naturales de Berbería conformado por 24 personas entró en Gran Canaria con seguro que le había dado el gobernador Alonso Fajardo en nombre de los RR.CC. para que pudiesen andar y contratar libremente por la isla con la promesa de convertirse al cristianismo como así hicieron. Años más tarde, en 1503, otro gobernador; Antonio de Torres junto a otros vecinos esclavizó a ese mismo grupo haciendo caso omiso de la orden real anterior. Ante eso los moriscos reclamaron a los reyes y doña Juan por cédula emitida en 1505 y alegando que por haberse convertido a la fe católica y por otras razones los dejó libres y con permiso para quedarse en la isla”.
Esta es la cédula a la que Lobo se refiere en la última frase del texto escogido:
Registro del Sello. A 31 de agosto de 1505. Segovia.
“Orden al gobernador o juez de residencia de Gran Canaria a petición de Fernando, alfaquí, Juan de Bajahamar, los tres hijos de Fátima la Grande y sus mujeres, Juan y Francisco, pescador, Alonso y Francisco, cristianos, y otras personas hasta 24, naturales de Berbería que pasaron a Gran Canaria con seguro de Alonso Fajardo y fueron esclavizados por el gobernador Antonio de Torres y otros vecinos de dicha isla, para que deje en libertad a los que son cristianos y dé a los que no lo son 30 días de plazo para convertirse o regresar a Berbería”. El Rey.
Los moriscos sin embargo que portan el apellido Mayor en los que hoy nos vamos a detener no eran migrantes voluntarios sino forzados que pasaron a ser libertos por decisión de sus amos, en unos casos, o por compra de su libertad, en otros.
Prestemos atención porque empezamos nuestro estudio en el peldaño cuarto de la escala genealógica. En él se encuentra, remarcado en negrita, un personaje llamado Martín Mayor (a quien llamaremos 2 o también el confesante) cuya genealogía nos va a ser desvelada gracias a un proceso que se le sigue por el Santo Oficio en 1606.
PROCESO CONTRA MARTÍN MAYOR (2), VECINO DE TELDE
ES35001 AMC/INQ 144.008
-Testificaciones ante el Inquisidor: junio de 1606
-Orden de prendimiento: 29 de febrero de 1608
-Ingreso en la cárcel: 18 de marzo de 1608
-Declaración del confesante: 19 de marzo de 1608
-Diligencias del proceso con pronunciamiento del fiscal y testificaciones a favor del reo:
marzo-abril de 1608
Casa de la Inquisición |
-Sentencia: 7 de mayo de 1608
TESTIFICACIONES DURANTE LA VISITA A TELDE DEL SR. INQUISIDOR
“En la ciudad de Telde a 8 de junio de 1606 estando el Sr Inquisidor Dr. don Pedro Hurtado de Gaviria en su audiencia de la tarde, entra en ella de su voluntad una mujer que dijo llamarse Andresa de Mireles de 25 años, viuda de Juan Melián, difunto labrador vº de esta ciudad y dice…cómo habrá ocho meses que, estando en el callejón donde esta testigo vive, Martín Mayor marido de Juana Mayor, vecinos de esta ciudad, y Juan Martín, marido de Ana Hernández, y Juan Alonso y otro Juan Martín, marido de Beatriz Domínguez, y la dicha Ana Hernández y su hija Marta González, doncella, y sus hermanas y madre del dicho Martín Mayor, trataron con el susodicho que ayudase a su mujer con lo que había de menester y él decía que quería más a su madre y a sus hermanas y las preciaba más que a su mujer, a lo cual le replicaron que más obligación tenía a su mujer pues intervenía matrimonio de Dios que no su madre y hermanas con las cuales podía partir un pan solo tuviese y entonces el dicho Martín Mayor dijo que el matrimonio no lo había hecho Dios sino el Diablo y reprendiéndole los que estaban presentes se tornó a afirmar lo mismo…”
“En la ciudad de Telde a 16 de junio de 1606 Ana Hernández mujer de Juan Martín labrador dijo que …hará unos meses y le parece que fue antes de Cuaresma que estando esta testigo y Juan Martín su marido y su hija Marta González y Beatriz Domínguez mujer de Juan Martín e Inés Rodríguez mujer de Diego González y otros vecinos que viven en el callejón de Salvador Rodríguez (también llamado por otra testigo callejón de las golosas), donde vive esta testigo, salió Martín Mayor riñendo con Catalina Mayor su suegra (a la que iba a tirar una piedra dicen otros testigos) y algunos vecinos le detuvieron diciéndole que mirase lo que hacía que estaba casado con su hija Juana Mayor…”
DECLARACIÓN DEL CONFESANTE
En Canaria a 19 de marzo de 1608
Martín Mayor, vecino y natural de la ciudad de Telde de oficio labrador de edad de 25 años antes más que menos y que antes de ayer le notificaron en la dicha ciudad de Telde el mandamiento del dicho Santo Inquisidor para que compareciese en ese Santo Tribunal y así vino ayer de mañana y ayer tarde le metieron en las cárceles de esta Inquisición y dio su genealogía en la forma siguiente:
PADRES
Salvador Martín, difunto, vecino y era natural de Telde, labrador y criador que habrá ocho años que murió en la dicha ciudad.
María Pérez, su mujer, que hoy es viva en la dicha ciudad de Telde.
ABUELOS PATERNOS
Martín Mayor, labrador y criador, vecino de Telde y natural de ella.
Inés Rodríguez, su mujer, partera, vecina y natural de la dicha ciudad, los cuales habrá que murieron 20 años más o menos
ABUELOS MATERNOS
Dijo que no se acuerda bien del nombre de su abuelo materno mas que por la relación que ha tenido (…) entiende que se llamaba Diego Pérez Cabrera y fue labrador y ha mucho que murió y no sabe nada de su abuela materna.
TÍOS, HERMANOS DE SU PADRE
- Luis de Santiago, labrador, natural de Telde y vecino de esta, que casó con María Hidalga, viuda, vecina de esta ciudad, que habrá 8 años que murió.
- Elvira Rodríguez, mujer de Pedro Madera, zapatero vº de Telde, que hoy es viva.
- María Mayor, mujer que fue de José González carabinero y labrador, ambos difuntos.
TÍOS, HERMANOS DE MADRE
- Pedro Pérez Cabrera que pasó a las Indias habrá como 22 años, soltero, no sabe si está vivo o muerto.
- Diego Pérez Cabrera, que casó en esta ciudad de Canaria con una hija de Cosme de Santiago ya difunta.
- Catalina Diepa que casó en Telde, no sabe con quién porque ella y su marido son ya difuntos.
HIJOS DE LUIS DE SANTIAGO
- Juan de Santiago casado con Francisca Zambrana, vecinos de la ciudad de Canaria.
- Luis de Santiago, que murió mozo soltero.
- Francisco y Salvador, mozos, hombres de la mar.
- Ana, doncella que vive en esta ciudad con Mª Hidalga.
HIJOS DE ELVIRA RODRÍGUEZ
- Luis de Madera, labrador, que casó en esta ciudad con Lucía de Lugo y dicen que se fueron a Indias el año pasado.
- Luisa de Santiago, doncella, que vive en Telde con la dicha su madre que es de 17 o 18 años de edad.
HIJOS DE MARÍA MAYOR
Dijo que tuvo algunos chiquitos que murieron muy pequeños y no se acuerda de los nombres.
HIJOS DE DIEGO PÉREZ
Dijo que no tuvo ninguno legítimo de la dicha su mujer y naturales hubo a Juan Pérez mozo soltero de oficio trabajador en Telde de 19 años y murió y a Pedro Pérez que murió mozo.
HIJOS DE CATALINA DIEPA
Juan Caraballo, labrador, vº de Telde que casó con Isabel Rguez vs de la dicha ciudad.
Pedro Caraballo, casó con Beatriz Rodríguez, labrador vs de Telde
Inés Gómez que casó con Baltasar González vs de Telde
HIJOS DE JUAN DE SANTIAGO
Dijo que no sabe que tenga ninguno
HIJOS DE LUIS DE MADERA
Elvira de 6 y Juan y Baltasar, muchachos.
HIJOS DE JUAN CARABALLO
María, doncella que vive con sus padres, de 14 años.
Salvador y otro niño cuyo nombre no sabe que son muy pequeños
HIJOS DE PEDRO CARABALLO
Dijo que tiene… dos varones y una hembra, todos pequeños, y no sabe sus nombres.
HIJOS DE INÉS GÓMEZ
Dijo que tiene un niño varón de 9 o 10 cuyo nombre no sabe.
HERMANOS DE ESTE CONFESANTE
- Pedro Pérez, trabajador casado con Ana Juliana, viuda, vª de Telde.
- Ana Pérez, casada con Gabriel Lozano, camellero, vª de Telde
- Miguel Rodríguez, soltero de 20
- Leonor Rivero, doncella, que vive en casa de su madre, de 20 años.
- María Ramos, doncella, de 15 años; vive en casa de su madre.
HIJOS DE PEDRO PÉREZ
Salvador, que murió niño.
HIJOS DE ANA PÉREZ
María, de 2 años.
MUJER E HIJOS DE ESTE
Dijo que este confesante es casado con Juana Mayor, vecina de Telde, ahora hace 4 años y tiene una hija en ella llamada María de Candelaria de poco más de un año.
DISCURSO DEL CONFESANTE
Dijo que nació en la dicha ciudad de Telde donde se crio y ha residido y ayudó a trabajar al dicho su padre en la labranza hasta el tiempo que falleció y después se casó con la dicha su mujer y trató de ganar la vida con su trabajo sustentando no solamente a su mujer sino también a su madre y dos hermanas sin otra que se ha casado…
Dijo que habrá dos años que estando este confesante muy malo de un flujo de sangre que le suele dar muy de ordinario, comenzándose este a levantar con harto trabajo, llegó a un corral donde estaba Catalina Mayor, suegra de este, vecina de Telde, y la riñó porque él tenía en su casa a su madre y hermanas e iba a remediarlo como podía, diciendo ella que no lo podía hacer ni quitárselo a su mujer (…roto…) y que este respondió que muy bien podía partir con su mujer e hijos, madre y hermanas, y la dicha su suegra le apretó tanto en esto que le dijo este confesante: “Dáreme mal haya quien con cosas suyas me junto” y de esto le acusó ante el dicho santo inquisidor estando de visita en la ciudad de Telde y le dijo que no tenía de qué avisarle de aquello y lo mismo le dijo el cura de Telde confesando con él y que no sabe otra cosa…
ACUSACIÓN DEL FISCAL PABLO DE QUINTANA
Acusa a Martín Mayor de proposición herética que atenta contra el sagrado sacramento del matrimonio… porque a sabiendas se ha perjurado negando la verdad… por todo lo cual pide y suplica que se le condene en las mayores y más graves penas…
RECONOCIMIENTO DEL CONFESANTE
…Se ha acordado que este confesante riñó a la dicha su suegra, que estaba tan debilitado de la enfermedad y de la mucha sangre que le había salido por las narices que con esto y la cólera que tenía, sería posible haber dicho algún disparate y que este confesante no se acuerda y si algo he dicho pide a Dios misericordia…
RONDAS DE TESTIFICACIONES A FAVOR DEL CONFESANTE
En primer lugar testifican familiares y vecinos: Elvira Rodríguez, Beatriz Domínguez mujer de Francisco Martín, Ana Pérez y su marido Gabriel Lozano, Diego González, Hernán Báez, Ginés de Cabrera y Ana Juliana, su mujer. Y más tarde testificarán en su favor destacados miembros de la comunidad que acreditan que Martín Mayor es buen cristiano y que estaba muy enfermo cuando tuvieron lugar los hechos. Los declarantes a su favor son Aguiar, acequiero, Luis Norman, Luis Afonso, Alonso López Cabrera, Francisco de Cubas, Diego Ruiz Montañés, Felipe Soberanis, Bastián Márquez y los capitanes Antón Suárez Tello y José Hernández.
SENTENCIA
En la Ciudad de Canaria a 7 de mayo de 1608
En el pleito y causa que ante Nos ha pendido y pende entre partes, de la una el promotor fiscal de este SO y de la otra Martín Mayor vecino de Telde FALLAMOS que por la culpa que tal resulta contra el dicho Martín Mayor si el rigor del derecho hubiéramos de seguir l e pudiéramos condenar en grandes y graves penas, mas queriendo moderar con equidad y misericordia por algunas causas y justos respetos que a ello nos mueven, mandamos que el susodicho sea reprehendido y advertido en la sala de esta audiencia de lo que ha sido acusado y abjure de levi y oiga una misa rezada en la capilla de esta Inquisición en forma de penitente en cuerpo con una soga al cuello y una vela de cera encendida en las manos y pague 66 reales para gastos del santo Oficio con los cuales acuda el deudor dentro de ocho días después de la pronunciación de esta sentencia y que desde aquí a san Juan de junio rece en cada semana un rosario entero a Nuestra Señora y le amonestamos que de aquí en adelante se abstenga de decir semejantes palabras contra Dios Nuestro Señor y su Santa Fe Católica como las de que fue acusado, con apercibimiento que haciendo lo contrario será castigado con rigor y no se usará de la misericordia que al presente y por esta nuestra sentencia definitiva juzgando así lo pronunciamos y mandamos en esto escritos y por ellos
Dr don Pedro Hurtado de Gaviria Ruiz de Salazar
Volvamos ahora atrás en el tiempo hasta el peldaño número II donde encontramos al abuelo homónimo de Martín Mayor 2 a quien llamaremos Martín Mayor 1.
EL MORISCO MARTÍN MAYOR 1 E INÉS RODRÍGUEZ
La confesión ante el inquisidor de su nieto homónimo nos dice que Martín Mayor 1 era criador y labrador y que su mujer Inés Rodríguez era partera y que ambos eran vecinos y naturales de Telde. Nada sabemos en cuanto al origen de Inés Rodríguez, su esposa, a quien hacemos nacida sobre 1510, si bien sospechamos que puede ser una descendiente de indígenas por cuanto en 1551 ejercen de padrinos de su hija Leonor los canarios Juan Grande y su mujer Isabel Hernández. Recordemos al respecto que una guancha, Inés Rodríguez, hija de Juan de Adobar y Catalina Camacha, falleció en Gran Canaria antes de 1532. Podría ser esta Inés la madre de la esposa homónima de Martín Mayor 1 quien sería por tanto una hermana del negro Agustín Rodríguez.
Quizá esta coincidencia con Juan Grande es la que invitó a Gabriel Betancor a señalar a Juan de Adobar como indígena de Gran Canaria. Nosotros sostenemos, como ya se ha argumentado, que es de origen guanche.
En los bautismos de los hijos de Martín e Inés también aparecen otros miembros de la “gran familia” de los Mayor, tanto naturales (es el caso de los libertos Dorotea Mayor y su marido Melchor Rodríguez) como legítimos (es el caso de los hermanos Juan Mayor y Luisa Mayor).
Un nuevo hallazgo de Juan Ramón García Torres en el Museo Canario nos ha permitido precisar la fecha de nacimiento de la partera Inés Rodríguez, esposa de Martín Mayor 1. Se trata de una testificación ante el Santo Oficio en el proceso seguido en 1582 contra el cantero Blas Hernández, nacido en Telde, de padres portugueses, por el flagrante delito de estar circuncidado él y tres de sus hijos. Inés Rodríguez es llamada a declarar para que dilucide si los niños nacieron sin prepucio o si esto fue el resultado de prácticas judías. Esta es su declaración:
“En Canaria 14 días del mes de mayo de 1582 estando el Sr Inquisidor don Diego Osorio de Cejas en su audiencia de la tarde mandó entrar en ella una mujer de la cual fue recibido juramento…so cargo del cual prometió decir la verdad y dijo llamarse Inés Rodríguez, mujer de Martín Mayor, vecinos de Telde y que es de edad de 74 años poco más o menos y entre otras cosas dijo lo siguiente:
Preguntada si esta testigo fue partera de los hijos de Blas Hernández cantero dijo que no fue partera y que también oyó decir que estaban no sé cómo.
Preguntada a quién lo ha oído decir y cuánto ha, dijo que lo oyó contar en Telde no se acuerda a quién cuando prendieron a Gaspar Díaz.
Fuele dicho que mire a quién lo oyó decir y dijo que a Francisca Martín su tía lo oyó decir y a Clara Hernández mujer de Gaspar Díaz, que no lo podían prender porque nacieron de aquella manera.
Preguntada que cuántos hijos de Blas Hernández ha oído decir que estaban de aquella manera dijo que no lo sabe mas de haber oído decir tratando de los hijos de Bergonzoso (Bergonzoso es un apellido) que los hijos de Blas Hernández están de esa manera que les viene de casta lo cual dijeron Clara Hernández y Francisca Martín su hermana y que esta es la verdad por el juramento que tiene hecho, no firmó porque dijo que no sabía…”
Sobre su esposo, Martín Mayor 1, hemos localizado asimismo preciosos datos en el libro de las genealogías de la Inquisición (Museo Canario CLII-1) que nos acercan a su origen:
“Martín, morisco, cristiano nuevo de moro, esclavo de Luisa Mayor, vecina de Canaria, condenado por hereje, apóstata y haberse vuelto a la pérfida secta de Mahoma.
Reconciliado con pública aberración, salió al auto con hábito y que cumpla otras penas y azotado públicamente, y so pena de relapso impenitente en 4 de junio de 1530. Está su proceso, folio 72, y su sentencia, folio 76”Contamos además con el extracto de un documento original al que se refiere la nota del Libro de Genealogías. Dicho extracto ha sido realizado por Manuel Lobo Cabrera a quien agradecemos su colaboración puesto que reconocemos tener muchas dificultades para leer textos de principios del siglo XVI:
“Se trata (nos dice Manuel Lobo) de la testificación de un mozo morisco, esclavo de la vecina de Telde Luisa Mayor, realizada en Las Palmas en febrero de 1530, donde confiesa que, estando en el campo cuidando cerdos de su ama, otros moriscos le convencieron para irse a tierra de moros, Cabo de Agüero, y allí estando un año podía volver siendo libre. Con esa intención él y otros moriscos esclavos se fueron al mar, robaron una barca, pero como eran muchos la barca se hundió y él se salvó junto con dos más”.
Acerca de su origen, sabemos que era natural y vecino de Telde según declara su nieto el confesante. Las pesquisas sobre su ascendencia nos llevan a comprobar que un tal Martín Mayor en unión de Juana Vergara bautiza a un hijo en El Sagrario de Las Palmas llamado Juan en 1506. Pensamos que este Martín Mayor 0, esclavo de los Mayor, de ahí su apellido, puede tal vez ser el padre homónimo de Martín Mayor 1, quien habría nacido en Telde sobre el año 1500 como hijo de esclavos moriscos y adoctrinado en privado por ellos en la fe mahometana.
La muerte de Martín Mayor 1 y la de su mujer se produjo en fechas próximas entre sí en torno a 1585 según se deduce de las declaraciones de su nieto homónimo Martín Mayor 2, el confesante. En 1576 aparece Martín Mayor 1 junto a su hijo Salvador Rodríguez ante el escribano Alonso de Balboa, legajo 777, obligándose a pagar al señor Luis Trujillo, canónigo, 200 reales de plata por habérselas prestado. Tal vez este préstamo permitió su ahorramiento y el de sus hijos. En 1582 en el proceso de Blas Hernández en el que testifica Inés Rodríguez, la mujer de Martín Mayor 1, consta efectivamente que seguían vivos por entonces.
Hijos de este matrimonio fueron: Salvador Rodríguez, por quien sigue la línea, Luis de Santiago casado con María Hidalga, Elvira González, nacida en 1544, que estuvo casada con Pedro Madera, Miguel, nacido en 1547, Leonor, nacida en 1551, y María Mayor, que casó en Telde en 1575 con José González. Miguel y Leonor no son citados como tíos suyos por el confesante por lo que hemos de concluir que debieron morir siendo niños.
SALVADOR RODRÍGUEZ Y MARÍA PÉREZ
A Salvador Rodríguez lo hacemos nacido antes de 1540. Es probablemente el mayor de los hermanos. María Pérez, su esposa, es hija de Diego Pérez y Margarita Manuel según consta en su partida de matrimonio.
Iª de San Juan Bautista de Telde, Libro 1 - Folio 13 - Año 1570.
"En domingo 3 días de setiembre de 1570 años yo Felipe de Cervantes Beneficiado case in facie ecclesiae a Salvador Rodríguez hijo de Martin Mayor y de Inés Rodríguez, su mujer, con María Pérez, hija de Diego Pérez y de Margarida Manuel, su mujer, vecinos de esta Ciudad de Telde… siendo testigos presentes a lo que dicho es Miguel Ramos y Cristóbal de Mireles, Manuel López Romero y otros muchos testigos en testimonio de lo cual lo firmé de mi nombre que es fecho ut supra”. Felipe de Cervantes.
Un documento de febrero de 1569 ante el escribano de Telde Pedro Fernández de Chávez nos amplía la información acerca de la familia de la esposa.
“Pedro Pérez, vecino de Telde, sastre, hijo de Diego Pérez y Margarita Manuel, difuntos, otorga poder especial a Juan Manuel, su hermano, vecino de Telde, para cobrar de Bartolomé Delgado, vecino de Telde, 134 doblas de oro de a 500 mrs. cada una que Pedro Pérez dio al dicho Bartolomé para que se los pagara en tanto mosto como los valiera de lo cual solo pagó una bota y además con dicho poder pueda cobrar de Andrés González, su cuñado, lo que este le deba. Testigos: Bartolomé Pérez, Cristóbal García y Antonio Lorenzo, hijo de Francisco Lorenzo”. Firma: Pedro Pérez
Hijos de Salvador Rodríguez y María Pérez fueron: Martín Mayor 2, por quien sigue la línea, Pedro Pérez, Ana Pérez, Miguel Rodríguez, Leonor Rivero y María Ramos.
MARTÍN MAYOR 2 (EL CONFESANTE) Y JUANA MAYOR
Además de su declaración como confesante y de otros documentos del proceso inquisitorial que ya les hemos mostrado, traemos ahora a colación dos partidas que nos precisan la fecha de su nacimiento y la de su matrimonio:
Partida de Bautismo Iglesia de San Juan Bautista Telde, Libro 3 – Nº 633 - Año 1571
"En 8 de noviembre de dicho mes y año (3 de diciembre de 1571) bauticé yo Felipe de Cervantes Beneficiado a Martín, hijo de Salvador Martín y de María Pérez, su mujer; fueron padrinos Pedro Mayor y Clara Rodríguez, su mujer”. Firmado: Felipe de Cervantes.
Nota: De este Pedro Mayor, el padrino de bautismo de Martín, no estamos seguro si se trata de un nieto de Juan Mayor 2, el casado con María de Aday, o si es un nieto de Pedro Mayor, el hijo del guanche Juan de Adobar.
Partida de Matrimonio Iª de San Juan Bautista de Telde, Libro 1 – Nº 146 - Año 1605
"En 24 de abril de 605 años casé habiendo precedido las amonestaciones a Martin Mayor, hijo de Salvador Martín y María Pérez, y a Juana Mayor, hija de Catalina Mayor, siendo testigos Sebastián de Herrera y Francisco Rivero y otros muchos; en fe de lo cual lo firmé de mi nombre”. El Bachiller Pedro González.
MARÍA MAYOR Y MARCOS HERNÁNDEZ ALONSO
Partida de Bautismo Iglesia de San Juan Bautista Telde, Libro 5 – Nº 143 - Año 1607
“María, hija de Martin Mayor y Juana Mayor su mujer fue bautizada en su casa por Baltasar Martín y traída a la iglesia en 11 de febrero de 607, fueron padrinos del catecismo Luis Norman y María Rodríguez su mujer”. El Bachiller Pedro González.
Nota: Observemos que Luis Norman el padrino de María de Candelaria Mayor es el mismo que testifica un año más tarde a favor de su compadre para sacarlo de las cárceles de la inquisición.
Partida de Matrimonio Iª de San Juan Bautista de Telde, Libro 1 – Nº 334 - Año 1621
"En 5 de diciembre de 1621 años casé in facie ecclesiae según el Santo Concilio a Marcos Hernández hijo de Simón Hernández y María Alonso, y a María Mayor hija de Martin Mayor y Juana Mayor, vecinos de esta Ciudad, siendo testigos Alonzo Zurita Alcalde de esta Ciudad y el Capitan Josefe Hernández Regidor y otras personas vecinos de esta Ciudad y en fe de lo cual lo firmó de mi nombre”. El Bachiller Francisco Cubas Marín.
Nota: De nuevo aparece uno de los testigos que declararon a favor del confesante para sacarlo de la cárcel: el regidor y capitán José Hernández quien trece años más tarde será el padrino de matrimonio de María Mayor, la hija de Martín Mayor 2.
CONTINUIDAD DEL LINAJE PARA FACILITAR LOS ENTRONQUES HASTA LLEGAR A MIS HIJOS
MARTÍN HERNÁNDEZ Y MARÍA GARCÍA
Partida de Matrimonio Iª de San Juan Bautista de Telde, Libro 1 – Nº 961 - Año 1660
"En 24 del mes de octubre de 1660 años yo José López de Valdivieso con Licencia del Bachiller Juan Ángel de Vera Beneficiado en la vacación de dicho Beneficio de esta Santa Iglesia, casé in facie Ecclesiae … a Martín Hernández, hijo legítimo de Marcos Alonso y de María Mayor, con María de la Encarnación, hija legítima de Gonzalo Hernández y de María García, vecinos de esta Ciudad, siendo testigos presentes Bartolomé Ruiz Montañés, Sebastián López y Joan de Anaya y otros muchos que se hallaron presentes y lo firmé”. Joan de Valdivieso.
JOSEFA GARCÍA Y MIGUEL GONZÁLEZ
Partida de Matrimonio Iª de San Juan Bautista de Telde, Libro 2 – Nº 603 - Año 1693.
"En 5 días del mes de octubre de 1693 años Yo el Bachiller D. Francisco Yanes Ortega Beneficiado Curado en esta Ciudad de Telde, asistí a la celebración del Santo Sacramento del Matrimonio que celebraron in facie Ecclesiae Miguel González hijo legítimo de Juan González difunto y de Isabel López; y Josefa García hija legítima de Martín Hernández difunto y de María García, todos vecinos de esta dicha Ciudad a que fueron testigos presentes el Licenciado D. Antonio López de Morales, Manuel Morán y D. Gabriel López Salazar y otras muchas personas y lo firmé.” Br. D. Francisco Yanes Ortega.
GONZALO HERNÁNDEZ E ISABEL PLACERES
Partida de Matrimonio Iª de San Juan Bautista de Telde, Libro 4 – Nº 122 - Año 1727.
"En 26 días del mes de mayo de 1727 años Yo D. Juan Andrés de Quintana presbítero con licencia de D. Gabriel Joseph Montañés y Roxas Beneficiado curado de esta Ciudad de Telde asistí a la celebración del Santo Sacramento del matrimonio que celebraron in facie Ecclesiae Gonzalo Hernández hijo legítimo de Miguel González y de Josefa García, e Isabel Placeres hija legítima de Domingo Hernández y de Antonia Suárez todos vecinos de esta ciudad …a que fueron testigos presentes el licenciado D. Gonzalo Joseph de la Fuente Subdiácono y el Padre Predicador fray Salvador Roberto y otras muchas personas que estaban presentes y lo firmé”. Juan Andrés de Quintana.
JOSÉ RODRÍGUEZ Y MARÍA BRAVO TROYA
Partida de Matrimonio Iª de San Juan Bautista de Telde, Libro 6 - Folio 91 - Año 1757
"En 13 dias del mes de Abril de 1757 años Yo D. Ángel Manuel Zambrana y Torres Beneficiado Curado en esta Ciudad de Telde asistí a la celebración del Santo Sacramento del Matrimonio que celebraron in fasie ecclesiae Joseph Rodríguez hijo legítimo de Gonzalo Hernández y de Isabel Placeres y María del Jesús Brava hija lexgtima de Joseph Francisco Bravo y de Gregoria de San Diego todos vecinos de esta Ciudad …a que fueron testigos presentes Domingo Calderín Balboa Sacristán menor, Francisco del Toro y Luis Macías mozo de coro y otras muchas personas que estaban presentes y lo firmé”. Ángel Manuel Zambrana y Torres.
GREGORIA DE SAN DIEGO TROYA Y PEDRO LÓPEZ PADRÓN
Partida de Matrimonio Iª de San Juan Bautista de Telde, Libro 8 – Nº 519 - Año 1783
"En 29 de Marzo de 1783 años Yo D. Cristóbal Antonio Morales y Medina Beneficiado propietario en esta Parroquial de Señor San Juan Bautista de Telde digo Yo fray Antonio
Alvarado Religioso de la Orden Seráfica y morador en este Convento de la Madre de Dios de Lantigua de Telde asistí a la celebración del Santo Sacramento del Matrimonio; que celebraron in facie Ecclesiae …Pedro López Padrón hijo legítimo de Cristóbal López y de Laura Padrón y Gregoria de San Diego Troya hija legítima de Joseph Rodríguez y de María Bravo Troya ya difuntos vecinos que también fueron de esta dicha Ciudad…. Siendo testigos presentes Juan Antonio de Ortega vecino de esta dicha Ciudad, Joseph Navarro mozo del Coro de esta Parroquial y otros muchos y lo firmé. Y advierto hice este Matrimonio con licencia del Señor Beneficiado Morales”. Cristóbal Antonio Morales y Medina fray Antonio Gregorio Alvarado.JOSEFA AGUSTINA LÓPEZ PADRÓN Y FRANCISCO MORALES ASCANIO
Partida de Matrimonio Iª de San Juan Bautista de Telde, Libro 10 - F 114 - Año 1813
"Francisco Morales Escaño hijo legítimo de Matías Morales Escaño y de María Betancor difuntos y Josefa Agustina López, hija legítima de Pedro López, natural de la parroquia de Agüimes, y de Gregoria Rodríguez Bravo, naturales y vecinos de esta Ciudad, fueron desposados por el Padre Lector fray Miguel Medina de la orden seráfica con licencia hoy 17 de marzo de 1813 años. Precedieron Proclamas con licencia del padre de la contrayente por ser menor… testigos Felipe Gómez Navarro, Juan de Alvarado y otros vecinos y firmó”. Cristóbal Antonio de Morales y Medina y fray Miguel Geronimo de Medina.
Mª DEL CARMEN ASCANIO Y JOSÉ Mª SANTANA
Partida de Matrimonio Iª de San Juan Bautista de Telde, Libro 11-F 259 Vto - Año 1839
"En la Iglesia Parroquial de Señor San Juan Bautista de esta Ciudad de Telde; a 27 de Enero de 1839, yo D. Bernardino Aguilar Beneficiado servidor Casé a José María, expósito en la cuna de San Martin de Canaria, vecino de esta parroquia en El Tabaibal; con María del Carmen Escaño, hija legitima de Francisco Escanio y de Josefa López Padrón de esta dicha vecindad; se cumplió con lo dispuesto por su Majestad en su Real pragmática, … y fueron testigos D. Pedro Cabrera y D. Adrián Ramírez vecinos de esta Ciudad y firmó: Bernardino Aguilar."
GREGORIA SANTANA Y FRANCISCO JAVIER SANTANA
Partida de Matrimonio Iª de San Gregorio - Telde Libro 1 y 2 - F 102 Vto - Año 1861
"En la Iglesia Parroquial de San Gregorio de los Llanos de Telde, a 17 de Junio de 1861. El Presbítero D. Adrián Ramírez, con licencia del Párroco, casó y veló in facie ecclesiae a D. Francisco de Santa Ana, vecino de Los Llanos, con Doña Gregoria Ascanio, del mismo vecindario, hija legitima de D. José de Santa Ana y doña María Ascanio se cumplió lo dispuesto por su Majestad en su Real pragmática,… y fueron testigos D. Pedro de Betancor y D. José Aguilar y firmamos”. Adrian Ramírez y Cristóbal Aguilar."
JOSÉ DIONISIO SANTANA ASCANIO Y Mª DEL CARMEN PÉREZ MARTÍN
Partida de Matrimonio Iglesia de San Gregorio - Telde - Libro 4 - F 119 Vto - Año 1900
"En la parroquia de San Gregorio de la ciudad de Telde, Diócesis y Provincia de Canarias, a 24 de enero de 1900 yo el Presbítero Don Juan Ramírez, cura ecónomo de la misma a la seis de la mañana de dicho día casé por palabras de presente y velé a D. José Dionisio Santana Ascanio, soltero, marinero, de 21 años de edad, hijo legitimo de D. Francisco Javier Santana y de doña Gregoria Ascanio, con doña María del Carmen Pérez Martín, soltera, de ocupaciones domésticas, de edad de 19 años hija legítima de D. Antonio Pérez y de doña María Martín; … fueron testigos Juan Santana, casado y Agustín Noble, soltero. Son todos los expresados de esta naturaleza y vecindad. Y para que conste lo firmo. Fecha ut supra”. Lcdo. Juan Ramírez.
FRANCISCO SANTANA PÉREZ Y Mª DEL PINO HERRERA DOMÍNGUEZ
Partida de Matrimonio Iglesia de San Mateo, Libro 7 – Nº 106 - Año 1929
"En la Iglesia Parroquial de San Mateo, Diócesis de Canarias, Provincia de Las Palmas el día 23 de Diciembre de 1929 a las once de la noche, previa la instrucción del expediente matrimonial en esta parroquia a la publicación de tres canónicas amonestaciones en esta parroquia y en la Parroquia del Puerto de la Luz el infrascrito Presbítero Don Antonio Gil Santana Cura Ecónomo de la misma requerí canónicamente a don Francisco Santana Pérez soltero de 23 años de edad, bautizado el día 22 de diciembre de 1906 en la Parroquia de San Gregorio Telde con domicilio en el Puerto de la Luz hijo legitimo de don José Dionisio Santana Ascanio y doña María del Carmen Pérez Martin naturales de San Gregorio de Telde, y a doña María del Pino Herrera Domínguez de 21 años de edad, bautizada el día 30 de septiembre del 1908 en el Puerto de la Luz, con domicilio en el mismo, hija legitima de don Juan Herrera García y doña Clara Domínguez Rodríguez naturales de el Puerto de la Luz, los cuales, expresando el consentimiento por palabras de presente, contrajeron entre sí matrimonio canónico, verdadero y legitimo que autoricé con mi presencia, según el rito sacramental de la Santa Iglesia, debidamente autorizada por el Párroco del Puerto de la Luz de donde son vecinos… Fueron testigos del matrimonio D. José García del Rosario y doña Sebastiana del Rosario Ojeda, del Puerto de la Luz. De que certifico como Cura Ecónomo de la misma y firmo”. Antonio Gil Santana Presbítero
En el siguiente documento que forma parte del Expediente matrimonial se describe cómo aun siendo vecina de la Isleta Mª del Pino solicita casarse en la Vega de San Mateo, entendemos que por tener a disposición una casa en un lugar tan bello y tranquilo en la que pasar su luna de miel.
“Al cura párroco de San Mateo: Mi feligresa, Dª Mª del Pino Herrera Domínguez, me manifiesta que desea celebrar su proyectado matrimonio en esa parroquia de S. Mateo. Accediendo a sus ruegos cedo de mis derechos a favor de Vd. para que pueda instruir el expediente matrimonial y casarla no habiendo impedimento”.
Las Palmas a 6 octubre de 1929 Ldo. Matías Artiles
RECAPITULACIÓN FINAL
Con los bisabuelos de mis hijos, vecinos de La Isleta, vamos a proceder a concluir el trabajo no sin antes recapitular sobre la importancia de la ascendencia morisca en la historia familiar de todos los canarios. Cuando los genetistas hablan de los orígenes norteafricanos de la población canaria han de saber que buena parte de los linajes actuales de dicho origen no se relacionan con la población indígena sino con la población berberisca que llega a las islas de manera voluntaria o forzada con posterioridad a la conquista castellana.
COLOFÓN TOPONÍMICO
Pocas veces en los estudios de historia familiar se puede uno encontrar con la sorpresa de que uno de nuestros ancestros haya dado nombre a un lugar. El Barranquillo de Martín Mayor es unos de los ramales del Barranco del Draguillo que desemboca en el oriente de la isla, cerca de Gando. Probablemente ese barranquillo es el lugar en cuyas cuevas prehispánicas tenía su morada el esclavo morisco Martín Mayor 1 quien se dedicaba a pastorear los puercos de su ama, doña Luisa Mayor. Desde allí, un día allá por 1530, bajaría el barranco hasta llegar a la playa donde se embarcó tratando de huir hacia Berbería en unión de otros esclavos, salvando milagrosamente su vida en el naufragio de la barca que habían robado. El proceso que se le sigue por este motivo en la sacrosanta inquisición termina con azotes, escarnio público y posterior adoctrinamiento cristiano. Quizá después de todo eso Martín Mayor pudo comprar su libertad y terminar sus días en las cuevas del barranquillo al que dio nombre.
La ubicación y características del lugar así llamado han sido objeto de un exhaustivo estudio de Humberto Pérez publicado recientemente en el blog Mi Gran Canaria: Origen y noticias de sus lugares, blog que muy sinceramente recomendamos a los lectores. Agradeciendo públicamente la colaboración que para la confección de este artículo ha tenido con nosotros este prestigioso investigador de la toponimia e historia local de la isla, colaboración que esperamos sostener en el tiempo por la extraordinaria valía de sus aportaciones, concluimos hoy la tarea.
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FRANCISCO FERNÁNDEZ DE BETHENCOURT, FORMACIÓN Y METODOLOGÍA
RAFAEL RODRÍGUEZ DE CASTRO
Ponencia en el Homenaje a Francisco Fernández de Bethencourt en su Año Genealógico, celebrado el 7 de abril de 2016 en la
Real Sociedad Económica del País de Gran Can Canaria
Previenen los historiadores como enseñanza básica que, quien contemple hechos del pasado debe considerar que está ubicándose en unos parámetros espacio temporales distintos a los del presente. Todos los rasgos característicos de una determinada época son propios de ella, algunos en grado de rigurosa exclusividad. Por eso, para conocer y
profundizar correcta y eficazmente en un hecho del pasado histórico no debemos acudir a juicios, análisis o estudios que proyecten sobre éstos valores, principios, criterios, ideas o normas de la modernidad en la que nos hallamos. De obrar así descontextualizamos el momento pasado para traerlo de forma estridente a nuestra contemporaneidad.
Francisco Fernández de Bethencourt vivió en un momento convulso, paradójico y decadente de España. Tal fue la transición entre los siglos XIX y XX. El mismo año de su nacimiento, 1850, la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria sufría el trágico episodio del cólera morbo. A lo largo de su vida se sucederán las revueltas populares, guerras carlistas, la primera república, la pérdida de los últimos territorios del Imperio, los movimientos de reivindicación social. Militará en las filas del partido conservador participando en aquél curioso juego de democracia de resultado pactado previamente. Brillará académicamente en un contexto de completa ruina de la enseñanza española. Y socialmente hará valer el peso que en la historia pasada tuvieron sus ancestros, muchos de ellos componentes de aquella clase privilegiada propia del Antiguo Régimen, la Nobleza.
Para la posteridad han quedado una serie de publicaciones que le caracterizan como un eminente y preclaro genealogista. Se dejó empapar como por ósmosis de la renovación de la ciencia histórica para aplicarla a la genealogía. Ya lo habían hecho otros autores algo antes que él en Francia e Inglaterra. Pero aunque sí se puede reconocer más claramente en estos las novedades introducidas por los métodos histórico-críticos, en Francisco Fernández de Bethencourt alcanzan una dimensión enciclopédica. Sin embargo, todavía en su caso, y difícilmente podría ser de otro modo, su genealogía es exclusivamente nobiliaria.
No es autor prolífico en obras monográficas extensas. Sí lo fue en creaciones menores: artículos, discursos. Todas ellas traslucen el esquema mental que su autor formó en su proceso educativo y el que recibió del momento que le tocó vivir. Este esquema mental proyectado en el resultado físico de su producción bibliográfica define su forma de trabajar, su método. Y en su caso no es un simple método genérico, como forma abierta y definida discrecionalmente por nuestro personaje, sino un proceso sistemático que recoge de forma inédita lo que se deriva de los progresos de la ciencia histórica aplicados a la genealogía.
El texto que escoge en la Introducción del Volumen I de su magna obra Historia Genealógica y Heráldica de la Monarquía Española, Casa Real y Grandezas de España, procedente de la Obra Generaciones y Semblanzas de los Reyes y Claros Varones de España, de Fernando Pérez de Guzmán, es todo un resumen de las características de su investigación. Vale la pena traerlo a colación: “Porque algunos se entremeten de escribir é notar las antigüedades, son hombres de poca vergüenza, é más les place relatar cosas extrañas y maravillosas, que verdaderas é ciertas. Creyendo que no será habida por notable la historia que no contare cosas muy grandes y graves de creer, ansí que sen más dignas de maravilla que de Fé”.
En primer lugar, aludiendo a lo formal, refleja su gran formación y preocupación por la corrección en el discurso según la retórica clásica. La alusión a un texto pasado de estas características aparece como una auténtica captatio benevolentiaedel lector. Y de acuerdo a la elegantiaretórica, con dicho texto medieval realiza un movimiento de apertura y cierre: la introducción compuesta de seis partes equilibradas en tamaño se abre con la alusión de la obra de Fernando Pérez de Guzmán, la primera parte de la introducción se cierra con un elogio del espíritu de veracidad de dicho autor medieval, y al finalizar la sexta parte recoge el espíritu de certeza frente a la falsificación como norma básica.
Pongo en primer lugar esta característica de su discurso, porque es lo primero que aprende. Lo hace en el seminario Conciliar de la Purísima Concepción de Las Palmas de Gran Canaria, donde estuvo cursando Latinidad y Humanidades, un ciclo previo equivalente a la actual secundaria que permitía posteriormente acceder a los estudios superiores de Filosofía y Teología en lo eclesiástico, o a cualquier otra carrera universitaria en lo civil. En ese ciclo estuvo desde octubre de 1863 hasta junio de 1865. Tuvo las asignaturas de Retórica Teorética en tercero y Retórica Práctica en cuarto impartidas por su profesor, el señor Carlos Pinto. Sobra decir que obtuvo la máxima calificación por curso de meritissimus.
Pedro Marcelino Quintana, en su libro Historia del Seminario Conciliar de Canarias, dice sobre Francisco Fernández de Bethencourt que entonces llamó su atención por su aplicación, su memoria y, de forma muy particular, por sus corteses modales. Hasta el punto que recibió el sobrenombre de “sangre azul”.
Si bien no era extraño en los estudios la inclusión de una asignatura de retórica, sí
En segundo lugar, cabe resaltar del texto de Claro Varones de Fernando Pérez del Pulgar, una constante fija en la obra de Francisco Fernández de Bethencourt: mantener la certeza histórica. Buscar una historia dotada de la fuerza que dan los hechos ciertos y documentados, frente la mitología o fabulación con la que tantos la habían mezclado. En esta certeza histórica habían destacado autores como André Borel d’Hauterive en Francia, o John Bucke en Gran Bretaña. Sin embargo, en la producción de estos no hay un estudio sistemático de toda la nobleza o aristocracia con aspiración de totalidad. Hacen bien monografías, bien artículos. Pero si se percibe un primer análisis sobre los grados de certeza de las fuentes documentales para recoger en forma de genealogía la Historia de aquellos que ocuparon un puesto relevante en la historia de dichos países. Fue un movimiento que a lo largo del siglo XIX se extiende por toda Europa: además de los países citados, aparece en los nuevos reinos unificados de Italia o Alemania, Bélgica, Holanda, Austria, Dinamarca, Rusia. Francisco Fernández de Bethencourt fue conocedor de todos ellos. Admiró en mayor medida el trabajo inglés, pero incorporó la metodología francesa mucho más estructurada.
La expresión repetida por Francisco Fernández Bethencourt que muy bien puede resumir este propósito científico es el mostrar interés por el “solo conocimiento de la verdad genealógica”. Este propósito guarda en cierta medida la misma finalidad de lo que debió aprender en la facultad de Derecho de la Universidad de La Laguna, donde continuó su formación. El discernimiento se aproxima mucho al espíritu de las nuevas concepciones sobre el derecho de recoger de forma más apropiada y auténtica la regulación de los diversos intereses de aquella época. Es el momento en el que en España se procede a la labor de codificar sistemáticamente las leyes, y regular nuevos campos inéditos hasta entonces como el administrativo. Su escudriñamiento genealógico tiene mucho de la comprobación probatoria judicial. El dato es histórico, pero la formación de quien lo recibe, aunque conoce la obra de quienes han usado estrictamente el método histórico, lo hace profesional del derecho. Esto a la postre se convierte en una ventaja, pues su labor no quedó atrapada en lo primario que los métodos históricos de entonces poseían, es decir, escapó a una metodología científica que entonces empezaba a despuntar, pero que ha sido superada con creces en la actualidad. Al contrario, al quedarse en una rápida selección de fuentes históricas, a discriminar de las fabuladas o inventadas, su síntesis se hace válida aún hoy como elenco de datos sobre los poder actuar con el detenimiento y minuciosidad que el método histórico actualmente exige.
Su buena fe a este respecto lo muestra en la parte VI de su introducción del Volumen I de la Historia Genealógica y Heráldica de la Monarquía española, repetidas veces nombrado, de forma positiva y negativa. De forma positiva al proponerse como objetivo de su obra enciclopédica que arrancaba con dicho primer volumen que tuviera “por inspiración la verdad, por norte la rectitud, la imparcialidad y la justicia”. De forma negativa, al traer entonces a colación sus Anales de la Nobleza Española que publica entre 1880 y 1890, sobre los que hace una auténtica confesión pública de haber faltado a aquéllos objetivos que ahora quiere afirmar. Califica estos escritos suyos como continuación y consecuencia de otros que con mismo estilo se estaban publicando en diversas ciudades europeas, París, Londres, Roma, Viena…. Reconoce que entonces se vio presionado en contra de su voluntad a introducir “errores y confusiones de importancia, a pesar de su mucho amor a las verdades genealógicas y su profunda repugnancia a las noblezas inventadas y a los abuelos de alquiler.
En tercer lugar, aludir a un texto medieval es reflejo de su consideración, respeto y asunción del pasado como fundamento del presente. Contemplar y comprender el presente, pasa por contemplar e investigar el pasado. Sin negarlo, ni suprimirlo. En esto se podría caer en lo diacrónico, pidiendo a Francisco Fernández de Bethencourt que tenga cualidades en su obra que pertenecen a la ciencia de la Historia contemporánea, que por entonces ni siquiera se imaginaban. Hacer Historia es relatar hechos en el tiempo protagonizados por seres humanos. Y éstos solo quedaron individualizados cuando ellos mismos no sólo los protagonizaron, sino que constituyeron en su entorno una institucionalización del protagonismo vinculado con el patrimonio y la sucesión. Es decir, si se hace Historia del Antiguo Régimen y se quiere aludir a los individuos que la protagonizaron hay que acudir en mayor medida a esa clase privilegiada denominada nobleza. Francisco Fernández de Bethencourt no hace genealogía nobiliaria como una elección entre otras posibilidades. Sino que al hacer Historia se encuentra que falta una auténtica referencia sistemática y completa de sus protagonistas, en el mayor número de casos prolongados en la descendencia, formando un esquema genealógico, que no pueden ser otros sino los nobles.
Con respecto a la consideración y respeto por el pasado, llama la atención en el Volumen II de la Historia Genealógica y Heráldica de la Monarquía Española, la andanada que lanza a una nación nueva como los Estados Unidos de Norteamérica. Es el año 1900 y están muy recientes las heridas de haber sido cómplices en la independencia y derrota de las tropas españolas en los territorios de Asia y América. De dicha nación dirá que tiene “una sola aristocracia, la aristocracia de los ricos, aristocracia de un día, o de una sola generación, la más antipática, la menos autorizada, la más insoportable de todas las aristocracias posibles”. Y también que es un “país nuevo, sin historia, sin documentación ni antecedentes; país de aluvión formado ayer y hoy mismo de la gente que llega de todos los ámbitos del mundo”.
Para finalizar, hay un resurgimiento de la genealogía como disciplina de la Historia en los últimos veinte años. En esta evolución ha sido clave el volver a situar al individuo como sujeto histórico. La actividad genealógica fundamentalmente nobiliaria no había cesado en ningún momento, pero no tuvo una presencia continua en las facultades universitarias. A este cambio ha contribuido que se demostrara que la opción de hacer exclusivos los paradigmas historiográficos de tipo analítico limitaban enormemente las posibilidades de la ciencia histórica, que se abandonaran ciertos intereses académicos a favor de nuevas corrientes científicas procedentes sobre todo del giro lingüístico y de la mayor autonomía de las humanidades, a un reconocimiento de las posibilidades que tiene la relación sujeto realidad de generar diversos grados de auténtica certeza.
Sigue válida la investigación de la nobleza como principal componente de la ligazón genealógica para la Edad Media. Pero las transformaciones socio políticas de la edad contemporánea en sociedades democráticas, dotadas de derechos y libertades han ampliado el horizonte y contenido de la genealogía. Prácticamente desde el siglo XVI se puede hacer más o menos un estudio genealógico con carácter universal, dependiendo solamente de que se conserve en la actualidad la documentación que con este carácter se generó. Ésta última procede principalmente de los registros sacramentales en el ámbito religioso desde mitad del siglo XVI (aunque algunos lugares como Canarias los tienen desde principios de dicho siglo), o el incremento de la capacidad de obrar de grandes masas sociales que acuden a las escribanías o notarías para formalizar sus negocios (incrementados progresivamente desde el Renacimiento a medida que el progreso económico y social aumenta la cantidad de derechos y obligaciones, negocios y transacciones).
Francisco Fernández de Bethencourt dio un paso importante al hacer la gran recopilación de la nobleza con un espíritu crítico, donde buscó en todo momento una certeza que solo podía proceder del testigo documental. Recogió el testigo de aquellos otros pocos que esporádicamente habían volcado su bien hacer para desterrar la fabulación y la falsedad en la Historia. Su obra monumental sobre la Casa Real Española y su Nobleza ha marcado un hito que todavía no se ha superado en ningún otro lugar del mundo. Su mismo espíritu busca permanecer hoy, pero no de una forma inalterable y pétrea, sino tal como él hizo, adaptándose a los progresos válidos que una época tiene con respecto a la anterior, sin olvidar que ésta existió y existe asumida en la posterior, sin que se pueda olvidar ni suprimir. Hoy en día, a la luz del ejemplo de Francisco Fernández de Bethencourt puede hacerse una genealogía de cualquier familia de la que se posea suficiente documentación. Sobre todo cuando también el ámbito de las ciencias humanísticas se ha ampliado al contemplar diversos ámbitos de la sociedad sin atender a una determinada clase social según la división de la antigüedad. Por todo esto, Francisco Fernández de Bethencourt es justamente considerado como el padre de la genealogía moderna como autor de un punto álgido en la producción genealógica que hasta el día de hoy no ha sido superada. Su camino alcanzó una cima muy alta y lo recorrió muy cerca de nosotros; un itinerario que al cabo de los años hemos olvidado sin considerar el beneficio y provecho del legado que nos ha dejado. La escasa implicación institucional es prueba de ello; la falta de lugares públicos que sean honrados con su nombre es vergonzosa. Por nuestra parte, nobleza obliga y por bien nacidos agradecemos y reconocemos a Francisco Fernández de Bethencourt su trabajo, dedicación y aportación a la genealogía.
Lanzarote le dio vida;
Gran Canaria la palabra;
Tenerife puso ciencia;
y España aportó la trama.
Los premios, por sus méritos;
nuestra deuda, darle fama.
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EL TERROR DE LOS PRINCIPIANTES EN GENEALOGÍA
CRISTINA LÓPEZ-TREJO DÍAZ
Hacer el árbol genealógico de una familia es una tarea larga y llena de complicaciones, decepciones y ¿por qué no decirlo?.¡frustraciones!, aunque bien es verdad que cuando consigues un antepasado, el sentimiento de triunfo no tiene parangón. Y como te sientes alegre, lo comunicas a cualquier familiar o amigo que te acabas de encontrar en la calle pero cuando le trasmites tu felicidad por haber localizado a un pariente lejano que
llevabas buscando varios meses, rápidamente se encargarán de destruir tu alegría. Entonces es cuando escuchas aquello de: ….¿un pariente lejano?........¿y dices que te pasas horas y horas entre documentos antiguos para buscar muertos? ….¡que necesidad!!!!!....
Al principio me dijeron que buscara las partidas de matrimonio para saber quiénes eran los padres y luego con dichos nombres podría buscar el bautismo. A medida que iba pasando por el siglo XIX la cosa fue bien. Yo me decía a mi misma ¡ésto está chupado!,. Pero conforme llegué al XVIII la cosa empezó a complicarse.......¡esta gente no está aquí!!!!!!.....ni rastro de mis antepasados paternos... ¿y ahora? . Volví a revisar los índices de diversos libros y el apellido no aparecía. ¿pero, donde se habían metido?. Miré a mi alrededor como pidiendo auxilio y observé un esbozo de sonrisa de los que estaban cerca de mi. ¿De que se ríen?, pensé. ¡no le veo la gracia!. De repente un “sabiondillo” se acercó y me dijo ¿no lo encuentras?........¿has buscado en el Sagrario?...............¿en el Sagrario???????........¡éste no se entera!, pensé...¿cómo voy a buscar en el Sagrario si mi familia vivía a 60 kilómetros de la Ciudad?. Recogí mis cosas y me marché enfadada.
Al día siguiente decidí irme al pueblo donde había nacido mi madre y sus padres, abandonando momentáneamente la parte paterna que tantas frustraciones me estaba dando. Allí me encontré al lumbrera del día anterior. Me senté y comencé la búsqueda. ¡Que maravilla!....¡no entiendo por qué la gente tarda tanto en hacer su genealogía, con lo rápido que se encuentra todo!
Al mes ya había avanzado bastante pero un día mis antepasados maternos también decidieron esconderse y a partir de entonces comenzó mi calvario. Busqué en los pueblos cercanos ¡y nada!.......¿pero dónde se meten?. Decidí hacer caso al sabiondillo y buscar en el Sagrario pero nada!!!!!!....¡ya sabía yo que aquel no se enteraba de nada!!!!!!!..........encontraba muchos Diegos pero ninguno tenía un padre de apellido Sánchez....decidí guardarme el orgullo y preguntarle a Pepe (así se llamaba el lumbreras que siempre me encontraba en todos los archivos). En realidad descubrí que era una persona encantadora y con muchas ganas de ayudar. Me dijo algo que me sorprendió: “sus padres, no necesariamente tienen que apellidarse Sánchez”. Yo lo miré con incredulidad........”es posible, continuó, que el abuelo o el bisabuelo fuera Sánchez......o quizá Sancho de nombre”......Ay, Dios! ¿y ahora que hago, porque en las partidas matrimoniales ya no vienen los padres de los cónyuges?.......era como si a los curas les molestara registrar el matrimonio.....¡caray, que prisas!!!!!. Con un poco de suerte podías leer “ hijo de Pedro Domínguez y su legítima esposa”..........¿es que la esposa no tenía nombre? ¿y los padres de la novia?....¡ni rastro!!!!. Me enteré que debía buscar otras vías, dispensas matrimoniales, el matrimonio de otro hermano, un testamento, etc, etc.........¡vaya, se acabó lo fácil!
Hoy me levanté llena de enegía, tengo la corazonada que va a ser mi día. Llegué al archivo y solicité el libro primero de bautismo..............¡¡¡¡¡no hay índice!!!!!!...hay que buscar asiento por asiento.........¿y qué dice aquí?....... pero, ¿ésto es castellano?....¡ vaya letrita se gastaba el escribano!.....no entiendo nada!!!!. Me dieron ganas de llorar!!!!!!.......................Cada una de las hojas del libro habían sido alimento de las polillas..........¡mira que si en uno de esos agujeros estaba el registro de mi antepasado?.
Me voy al archivo histórico para consultar un testamento e igualmente me traen unos papeles que dan sentimiento tocar......¡si lo muevo se desmorona!!!!!..........¡imagino cómo debe de estar de gorda la polilla que anduvo por aquí!!!!!!
Me voy al archivo histórico para consultar un testamento e igualmente me traen unos papeles que dan sentimiento tocar......¡si lo muevo se desmorona!!!!!..........¡imagino cómo debe de estar de gorda la polilla que anduvo por aquí!!!!!!
Ayer me llamó un amigo peninsular y me dió la noticia de que se había enterado que tenía unos antepasados canarios. Con mucho entusiasmo me dijo: me gustaría que me hicieras el favor de buscarme a mi antepasado del siglo XVIII, se llamaba Juan Gutiérrez y era de Canarias, es lo único que se!.Está claro que mi amigo desconocía las dificultades que entraña una búsqueda!......podía ser de cualquier isla, de cualquier municipio..........! vamos, que ni me atrevía a perder el tiempo en ir por todas las iglesias de mi isla a buscar a su antepasado.........¡si supiera que llevo más de una década sumergida en legajos antiguos y aún no he terminado la genealogía de mi familia!!!!!!
La genealogía no es fácil pero además de muchas satisfacciones te desarrolla una cualidad que creías habías perdido, la paciencia!!!!!!. A todas las personas que desean realizar su genealogía les aconsejo que no desistan en el primer intento……..todo se andará……con paciencia todo se encuentra……..o no!!!!
La genealogía no es fácil pero además de muchas satisfacciones te desarrolla una cualidad que creías habías perdido, la paciencia!!!!!!. A todas las personas que desean realizar su genealogía les aconsejo que no desistan en el primer intento……..todo se andará……con paciencia todo se encuentra……..o no!!!!
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CUATRO AÑOS CONTIGO
Hace cuatro años decidimos abrir la web GENEALOGIAS CANARIAS y en este tiempo se han escrito más de 200 historias sobre aquellas familias que contribuyeron a cambiar los destinos de las Islas Canarias y de otros lugares de América. Historias que nos ayudan en el largo camino del conocimiento de nuestros antepasados.
Hoy en nuestro cuarto aniversario queremos realizar un agradecimiento a los que han creído en nosotros y nos han ayudado a crear el Encuentro anual de Genealogía Gran Canaria y que en noviembre celebraremos nuevamente con muchas sorpresas .
Gracias a HISPAGEN por concedernos en 2015 el premio MILAGROS LLORENS como el mejor sitio web individual de contenido genealógico. Nuestro agradecimiento al Instituto Canario de Estudios Históricos Rey Fernando Guanarteme por habernos designado socios de número otorgándonos a cada uno, un magnífico diploma dentro del capítulo extraordinario Rey Fernando Guanarteme 2016. ¡¡¡Nos sentimos muy honrados!!!
2016 es un año importante para la Genealogía porque por fin a un canario ilustre como es Francisco Fernández de Bethencourt se le reconoce su gran valía. Una idea que surgió en el II Encuentro de Genealogía Gran Canaria y que se materializó una tarde en Agaete ante un cafecito, cuatro genealogistas y una bonita puesta de sol. A partir de entonces muchas Asociaciones e Instituciones comenzaron a trabajar para promover la figura de tan ilustre canario.
Una mención para los que han contribuído y contribuyen con sus artículos a que nuestra página se lea en distintas partes del mundo. A:
Angelo Rodríguez Calcines (Gran Canaria)
Beatriz Pestana Osuna (Venezuela)
Camilo J. Barrocal Díaz-Flores (Gran Canaria)
Carlos Gaviño de Franchy (Tenerife)
Carmelo J. Santiago Casañas (Tenerife)
Charles Peckham Rosario (Puerto Rico)
Cristina López-Trejo Díaz (Gran Canaria)
Eugenio Egea Molina (Gran Canaria)
Faneque Hernández Bautista (Gran Canaria)
Felipe E. Martín Santiago (Gran Canaria)
Fernando D. Rossi Delgado (Tenerife)
Gustavo A. Trujillo Yánez (Gran Canaria)
Javier Gil Pérez (Gran Canaria)
Jesús E. Rodríguez Calleja (Gran Canaria)
José A. González Marrero (Tenerife)
Juan F. Esteva Navarro (Gran Canaria)
Juan R. García del Campo de Ucedo (Gran Canaria)
Juan R. García Torres (Gran Canaria)
Juanita E. Morúa Miranda (Costa Rica)
Karen Cabrera (EE.UU.)
Leonardo Arencibia Rodríguez (Gran Canaria)
Lola García Cabrera (Huelva)
Miguel Rodríguez Díaz de Quintana (Gran Canaria)
María Castellanos Collins (EE.UU.)
Mercedes Chinea Oliva (Tenerife)
Miguel A. Yánes Luque (Tenerife)
Milagro Bethencourt Cruz (Tenerife)
Néstor A. Hormiga (Uruguay)
Pedro Socorro (Gran Canaria)
Rafael Rodríguez de Castro (Gran Canaria)
Raúl Sánchez Molina (Madrid)
Roberto Hernández Bautista (Fuerteventura)
Y finalmente, y no por ello menos importante, el reconocimiento a todos los seguidores de nuestra web por su constancia y fidelidad.
Eugenio Egea Molina y Cristina López-Trejo Díaz
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FAMILIAS TERORENSES EN EN NOBILIARIO DE CANARIAS
En el programa de actos de la celebración de las fiestas en honor a Ntra. Sra. del Pino, fiesta mayor de la isla de Gran Canaria, tendrá lugar la ponencia: Familias terorenses en el Nobiliario de Canarias, impartida por el genealogista D. Miguel Rodríguez Díaz de Quintana.
Actividad enmarcada en 2016 Año Genealógico Francisco Fernández de Bethencourt.
Se celebrará en el Palacio Episcopal (antigua Casa de la Cultura), el12 de septiembre a las 20 horas.
Organiza:
Se celebrará en el Palacio Episcopal (antigua Casa de la Cultura), el12 de septiembre a las 20 horas.
Organiza:
Iltre. Ayuntamiento de la Villa de Teror.
Colaboran:
Instituto Canario de Estudios Históricos Rey Fernando Guanarteme
Genealogías Canarias.
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RETAZOS DE LA POBLACIÓN DE AGAETE EN EL SIGLO XVI
Dentro del ciclo de los Jueves Culturales organizados por la Concejalía de Cultura, Historia e Identidad del Iltre. Ayuntamiento de la villa de Agaete (Gran Canaria), entidad promotora de 2016 Año Genealógico Francisco Fernández de Bethencourt, el próximo 15 de septiembre tendrá lugar la conferencia"Retazos de la población de Agaete en el siglo XVI. Conocer el pasado para comprender el presente", impartida por D. Rafael Rodríguez de Castro, a celebrar a las 20 horas, en la Sociedad del Valle de Agaete.
Colabora: Genealogías Canarias.
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FRANCISCO FERNÁNDEZ DE BETHENCOURT Y LA GENEALOGÍA CUBANA
Acto académico a celebrar en la Universidad de Miami-Casa Bacardí, organizado por Cuban Genealogy Club of Miami y patrocinado por la National Association of Cuban American Educators:
FRANCISCO FERNÁNDEZ DE BETHENCOURT Y LA GENEALOGÍA CUBANA.
Impartido por el Dr. Juan Luis Sánchez Hernández.
26 de septiembre a las 19 h.
Impartido por el Dr. Juan Luis Sánchez Hernández.
26 de septiembre a las 19 h.
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40º ANIVERSARIO DEL ESCUDO HERÁLDICO DE TACORONTE
Acto, enmarcado en la celebración del "Año Genealógico Francisco Fernández de Béthencourt", de homenaje a D. Manuel López Mederos, Ex-concejal del Ayto. de Tacoronte, impulsor de la aprobación del Escudo Heráldico.
Intervenciones:
“Situación de la Heráldica concejil canaria”, a cargo de Fernando D.Rossi Delgado, Presidente de la Sociedad de Estudios Genealógicos y Heráldicos de Canarias;
“El proceso de adopción del Escudo Heráldico de Tacoronte y el procedimiento actual”, a cargo de Harold Rivero Pérez, Promotor del Acto, Especialista en Protocolo y Ceremonial.
Intervenciones:
“Situación de la Heráldica concejil canaria”, a cargo de Fernando D.Rossi Delgado, Presidente de la Sociedad de Estudios Genealógicos y Heráldicos de Canarias;
“El proceso de adopción del Escudo Heráldico de Tacoronte y el procedimiento actual”, a cargo de Harold Rivero Pérez, Promotor del Acto, Especialista en Protocolo y Ceremonial.
24 septiembre 2016, a las 18,30 h.
C. San Agustín.
Tacoronte. Tenerife.
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AÑO GENEALÓGICO FERNÁNDEZ BETHENCOURT: ACTIVIDADES SEPTIEMBRE 2016
- 12 septiembre:Familias terorenses en el Nobiliario de Canarias por Miguel Rodríguez Díaz de Quintana. Teror, Gran Canaria.
- 15 septiembre:Retazos de la población de Agaete en el siglo XVI por Rafael Rodríguez de Castro. Valle de Agaete, Gran Canaria.
- 24 septiembre:40º Aniversario del escudo heráldico de la ciudad de Tacoronte por Fernando Rossi Delgado y Harold Rivero Pérez. Tacoronte, Tenerife.
- 26 septiembre:Francisco Fernández de Bethencourt y la Genealogía Cubana por Juan Luis Sánchez. Universidad de Miami.
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ASCENDENCIA ESCLAVA AFRICANA: EL PROCESO CONTRA GONZALO HERNÁNDEZ, ALIAS EL CUERVO
FANEQUE HERNÁNDEZ BAUTISTA
JUAN R. GARCÍA TORRES
INTRODUCCIÓN
Dentro de la sociedad de frontera que constituyen las Islas Canarias a comienzos de la Edad Moderna, es una evidencia que el grupo humano más desarraigado lo constituyó la población esclava negra. Los genes no les permitieron pasar desapercibidos, al menos durante algunas generaciones, como sí ocurrió con la población plebeya indígena y con los esclavos moriscos cuyos rasgos no debían de ser muy diferentes a los de los castellanos del sur de la Península después de siete siglos de berberización durante la dominación árabe. Los esclavos negros serán objeto durante siglos de una cruel explotación pero aquí están, formando parte de nosotros, para recordarnos la barbarie de la compraventa de seres humanos, tráfico que ha pervivido hasta tiempos relativamente recientes.
La mayoría de los canarios, entre los que me incluyo, tenemos genes subsaharianos. En mi caso estos alcanzan según el estudio autosómico realizado por la empresa norteamericana 23andme un 1,2% del total de mi genoma. Muchas personas de origen ancestral canario, cuyos estudios genéticos conozco por el hecho de compartir información en la red antedicha, muestran porcentajes similares de negritud en sus respectivos estudios autosómicos, normalmente entre el 1% y el 3 % si bien en algunos casos este índice se aproxima al 5%.
Los aportes de población esclava negra a la población canaria se corresponden básicamente con el siglo XVI y con el auge de la caña de azúcar sobre todo después de la mortandad de indígenas de los años 20 derivada de la epidemia de peste. Las vías de entrada de dicha población, como bien señala Manuel Lobo en su tesis doctoral, fueron los intercambios comerciales con mercaderes portugueses a través de expediciones irregulares de compra de esclavos que se dirigieron a los enclaves portugueses de Cabo Verde, Senegal y Guinea y asimismo los “resgates” o rescates en las costas africanas próximas en los que se intercambiaba cada esclavo berberisco capturado en las cabalgadas que asolaban esos territorios por dos o más negros dependiendo de la jerarquía social del norteafricano.
Si bien la adquisición de esclavos blancos (moriscos) perduró poco en el tiempo, la de esclavos negros se mantuvo durante los siglos XVII y XVIII (en Fuerteventura tenemos constancia de que perdura hasta el siglo XIX) si bien, por lo general, no son consecuencia de nuevas compras o capturas de mercancía humana, que empezaron a escasear, sino por explotación de las ya existentes en el ámbito familiar aprovechando la descendencia de sus propias esclavas, lo que habría de favorecer los ahorramientos, como asimismo por su explotación en verdaderas granjas colectivas donde las esclavas más prolíficas recibirían premios de productividad.
Se ha calculado que se requieren al menos cuatro generaciones para blanquear la descendencia de una persona negra. En el ejemplo que hoy estudiamos han pasado dieciséis generaciones, cuatro veces dicha cantidad, desde la esclava negra que encabeza el cuadro, Ana Guerra, hasta llegar a sus descendientes del siglo XXI entre los que me encuentro, de ahí que personalmente no conserve rasgos fenotípicos de dichos ancestros (eso creo).
Este mestizaje no está muy bien visto por buena parte de los genealogistas que se empeñan en ocultar sus raíces subsaharianas y prefieren interesarse por su ascendencia nobiliaria aun a sabiendas de los frecuentes falseamientos de las informaciones de hidalguía. Algunos aceptan haber tenido sangre subsahariana pero precisando que sus ascendientes no fueron esclavos sino indígenas canarios de tez más oscura (negroides). Ciertamente conozco a algunos aficionados a la genealogía que cuando recibieron un informe genético en el que se les señalaba un linaje materno L3 que identifica, entre otros, su ascendencia materna subsahariana relativizaron incomprensiblemente el asunto señalando que ese haplotipo estaba presente en la población prehispánica sin admitir que con toda probabilidad son descendientes de una esclava negra que lo portaba en los albores de la edad moderna. Nosotros estimamos que buena parte de los genes africanos de la población grancanaria actual procedan de población esclava (blanca y negra) y no de la población indígena.

Bien diferente, y en nuestra opinión discordante con la generalidad, es el caso de mi compañero de investigación genealógica, Juan Ramón García Torres, quien tiene un haplotipo masculino propio en origen de Europa Oriental y uno femenino propio de mujeres de tierras nórdicas. Sin embargo el estudio autosómico nos indica que tiene nula ascendencia africana negra. Resulta incomprensible este dato para nosotros por cuanto tenemos bien contrastado que Juan Ramón es, como yo, descendiente de Gonzalo Hernández, el cuervo, a través del matrimonio formado por su hijo Domingo Hernández y por Catalina de San Juan.
SOBRE LA AFRICANIDAD DE LOS GRANCANARIOS
En el mestizaje de esta isla pesan sin duda muchísimo más los elementos europeos, producto de la colonización, que los elementos africanos, independientemente de que estos provengan de indígenas o de esclavos. En los veinte estudios genéticos de canarios con raíces que manejo (el caso de Juan Ramón García es la excepción que confirma la regla) el porcentaje de africanidad se sitúa entre el 5 y el 10% del total.
Debió pesar mucho sobre esa ascendencia africana la presión migratoria hacia América a lo largo de la Edad Moderna. Queremos decir con esto que los lotes de poblamiento del tributo de sangre se debieron conformar con negros, mulatos y personas de los estratos sociales más bajos. Esto podría contribuir a explicar el fenómeno que señalan los genetistas de decrecimiento durante siglos de los genes africanos masculinos en la población canaria y el mantenimiento de los femeninos. Los emigrantes debieron ser sobre todo varones de los grupos marginales mientras que la migración de tipo familiar que se dirigió a Cuba y Venezuela fue, creemos, algo más propio de la Edad Contemporánea.
En la ascendencia europea de los grancanarios tiene un peso singularmente importante, superior al 80 % del total, la impronta ibérica, no solo la de origen castellano sino también, y de forma bien destacada, la de origen portugués, como seguimos comprobando, linaje tras linaje estudiado, en nuestras investigaciones genealógicas.
Concluimos este apartado planteando que el término iberoafricano podría ser el apropiado para definir desde el punto de vista genético a los canarios de nuestros días del mismo modo que el término iberoamericano es el apropiado para englobar a la mayoría de la población de América Latina. Si desde el punto de vista geográfico somos sin duda africanos y desde el punto de vista cultural somos básicamente europeos, genéticamente constituimos un crisol de poblaciones colonizadoras de Europa meridional (sobre todo de la Península Ibérica) y poblaciones colonizadas o esclavizadas del África noroccidental, incluyendo entre estas a los indígenas canarios supervivientes y a los esclavos berberiscos y negros traídos masivamente de África durante el siglo XVI.
BENDITA Y SACROSANTA INQUISICIÓN
El hallazgo por parte de Juan Ramón García Torres en los fondos inquisitoriales del Museo Canario (ES 35001 AMC/INQ 144.006) del proceso por herejía seguido contra un mulato vecino de Firgas llamado Gonzalo Hernández, alias el cuervo, nos va a permitir ampliar en tres generaciones una línea que teníamos parada hasta este momento en un ancestro llamado Alejos Hernández, vecino de Tenoya. Confirmamos gracias a este hallazgo una prueba más en mi linaje materno de ancestros subsaharianos, de los que me siento tan orgulloso como de los ancestros indígenas o de los colonos europeos.
Alejos resulta ser sin lugar a dudas uno de los hijos del confesante, Gonzalo Hernández, quien nos dice que su hijo contaba con 32 años de edad en 1608 y que estaba ya casado por esa fecha con Juana Rodríguez. Ha nacido por tanto sobre 1576. Alejos es efectivamente el segundo de los siete hijos que declara el confesante y gracias a la obligación que tienen los reos de las cárceles secretas de declarar su genealogía hemos podido efectivamente avanzar tres generaciones más en este linaje con lo que una vez más llegamos hasta el objetivo de alcanzar el año 1500.
PROCESO CONTRA GONZALO HERNÁNDEZ, mulato, alias “el cuervo”, vecino de Firgas, por herejía al afirmar que no existía ni infierno ni purgatorio.
El proceso se desarrolla entre el 13 de octubre de 1606, fecha en la que se produce la testificación en su contra por parte de una vecina de El Bañadero y el 11 de enero de 1608 en que se cumple la penitencia impuesta.
Esta es la maliciosa declaración en su contra realizada por una vecina de El Bañadero ante el inquisidor en su visita a Arucas que destapa la caja de los truenos:
“En el lugar de la villa de Arucas a 19 días de octubre de 1606 estando el señor inquisidor don Pedro Hurtado De Gaviria en su audiencia de la mañana paresció en ella de su voluntad una mujer que dijo llamarse Bastiana María, mujer de Baltasar de Cabrera, maestre de azúcares que vive en el término de esta dicha Villa que dicen el bañadero de la cual fue recibido juramento ... y por descargo de su conciencia viene a decir cómo habrá 4 años, estando esta testigo juntamente con Isabel González, su hermana, mujer de Pedro de Acosta, que Gonzalo Hernández vecino de Firgas, mulato que por mal nombre llaman el Cuervo, estando sentado a la puerta de la casa de esta testigo vinieron a tratar de las limosnas y buenas obras que había hecho el padre Aceytuno, canónigo de la magistral de Canarias que había fallecido, a lo cual esta testigo dijo: “dichoso él que con eso habrá ganado el cielo” y a esto respondió el dicho Gonzalo Hernández que “lo que entiende vuestra merced que hay infierno es fábula, que no hay infierno ni purgatorio, que una ánima detrás de una mata hace su penitencia” y esta testigo le dijo “no siga ,señor, no diga tal ni le oigan sus hijos, no se sigan por eso” y él se calló y después esta testigo y la dicha su hermana se lo contaron a Pedro de Acosta, su cuñado, trabajador, lo que había pasado el cual les dijo después que yendo al molino de Suárez había hablado al dicho Gonzalo Hernández y le había dicho que mirase que aquellas palabras que había dicho eran mal dichas y que el susodicho había respondido que no había dicho tal y que esto es lo que sabe y la verdad por el juramento que hizo y que la dicha su hermana vive al presente en el dragonal en el parral del Ldo. Alfaro y el dicho Gonzalo Hernández vive en el dicho lugar de Firgas y que no lo dice por odio y que es de edad de 42 años...”
Orden de prendimiento dada a conocer por el nuncio Pablo de Quintana:
“En Canaria a 12 días de enero de 1607… Nos los inquisidores...os mandamos a vos don Pedro Sarmiento, alguacil mayor del Santo Oficio de la Inquisición, que, luego que este mandamiento os sea dado, prendáis el cuerpo de Gonzalo Hernández cuervo, mulato, donde quiera que lo halléis aunque sea en monasterio o en lugar sagrado y lo pongáis a buen recaudo en las cárceles secretas de la inquisición…”
Ese mismo día se había producido la calificación del hecho por fray Basilio de Peñalosa con estas palabras: “decir el reo que no hay infierno ni purgatorio es proposición herética así por negar el infierno y purgatorio como por poner sacramento de penitencia después de la vida”
Un año y medio más tarde en septiembre de 1608 se cumple la orden de arresto, fecha en la que Gonzalo es “botado a prisión en las cárceles secretas”. No nos explicamos la dilación. Quizá el hecho de que Gonzalo sea un trabajador de la hacienda de don Pedro Sarmiento, el alguacil mayor de la inquisición, haya podido influir en la tardanza.
Tras su encarcelamiento tiene lugar, en noviembre de 1608, la toma de declaración de los testigos presentados por el fiscal. Primero fue Bastiana María, mujer de Baltasar de Cabrera, quien se ratifica sobre su testificación anterior de 1606. Después lo hace su hermana Isabel González, de 32 años, mujer de Pedro de Acosta quien añade que Gonzalo además de decir que no hay infierno ni purgatorio había dicho textualmente: “No entiendan vuesas mercedes que las ánimas van al purgatorio porque quedan entre nosotros en cualquier rincón...” Se interroga también a Pedro de Acosta, labrador de 42 años, marido de Isabel y a un tal Domingo Hernández.
El reo en la declaración que con posterioridad hace en su defensa contradice las acusaciones diciendo que él no niega el infierno y el purgatorio para los condenados “pero lo que yo dije fue que a veces por permisión de Dios nuestro señor algunas ánimas que morían en gracia le daba su purgatorio en algunos lugares particulares como yo lo he oído decir a personas doctas…”
En diciembre de 1608 el inquisidor Pedro Hurtado de Gaviria envía comisión al padre fray Andrés Rodríguez para tomar declaración a los testigos de la defensa propuestos por el preso que no se encontraban en la ciudad.
En el interrogatorio de tachas el citado fraile tomará declaración a los vecinos de la comarca propuestos por el reo cuyos nombres y edades son los siguientes: Luis González, vecino en El Bañadero, de 37 años; Francisco Suárez, que vive en La Ayraga de 50 años; y a los siguientes vecinos de Firgas: Hernando Luis, de 70 años; Cristóbal de Montesdeoca, de 40 años, cuya esposa, Úrsula de Candelaria, resulta ser prima del reo; Sebastián Marrero, de 40 años; Francisco Marrero, de 25; Juan González, el viejo, de 70 años; Amaro Rodríguez de Las Cuevas, de 28; Alonso Báez, de 34; y Bartolomé González, de 33. Previamente habían sido citados directamente como testigos de la defensa don Pedro Sarmiento, Pedro Gutiérrez, vecino de Moya, y Andrés, el hijo mayor del reo, que al parecer se encontraban en la ciudad.
La comisión dada al fraile demanda que se interrogue a los testigos acerca de las preguntas segunda, cuarta y quinta y no más. Por su interés para desentrañar el caso les transcribiremos sin embargo las seis preguntas que propone Gonzalo Hernández:
Preguntas por parte del reo sobre las tachas de los testigos presentados por parte del fiscal de este Santo Oficio:
- Primeramente sean preguntados los testigos por el conocimiento de las partes litigantes y si conocen a Domingos Hernández y a Sebastiana María y si tienen noticias de esta causa.
- Ítem sean preguntados por las generales y por la edad.
- Ítem si saben que el dicho Domingos Hernández es enemigo capital del dicho Gonzalo
Hernández y le quiere mal y la causa sobre cuál es la enemistad fue que segando los susodichos con otras personas en la hacienda de don Pedro porque el dicho Domingos Hernández no hacía bien y se iba a perder el pan el dicho Gonzalo Hernández lo avisó al dicho don Pedro por lo cual el dicho don Pedro le riñó al dicho Domingos Hernández y lo despidió del trabajo y no le quiso pagar por lo que lo quiere mal de muerte...
![]() |
Iglesia de S, Roque. Firgas |
- Ítem si saben que Sebastiana María asimismo es enemiga del dicho Gonzalo Hernández y le quiere mal porque el dicho Gonzalo Hernández le ha reñido por muchas veces para que no consienta cierto amancebamiento de su hijo hasta decirle que lo debía de consentir por lo que la esclava amiga de su hijo le daba, de lo cual la dicha Sebastiana María lo quiere mal...
- Ítem si saben que la dicha Sebastiana María tiene mala lengua y es maldiciente...
- Ítem si saben que el dicho Gonzalo Hernández por sospecha que tuvo de que estas personas decían que el susodicho decía algunas palabras acerca del lugar del purgatorio les mandó a decir no les levantasen algún testimonio que bien sabían que el dicho Gonzalo Hernández había servido a Dios mejor que ellos...
Las respuestas de los interrogados coinciden en señalar que Gonzalo era un buen cristiano que asistía regularmente a los oficios religiosos y en cuanto a las tachas de los testigos algunos reconocen que el hijo de Bastiana estaba efectivamente amancebado con una esclava. Acerca de Domingo Hernández el otro testigo tachado no se hacen comentarios relevantes pero observamos con sorpresa que así se llama un hijo del confesante.
La sentencia subsiguiente, que consideramos que fue benigna al tenerse en cuenta que algunos testigos de la acusación pudieron actuar impulsados por el odio, quedó reflejada en la siguiente comisión dirigida al fraile Juan de Saavedra:
“En cierto pleito que el fiscal de este Santo Oficio siguió contra el cuervo, vecino del lugar de Firgas en esta isla, se dio y pronunció sentencia definitiva por la cual el susodicho fue condenado entre otras cosas que un día de domingo o fiesta de guardar oiga una misa en forma de penitente en la ermita de San Juan de Ortega del dicho lugar de Firgas. Convendrá que luego que esta reciba vaya al dicho lugar y haga ejecutar y cumplir la dicha penitencia como dicho es que para todo le damos poder y comisión en forma la que en tal caso se requiera, y fecho, nos remitirá testimonio de cómo se ha ejecutado”. En Canaria, a 8 de enero de 1609, Don Pedro Hurtado de Gaviria.
Esta fue, días más tarde, la respuesta del comisionado:
“En cumplimiento de lo mandado por Vuesa Señoría en su comisión que va con esta fui al lugar de Firgas y hoy domingo que se contaron once de este mes dije misa en la ermita de San Juan de Ortega del dicho lugar, la cual doy fe que oyó Gonzalo Cuervo en forma de penitente con una soga al pescuezo, una vela encendida en la mano, destacado en cuerpo y sin cinto, y acabada la misa ofreció la dicha vela con mucha humildad y muestras de penitencia de todo lo cual certifico a Vuestra Señoría ser así verdad y por tal firmo de mi
nombre a 11 de enero de 1609” Fray Juan de Saavedra.
Analizado sucintamente el proceso, pasamos ahora a extractar la declaración genealógica del reo que había tenido lugar a 13 de septiembre de 1608 poco después de su ingreso en las cárceles secretas, una declaración que nos depara el entronque cierto con una mujer esclava de raza negra llamada Ana Guerra, cuyo apellido viene dado por el hecho de ser propiedad de los herederos de Catalina Guerra en su hacienda de Tenoya.
DECLARACIÓN DE LA GENEALOGÍA DE GONZALO HERNÁNDEZ
PADRES:
- Domingo Hernández, labrador, 30 años de difunto, nacido en Portugal cuyos padres eran naturales de Coímbra.
- Francisca Guerra, vecina de Tenoya que hace 20 años que murió y era hija de Gonzalo Hernández, natural de Oporto, y de Ana Guerra.
HERMANOS DE PADRE: No los conoció
HERMANOS DE MADRE:
- Ana del Puerto, mujer de Mateo Pérez labrador vº de Firgas que habrá más de 12 años que murió
HIJOS DE ANA DEL PUERTO:
- Diego Pérez, labrador, criador de ganados, casado con Ana de Siberio en la villa de Guía
- Antonia de Silva difunta habrá 5 o 6 años que murió y fue casada con Juan Martín, viuda en Firgas, y después casó con Anrique de Morales, portero del cabildo de esta ciudad, difunto.
- Catalina Pérez de 60 años casada con Domingo González labrador en Firgas donde ambos viven al presente
- Justa Pérez de edad de 55 años casada con Domingo ¿Pérez? en Tenoya
- Úrsula de Candelaria, de más de 50 años, mujer de Cristóbal de Montesdeoca Santa Ana, labrador vº de Firgas
- María de la Mora, de más de 51 años, doncella que vive con sus hermanos
- Antón Pérez, labrador, y murió en Tenerife habrá 8 o 9 años
HIJOS DE DIEGO PÉREZ:
No los sabe y tiene una muchacha mas no sabe cómo se llama
HIJOS DE ANTONIA DE SILVA Y JUAN MARTÍN:
- Cristóbal Martín de edad de 40 años trabajador y vive en Tenoya en donde está casado con María Hernández su mujer
- Pedro Martín de 36 años trabajador casado en Guía no sabe con quién más de que fue en esta ciudad de Canaria
- Marquesa Hernández, difunta años ha, que fue casada con Miguel Martín.
HIJOS DE ANTONIA DE SILVA Y ANRIQUE DE MORALES:
No tuvieron hijos
HIJOS DE CATALINA PÉREZ:
- Juan González, cañaverero que vive en el barranco seco de esta ciudad casado con María de la O, vecinos de esta ciudad
-Mateo Pérez, cañaverero vive en Arucas de 38 años casado con Susana de Candelaria y en la Vega se crio aunque fue vecina d esta ciudad.
- Martín González, de 35 años, cañaverero en los términos de Arucas y Firgas, soltero.
- Francisco de edad de 16 años que vive con sus padres
- Gracia de edad de 36 y es casada con Simón González labrador en el repartimiento de Firgas y Arucas.
- Ana de edad de 24 doncella que vive con su padre
- Josefa doncella de 18 años.
HIJOS DE JUSTA PÉREZ:
- Juan Pérez de 27, labrador en Arucas, casado en esta ciudad no sabe con quién.
- Bastián de 15 años mozo soltero que vive con su padre
HIJOS DE ÚRSULA DE CANDELARIA:
Clara de16, Ginebra de 12, Juan de 14, y Francisco de 10.
HIJOS DE CRISTÓBAL MARTÍN: Dijo que no tiene hijos
HIJOS DE PEDRO MARTÍN: No tiene
HIJOS DE MARQUESA HDEZ: No tiene
HIJOS DE JUAN GONZÁLEZ: Dijo que ha oído decir que tiene unos niños mas no los conoce ni sabe cómo se llaman.
HIJOS DE MATEO PÉREZ: Dijo que tiene algunos y no sabe cómo se llaman
HIJOS DE GRACIA: Dijo que tiene uno o dos chiquitos y no sabe sus nombres
HIJOS DE JUAN PÉREZ: No sabe que los tenga
HERMANOS DEL CONFESANTE:
- Pedro Hernández, labrador, de 52, casado con Catalina Lorenzo vº y natural de Teror.
- Salvador Domínguez, de 46, labrador, no sabe cómo se llama su mujer.
- María Hernández, de 40 años viuda de Hernando Melián, vecinos de Teror.
- Justa Hernández, viuda de Gonzalo Martín vº de Guía y fue labrador.
HIJOS DE PEDRO HERNÁNDEZ:
- María, doncella de 20, Ana doncella de 16 y dijo que tiene otras dos hijas pequeñas que no sabe sus nombres, Baltasar de 12 o 13 y Juan de 10 que está en casa de su padre.
HIJOS DE SALVADOR DOMÍNGUEZ: No tiene
HIJOS DE MARÍA HDEZ: Ana de 15 doncella.
HIJOS DE JUSTA HDEZ:
Juan de 16 soltero y Ana Martín casada en Guía no sabe su nombre
MUJER DEL CONFESANTE:
Felipa González, natural de Firgas, hija de Gonzalo Yánez con la cual se casó habrá 35 años.
HIJOS DEL CONFESANTE:
- Andrés Hernández, trabajador, de 34, mozo soltero.
- Alejos Hernández de 32 casado con Juana Rodríguez, vecinos de Firgas.
- Domingo Hernández de 30, trabajador, casado en Firgas con Catalina de San Juan.
- Juan de 28 soltero
- Gabriel de 21 soltero
- Manuel de 19 soltero
- María de 15 doncella
Preguntado de qué casta son sus padres y abuelos dijo que de parte de su padre es portugués y descendiente de cristianos viejos y de parte de su madre es descendiente de negros.
NUEVAS Y ESCLARECEDORAS PESQUISAS
16 diciembre de 1522 Ante Cristóbal de San Clemente
“Juan de Siberio, Bernardino de Lezcano, Lope de Mujica y doña Marina de Lezcano, sus hermanos, todos hijos y herederos de Juan de Siberio y de doña Catalina Guerra, su mujer, difuntos, y Diego de Orbaneja en nombre de la señora de doña Ginebra de Mujica mujer del señor Licenciado Juan de Ortiz de Zárate, alcalde de la Corte, asimismo hija y heredera de los dichos Juan de Siberio y de Catalina Guerra su mujer, declaran horas y libres a sus esclavas Antonia, negra de 25 a 30 años, y Ana de color loro de 2 años, madre e hija, a condición de que la dicha Antonia permanezca en el ingenio de Tenoya hasta (en blanco)” Testigos: El prior don Alonso de Vivas y Sancho de Orduña vecinos y estantes.
5 de julio de 1560 Ante Alonso Hdez
“Venta que Domingos Hernández, cañaverero, vecino, hace a Nicolás Jans de todo el azúcar blanco, escumas y reescumas que le pertenecen de los cañaverales que ha curado de Francisca de Salas, viuda de Juan de Siberio, regidor que fue de Gran Canaria y de los cañaverales de Martín de Vera, regidor; azúcares que se han molido este año en el ingenio de Pedro Cerón capitán general de Gran Canaria”. Ts Melchor Felipe, Martín de Vera, regidor, Antonio Lorenzo y Luis de Santa Cruz”. Nicolás Jans. Firma por el otorgante, Martín de Vera.
COMENTARIOS:
- Es solo una entelequia pero es posible que hayamos dado en el primer documento que les mostramos con el ahorramiento de Ana y Antonia, presuntas abuela y bisabuela de Francisca Guerra, la madre del confesante.
- Por otra parte estimamos, a pesar de que hay varios Domingos Hernández de origen portugués que coexisten en la isla por aquellas fechas, que el citado en el documento del año 60, el cañaverero de Juan de Siberio, hijo de doña Catalina Guerra, podría ser el padre del confesante quien habría tenido hijos con Antonia, la esclava que ahorra en 1522, y pocos años después con Ana, la hija de la esclava.
CONTINUIDAD DEL LINAJE A TRAVÉS DE ALEJO HERNÁNDEZ, HIJO DE SU PRIMER MATRIMONIO
(Para facilitar los entronques especialmente a aquellos aficionados a la genealogía que no terminan de aceptar que sangre negra corre por sus venas)
ALEJO HERNÁNDEZ Y JUANA RODRÍGUEZ
Partida de matrimonio Iglesia El Sagrario Las Palmas Libro 2- Nº 272- Año 1606
“En postrero día del dicho mes (31 de enero de 1606) velé a Alejos Hernández hijo de
Gonzalo Hernández y de Philipa González, vecinos de esta ciudad, con Juana Rodríguez, hija de Juan Pérez y Catalina Rodríguez; fueron sus padrinos Pablo Jáimez y su hermana doña Beatriz, fecho ut supra” Joan de Figueredo Mujica.
Fueron velados en el Sagrario Catedral el día 31 de enero de 1606. Consta en la partida que son los padres de ella Juan Pérez y Catalina Rodríguez.
JUAN HERNÁNDEZ Y MARÍA RODRÍGUEZ
Partida de Matrimonio Iglesia El Sagrario - Las Palmas, Libro 3 - Folio 129 - Año 1650.
"Juan Hernández, hijo de Alejos Hernández y de Juana Rodríguez, difuntos, vecinos de Firgas, y María Rodríguez, hija de Diego Rodríguez y de Melchora de los Reyes; fueron casados según orden del santo concilio en 4 días del mes de octubre de 1650 años a las cinco de la tarde poco más o menos, fueron testigos Miguel de Cubas sastre y Luis de Viera, vecino de esta Ciudad, y otros muchos”. Juan de Zurita Zambrana
SALVADOR HERNÁNDEZ Y CATALINA DE ACOSTA
Partida de Matrimonio Iglesia El Sagrario - Las Palmas, Libro 4 - Folio 178 - Año 1678
"Salvador Hernández, hijo legítimo de Juan Hernández difunto y de María Rodríguez, vecinos de Tenoya, y Catalina de Acosta, hija legítima de Gonzalo Hernández difunto y de Isabel de Acosta, vecinos de Tamaraceite, fueron casados según orden de la santa madre iglesia en 21 días del mes de noviembre de 1678 años, fueron testigos presentes Tomas Rivero Miranda, Bernabé Rivero y Matías Rivero vecinos de esta isla y lo firmé”. Miguel Jerónimo Macías.
ÁNGEL DE ARMAS E ISABEL FRANCISCA
Partida de Matrimonio, Iª de San Lorenzo, Libro 1 - Folio 34 Vto. - Año 1701,
“En 26 del mes de junio de 1701 años fueron casados según orden de nuestra Santa Madre Iglesia Ángel de Armas, hijo legítimo de Salvador Hernández y de Catalina de Acosta, vecinos de este lugar en Tenoya, e Isabel Francisca, hija legítima de Baltasar Enríquez, difunto, y de Magdalena de San Pedro, vecinos de este dicho lugar en Tamaraceite, siendo testigos presentes Juan Pérez de la Cruz sacristán de esta iglesia, Pedro Medina alguacil de dicha iglesia, Gaspar Hernández y otras muchas personas vecinos de dicho lugar y se advierte que los dichos contrayentes son parientes en segundo con tercero grado de consanguinidad y tuvieron dispensación de su Señoría Ilustrísima el Señor D. Bernardo de Vicuña y Suazo obispo de estas islas del Consejo de su Majestad mi Señor, su fecha en Garachico en 3 de enero de este presente año, dieron por causas haberse sabido por la fémina contrayente a petición por marido al susodicho ante el juez y (.....) esponsales y porque no quedara disfamada y dispuesta del mundo y los riesgos porque no hallaría otro con quien poderse casar los dispensó su Señoría Ilustrísima todo consta de dicha dispensación a que me remito y para que conste lo firmé.” Juan González Travieso
MARÍA MONTESDEOCA Y BLAS DE ALEMÁN
Partida de Matrimonio Iglesia de San Lorenzo, Libro 1 - Folio 83 Vto - Año 1727.
"En lugar de San Lorenzo en 14 días del mes de abril de 1727 años fueron casados según orden de nuestra Santa Madre Iglesia Blas de Alemán, hijo legítimo de Juan de Alemán y de Tomasa Ruiz de Miranda, y María de Montesdeoca, hija legítima de Ángel de Armas y de Isabel Francisca, vecinos de este lugar y los dichos vecinos del lugar de Gáldar en donde fueron amonestados y con certificación del Bachiller Beneficiado D. Joseph Antonio Cachazo Osorio y habiendo sido amonestados en este lugar y no resultado de una y otra amonestación impedimento canónico los casé siendo testigos Juan (...) vecino de este lugar y Diego de Montesdeoca, vecino de la Ciudad y para que conste lo firmo en dicho día fecho ut supra”. José González Travieso.
TOMASA ALEMÁN Y BARTOLOMÉ DE MIRANDA+
Partida de Matrimonio Iª de Santiago Apóstol de Gáldar, Libro 4 - Folio 125 - Año 1757
"En la villa de Gáldar en 27 días del mes de junio de 1757 años yo Fray Andrés Martín Religioso del orden del seráfico Padre San Francisco con licencia del Venerable Bachiller de esta villa D. Joseph Arturo casé y velé (in facie ecclesiae) a Bartolomé de Miranda, hijo legítimo de Francisco Miranda difunto y de Anna de Quintana y a Tomasa de Alemán hija legítima de Blas de Alemán y de María de Montesdeoca ya difuntos, todos vecinos de esta villa, habiendo precedido las tres amonestaciones en tres días festivos al tiempo del ofertorio de las misas mayores según lo dispuesto por el Santo Concilio y no resultó impedimento que obstase dicho matrimonio, fueron testigos D. Alejandro de Tovar, Diego Hernández y Antonio Gutiérrez que se hallaron presentes y por ser verdad lo firmamos”. Joseph Arturo y Fr. Andres Martin."
JUAN DE MIRANDA ALEMÁN Y ANA DÍAZ DE QUINTANA
Partida de Matrimonio Iª de Santa María de Guía, Libro 7 - Folio 74 vto - Año 1803
"En la Iglesia Parroquial de María Santísima de Guía a 22 de septiembre de 1803 yo el Dr. don Francisco Almeida Beneficiado Servidor de dicha Parroquial habiendo precedido las diligencias de estilo licencias necesarias y tres proclamas acostumbradas de que no resultó impedimento casé y velé in facie ecclesiae a Juan Miranda, hijo legitimo de Bartolomé Miranda y de Tomasa Alemán, difunta, con Ana Díaz hija legitima de José Diaz y de María de Quintana, vecinos y naturales de esta villa, fueron testigos don Francisco Quintana, don Vicente González y otros del referido vecindario, de que doy fe”. Dr. D. Francisco Almeida.
GREGORIO MIRANDA DÍAZ Y JOSEFA GUERRA GODOY
Partida de Matrimonio Iglesia de Santa Maria de Guia, Libro 8 - Folio 15 vto - Año 1827.
"En la Iglesia Parroquial de María Santísima de Guía a 17 de diciembre de 1827, yo D. José Rivero Presbítero con licencia del párroco infrascrito habiendo precedido las diligencias de estilo y tres proclamas que manda el Santo Concilio de Trento sin resulta de impedimento alguno, casé a Gregorio, hijo legitimo de Juan Miranda y de Ana Díaz, con Josefa, hija legitima de Francisco Guerra y Rita Godoy siendo testigos, Juan Miranda, Pedro Gordillo y otros, son todos naturales y vecinos de esta villa, lo firmé con dicho Señor”. José Valdés José Antonio Riberol.
ANDREA MIRANDA GUERRA Y FRANCISCO BAUTISTA QUINTANA
Partida de Matrimonio Iª de Santa María de Guía, L 9 - F 29 vto – Nº 218 - Año 1847
"En la Iglesia Parroquial de María Santísima de Guía a 28 de junio de 1847 años, yo el párroco infrascrito … habiendo precedido una sola amonestación por haber obtenido dispensa de las dos, del Señor Gobernador de este obispado, sin resulta de otro impedimento que el de cuarto grado igual de consanguinidad de que fueron dispensados por el Señor Subdelegado Apostólico don José Sigüenza, casé in facie ecclesiae por palabras de presente que hacen legitimo matrimonio a Francisco de Bautista de veinte y seis años y once meses de estado soltero, hijo legitimo de Francisco Bautista y María Quintana, con Andrea Miranda de catorce años y ocho meses, de estado soltera, hija legítima de Gregorio Miranda y Josefa Guerra todos naturales y vecinos de esta villa, profesion artesano y los unos y los otros residencia en el pueblo, siendo testigos presentes Anselmo Bautista, Ramona Miranda, José Moreno, Juan Rodríguez y otros vecinos todos de la preciada villa, de todo lo que doy fe y lo firmo”. Francisco Herrera.
FRANCISCO BAUTISTA MIRANDA Y SINFORIANA DOMÍNGUEZ DÍAZ
Partida de Matrimonio Iª de Santa María de Guía, L9 – Nº 330- F-107 vto - Año 1878

COLOFÓN
Con la partida de matrimonio y la foto después de casados de mis bisabuelos galdenses, Sinforiana Domínguez y Francisco Bautista, concluimos por hoy la tarea dando a conocer nuestra satisfacción por haber encontrado pruebas fiables de mi ascendencia de esclavos negros de la hacienda de los Guerra de principios del siglo XVI. Espero que estas líneas puedan contribuir a la promoción de nuevos estudios de los genealogistas canarios que desvelen la importancia de la ascendencia esclava en la historia familiar de todos los isleños.
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LAS FAMILIAS TERORENSES EN EL NOBILIARIO DE CANARIAS
MIGUEL RODRÍGUEZ DÍAZ DE QUINTANA
Ponencia impartida en la villa de Teror, el 12 de septiembre de 2016, entre los actos de la fiestas del Pino, enmarcada en la conmemoración del Año Genealógico Francisco Fernández de Bethencourt. Organizado por el Iltre. Ayuntamiento de la Villa de Teror y la colaboración del Instituto Canario de Estudios Históricos Rey Fernando Guanarteme y Genealogías Canarias.
En 1977 tuve la satisfacción de obtener el galardón convocado entonces por el ilustre Ayuntamiento de esta villa, que se conocía por premio literario “González Díaz”. Regía el municipio el alcalde don Antonio Peña Rivero. Más que la prudente aportación económica del concurso, el atractivo estribaba en que el trabajo galardonado iba a ser editado por la docta corporación. Iba a ser mi primer libro publicado, un logro que prácticamente me llenaba de suma complacencia.
Pero la alegría se transformaría con el tiempo en un amargo sinsabor, porque el
manuscrito se extravió después de que doctos intelectuales de esta villa pudieran consultarlo, como se acredita al ser reiteradamente citado en obras posteriores.
Teror desde Zamora, Valleseco. E.Egea |
El trabajo presentado llevaba el título “Los primeros repartimientos de Teror y otras noticias”. Se dividía en dos partes. En la primera, dábamos por primera vez la serie de datas otorgadas en esta villa y sus contornos. Aún no se había publicado el libro que se guarda en El Museo Canario debido al trabajo de transcripción de Manuela Ronquillo y Eduardo Aznar Vallejo. Fernando Inglott Navarro, depositario de fondos del Ayuntamiento de Las Palmas, en cuyas dependencias estaba entonces instalado el referido museo, extractó en 1905 aquellos repartimientos. Por vericuetos del destino el manuscrito llegó a mis manos, y durante largo tiempo estuve en disposición de poseer tan atractiva y única documentación.
La segunda parte del trabajo galardonado era relativa a las principales y más populares familias terorenses. Era, sin proponérmelo, un elenco o repertorio nobiliario que, de manera modestísima, seguía el método trazado por el insigne maestro y llamado príncipe de la genealogía española, el consagrado lanzaroteño, Francisco Fernández de Béthencourt, a quien, con toda justicia, seguimos homenajeando al cumplirse el siglo de su fallecimiento.
La siempre querida villa mariana de Teror sigue siendo la cuna de todas las familias del Archipiélago. Esto lo saben bien los genealogistas canarios, quienes, en sus búsquedas de ascendientes, siempre encuentran una línea, una rama, un entronque procedente, de los Arbejales, del Palmar, o del barranco de las Monagas. Otro signo digno de tener en cuenta fue que aunque no fueran nativos ni pilongos de este lugar, la gran mayoría de familias
isleñas tenían en estos contornos heredades, una finiquita, una casa, unas huertas que les permitían mantener con decencia su estatus, sus familias y sus haciendas.
Antigua pila bautismal. E.Egea |
Volviendo al Nobiliario de Canarias, la obra maestra de Fernández de Béthencourt, principalmente la editada a mediados del siglo pasado por una junta de especialistas, que la pusieron al día, aumentándola, corrigiéndola e ilustrándola, las familias entroncadas en esta villa de Teror tienen, en los cuatro monumentales volúmenes, numerosas referencias. Como casas solariegas principales sobresalen la de Quintana y Falcón. En los textos se complementan con otras tantas de raigambre, como los Díaz del Río, que engloba a más de las tres cuartas partes de la población actual; los Pérez de Villanueva, del Toro y un largo etcétera. Al figurar en aquella serie de textos de la magistral obra la escueta nómina de títulos nobiliarios de Castilla agraciados en nuestras Islas, las familias de la villa de Teror vuelven a ser resaltadas en el Nobiliario de Fernández de Béthencourt. Los Marqueses del Buen Suceso y del Toro, y vizconde previos de San Bernardo, así como la ascendencia de la mujer del Libertador bolivariano, merecieron siempre que se reforzaran los entronques con las numerosas estirpes del patriciado de esta villa que hoy dan su sangre, como dije al principio, a todas las familias de las Islas. Hace años, hicimos un árbol genealógico situando como tronco a una modesta familia de aquí. Y resultó que de ella proceden hoy todos los principales títulos nobiliarios del Archipiélago y las familias del más alto raigambre insular.
Para los genealogistas serios, en sus repertorios genealógicos no existen ricos y pobres, nobles y plebeyos, altos ni bajos; lo que en realidad nos interesa es el aclarar de dónde venimos y cómo se han ido formando todas nuestras generaciones.Por otro lado, hay que mantener que entre todos nosotros existen lazos muy afines de parentesco. Estoy seguro que si se conociese la genealogía de todos los que hoy nos honran aquí con su presencia, nos encontraríamos con un altísimo porcentaje de consanguinidad. Un ejemplo lo comprobé con el libro que escribí el año pasado sobre los Patronos de la Virgen de Teror. En él biografiaba a una serie de personajes vinculados a la efemérides. El tronco inicial de la historia arrancaba, como era lógico, de los Pérez de Villanueva, pues de ellos, y por la rama Quintana, posiblemente la familia más señera de esta comarca, emparenté, a Matías Vega Guerra con don Antonio Socorro Antigua; a monseñor, conmigo mismo; a todos ellos con los propios patronos y camareras de la Virgen: los Manrique de Lara, del Castillo y Escudero, y así con otros tantos linajes de alto y bajo relieve, que para no aburrirles, no menciono. Pero lo que acabo de referir lo aclararé exponiendo, que la madre de don Matías, la aruquense doña Lucía Guerra Marrero de Quintana, procedía de Teror. La bisabuela de don Antonio Socorro, por la rama
de Lantigua, era Paula Díaz de Quintana, hermana de mi tatarabuelo. Y si enfilamos la ascendencia de los Manrique de Lara encontraremos varias veces la misma afinidad de consanguinidad.
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Familia en Teror, finales siglo XIX. FEDAC |
Estoy seguro que muchos de los que nos escuchan no han quedado demasiados convencidos con mis afirmaciones. Suelo, por ello, darles unos datos para ayudarles a comprender la información. De nuestros dos padres, tenemos cuatro abuelos, ocho bisabuelos y dieciséis tatarabuelos cuya suma final nos dan 32 ascendientes. Cuando lleguemos a mil, la siguiente generación la dobla, y así, al llegar, por ejemplo, a la conquista, descendemos de miles y miles de personas, muchísimas más de las que en realidad poblaban en aquel momento el territorio, deduciéndose por ello que al llegar a ese lejano punto todos tenemos por fuerza que poseer un mismo entronque y muchos nexos familiares.
Para hacerlo aún más difícil, les comentaré la anécdota siguiente: Cuando el arquitecto lanzaroteño Carlos Morales Quintana, de los Quintana de aquí, de Teror, de toda la vida, de donde procedió su bisabuelo, contrajo matrimonio con una princesa griega, un tío del novio, gran genealogista y buen amigo, hoy desaparecido, Gerardo Morales Martinón, quiso obsequiar a la pareja con un cuadro genealógico acreditando la consanguinidad de ambos. Hubo, nada más ni nada menos, que siete entronques positivos, que, por gentileza, previamente el pariente los envió a los novios para que eligieran la rama que preferían. Si el hallar esta consanguinidad en personas de tan lejanas procedencias no resultó difícil, como era la de encontrar las existentes entre un conejero dela isla de Lanzarote y una alteza real europea, comprenderán que sin salir del terruño este parentesco, como diría un iletrado, está chupado.
Pues bien, mis queridos primos, para no cansarles con mis averiguaciones, pasemos a la segunda parte de aquel premio González Díaz ganado en 1977 y relativo a las más generalizadas familias de esta villa de Teror. Lógicamente no están todas. Pretendíamos incluir en aquella ocasión a las más antiguas e históricas. Empezábamos en aquellos ya lejanos años a reseñarlas por orden alfabético. Se inicia con los Acosta, de procedencia portuguesa y de eminente actividad mercantil. En el transcurso de los siglos dieron los Acosta terorenses hijos ilustres a la comarca, como alcaldes, magistrados, relatores y fiscales. Miembros de esta estirpe mariana tienen calles rotuladas en Granada. Hoy nos honra con su presencia descendientes de esta ilustre saga. Siguen en nuestra exposición los Álvarez, muy extendidos y también, la mayoría, de origen portugués. La letra A de nuestro diccionario se ilustraba con la gran familia Arencibia, que por nuestra peculiar manera canaria de hablar, desvirtuamos el apellido, trastocando su verdadera fonética de Arancibia por la actual denominación. Miguel de Arancibia fue un escribano vasco por aquí establecido. Una montaña de estos contornos lleva su apellido. Uno de sus hijos, Baltasar, fue un héroe con motivo de la invasión del holandés van de Does y murió, junto con el cura terorense, Juan Rivero, en los arenales de Santa Catalina de nuestra ciudad.
En la letra B nos deteníamos fugazmente en los apellidos Bayón y Boza, que tuvieron aquí singularidad en épocas pasadas. El primero es asturianos y el segundo portugués.
Seguíamos con los Cabrera, otra de las grandes familias que han merecido que Fernández de Bethencourt la destacara en su Nobiliario de Canarias. El apellido es el linaje español más antiguo de las Islas Canarias, razón por lo que está extendido prolificamente en todas ellas. Alonso de Cabrera Solier, nuestro más antiguo ascendiente, era, por línea ilegitima, descendientes de los reyes de Castilla y de León y pariente cercano de Fernando el Católico. Con este entronque, los canarios nos podemos vincular con muchos los santos y reyes de Europa.
Lugar del Pino Santo. C. López |
Los Cárdenes, pertenecen a otra de las familias populares de estos contornos. Complicadísima en sus orígenes, dicho sea de paso. Procedió de Sevilla, y al igual que los Arencibia, los isleños transformamos su original de Cárdenas, por la actual denominación. Por ello solo existen en estas Islas, y de la que dije antes que proceden la mayoría de la familias que ostentan títulos nobiliarios en nuestro Archipiélago, a más de doctos clérigos y altos dignatarios de la Iglesia. Los orígenes terorenses de los Cárdenes se mezclan con aborígenes de las dos islas principales e inteligentes y emprendedores sujetos de color del vecino continente africano.
Seguimos con los Déniz, de gran solera aquí. Su origen, como tantos otros de la comarca, es portugués, y traduciéndolo a lengua española se refiere a que es el nombre propio de Dionisio.
El apellido Díaz, patronímico también de numerosas procedencias, tienen los de Teror alta representatividad que engloba a los del Río y Domínguez por aquellas antiguas leyes matriarcales isleñas. El salmantino Bartolomé Díaz del Río contrae matrimonio con Juana Domínguez, una terorense de origen portugués. El matrimonio tuvo catorce hijos, la mayoría de partos dobles, y entre cuyos vástagos se repartieron los apellidos de padres y abuelos. De ellos descienden numerosa población insular, y uno de sus sucesores es el que aquí les habla. Se destacaron como médicos curanderos, espabilados para las labores de la tierra y para sacar el mejor rendimiento de sus ganados.
Entroncados estos Díaz con los Domínguez, también de origen lusitano y llamados así por provenir del nombre propio de Domingo, hoy figura este apellido como uno de los más singulares y extendidos de nuestra Isla, especialmente en esta villa mariana.
Los apellidados Falcón llegaron de Montehermoso, localidad cerca de Coria, en Cáceres. En el siglo XVI hubo una gran corriente extremeña en nuestras islas y un gran número de ella se asentó aquí, en Teror. Los Falcón de Teror fueron los que dieron el origen de este linaje al resto del Archipiélago. En sus inicios fue una familia importante, fundaron mayorazgos, vínculos y ermitas y rotularon con su nombre referencias geográficas. Varios Falcones ostentaron en numerosas ocasiones la alcaldía real de la villa.
Prosiguiendo con la G llegamos a los González, Grimón y Guerra. Los primeros proceden del nombre propio de Gonzalo y la mayoría son también de origen portugués, mientras que Grimón llegó de Namur, en Bélgica, apellido famoso en su historia por contar con un ilustrado abad que fue enviado por el emperador de Alemania al papa San Gregorio para entregarle las llaves del sepulcro de San Pedro. En Canarias proceden del flamenco Jorge Grimón, conquistador de Tenerife. Desciende de este ilustre linaje nuestro amigo y compañero en múltiples tareas históricas, el versado y documentado doctor, Vicente Suárez Grimón, que nos honra esta tarde con su presencia. De las familias apellidadas Guerra hay varios orígenes, sobresaliendo los que nos llegó de las Montañas de Santander.
De los Hernández y Henríquez, ambos asimismo de Portugal y derivadas sus filiaciones de los nombres propios de Hernando y Enrique. De los dos existe hoy numerosa descendencia. Curiosamente, muchos de nuestros apellidos autóctonos traían por varonía el citado linaje de Hernández, pero con el tiempo se fueron conociendo por el distintivo, bien familiar, mote o procedencia. Así vemos, por ejemplo, como los Hernández, establecidos en el
pago de las Monagas, fueron luego Monagas; los Hernández, alias apolinarios, fueron luego Apolinario a secas; los Hernández Socorro, llegaron a ser sólo Socorro; los Hernández Penichet se significarían posteriormente por Penichet, y los Hernández, moteados por los chiles, fueron luego Chil, de donde procedió el culto y desprendido doctor, don Gregorio Chil Naranjo, fundador de El Museo Canario. Los Henríquez terorenses pueden presumir de haber ingresado en la orden de Carlos III y acreditar una buena limpieza de sangre, como se desprende de las certificaciones expedidas por aquel temido tribunal del Santo Oficio de la Inquisición.
Barranco de Lezcano. E.Egea |
Refiriéndonos a la letra M, encontramos entre las familias más singulares de esta villa a los Marrero, los citados Monagas y los Montes de Oca. El primero procedió de Portugal, pero en la vecina nación prácticamente no existe como apellido, pues aquí se originó del cargo profesional de pobladores. Traduciendo Marrero a nuestro idioma expresa decir algo así como medidor de arias, marcador de límites en los terrenos o agrimensor.
Sobre los Monagas ya hemos referido que se trataba de una familia Hernández avecindada en Valleseco, en el caserío del término que respondía por este topónimo geográfico que colinda con los del Sobradillo y Zamora. El origen de su significado no queda debidamente aclarado. Se llegó a decir que era una especie de hierba salvaje que abundaba en el barranco que da su nombre y de ahí la denominación. De este singular apellido nacido en la isla proceden los marqueses del Buen Suceso y dos presidentes de la República de Venezuela, que abolieron en esta parte de América la esclavitud y en donde, además, existe el llamado estado de Monagas, con quien el municipio de Valleseco se llegó a hermanar en la década de 1980. Destacó también esta familia en los anales terorenses por ser sus miembros quienes dieron las primeras noticias de la caída del famoso pino donde apareció la Virgen y, además, por protagonizar uno de los episodios más novelescos y conmovedores de su historia, en donde se mezclan abordajes, raptos, embarazos en la africana Argel, mazmorras, huidas, rescates y reclamaciones de paternidad. Los Montes de Oca, llegados de Villafranca de Burgos, destacaron como maestros de buques y agricultores, emparentados a su llegada con la población indígena por medio de sus mujeres, y luego se repartieron por el norte y medianías de Gran Canaria.
Los Naranjo figuraron en los primeros tiempos como otro de los grandes linajes del patriarcado insular, muy vinculados sus miembros varones a la Inquisición canaria. Procedieron de Huelva, y al igual que otros pobladores, el andaluz se enlazó a su llegada con una canaria nativa. La importancia de este apellido hizo que se adoptara tanto por línea masculina como femenina. De ahí que es otra de las estirpes que engloban a más de las tres cuartas partes de la población del Archipiélago. Un trabajo en dos tomos realizado hace más de 20 años sobre esta familia, es una de las obras más solicitadas y fotocopiadas en El Museo Canario por sus visitantes, demostrando, su frecuente consulta, la enorme vinculación de los isleños con esta singular saga que procedió de Andalucía.
Los Navarro, montañeses, y muy enlazados desde antiguo con los Naranjo, también forman parte de los apellidos más señeros de esta comarca. Su vinculación con el Tribunal inquisitorial fue, de igual modo, muy señalado. Ambos linajes dieron muchos clérigos a la Iglesia canaria y aquí Teror destacó un Manuel Navarro del Castillo, que dejó a finales del siglo XVIII bienes para la enseñanza e ilustración de sus vecinos.
Mientras que los de la Nuez, últimos de la letra que llevamos mencionando, llegaron a Canarias procedentes de Génova, aunque parece que a su vez eran de procedencia española, establecidos durante la Edad Media en aquella región con motivo de la participación en las Cruzadas y asentarse en la república las bases de su potencia comercial en el Mediterráneo.
Los Pérez forman parte de la larga nómina de apellidos patronímicos y por tanto de muy difícil generalización. Los de aquí llevaron compuesto el de Villanueva, por su lugar andaluza de procedencia. Los textos históricos terorenses hablan extensamente de Juan Pérez de Villanueva, a quien se señala de fundador de la villa y autor de la donación a la iglesia de la actual Virgen del Pino para sustituir a la primitiva de la milagrosa aparición. Por este Juan Pérez de Villanueva, muchísimos de los que hoy estamos aquí podemos emparentarnos. De él, y como dije antes, proceden Matías Vega, monseñor Socorro Lantigua, todos los Manrique de Lara, del Castillo, Egea, López-Trejo y el que aquí les habla, no incluyendo a otros muchos conocidos de todos ustedes para no alarga la extensa nómina.
Los Pulido son de origen castellano, aunque hubo una familia de Las Palmas, de origen inclusero, que destacaba por ir siempre aseada y pulida, dándole el vecindario a sus miembros el mote de los pulidos, por lo que, según me refirió personalmente uno de ellos, el nombrete lo adoptaron luego por apellido. Mientras que los Peñate, son de un arranque canario. Se formó aquí. No existe en ninguno otro lugar la referencia onomástica, salvo que se trasladara de Canarias. Se cree que es una deformación del linaje Peña, y que se moteara luego con el actual apelativo.
Quevedo y Quintana, los dos castellanos. El segundo tantas veces citado hoy aquí, procedió de Burgos. A la conquista vinieron dos hermanos, Juan y Bartolomé de Quintana, de 14 y 15 años de edad, respectivamente. A Bartolomé lo mató una pedrada que le asestó con puntería un guanche en la boca, en las inmediaciones del barranco de Tirajana, que de inmediato lo dejó sin dentadura. De Juan descendemos todos los Quintana del Archipiélago. Mujeriego empedernido, tuvo numerosos hijos con dos doncellas nativas. Su inteligencia y buena hacienda hizo que su prole destacará en los medios sociales y económicos de nuestra Isla. Un nieto de Juan, llamado Blas, fue el que se establece en Teror, casado con una de las hijas de Juan Pérez de Villanueva, Isabel, que será la primera camarera de Nuestra Señora la Virgen del Pino y nuestra entrañable antepasada. El apellido era tan apreciado, porque además el que se timbraba Quintana estaba exento de pagar tributo a la hacienda pública al presumir de hidalguía, por eso tanto hombres como mujeres del linaje se acogían a él. De ahí la proliferación tan enorme de los Quintana en Canarias. Como anécdota referir que una quinta se refiere a una casa. Quintana, por tanto, expresa decir toda una manzana edificada. Solo en Canarias se dice Quintana. En la península se suele decir fulanito de la Quintana.
Para ir concluyendo nos detenemos ahora en Río y Rivero. Del primero ya hablamos porque procedió unido al de Díaz. Simplificado se generalizó más en la Vega de Santa Brígida y en la ciudad de Las Palmas. Aquí destacaron los Domínguez del Río, cofundadores luego del pueblo de Ingenio por establecerse allí fuerzas locales procedentes de esta villa (el primer cura párroco y el primer jefe del destacamento militar). Mientras que los Rivero también procedieron de Portugal, concretamente de un lugar conocido por Arifana de Santa María. Su aureola histórica se destaca con la muerte heroica del sacerdote de la iglesia, Juan Rivero, quien enarbolando una bandera con la efigie de la Virgen del Pino encabezó el batallón de milicias que acudió a socorrer a la ciudad cuando en julio de 1599 fue asaltada por los holandeses al mando del almirante Piter van de Does. Los canarios vencieron a los invasores en los Arenales de Santa Catalina, justo donde está, curiosamente, la iglesia de Santa María del Pino, a espaldas del Corte Ingles. Sin embargo, Juan Rivero murió durante la refriega. Por cierto, se dice que antes de ausentarse de la villa el cura escondió los libros sacramentales de la parroquia para evitar su perdida, y luego acabaron por desaparecer.
Sánchez, Sarmiento, Socorro y Suárez, son los apellidos de esta letra generalizados en la comarca desde viejos tiempos. Los Sánchez de Teror y Telde son, mayormente, andaluces. Sarmiento es gallego y su origen está aromado de reyes, ricohombres y poseedores de derechos de conquista. La línea de Canarias que es la establecida posteriormente en Teror, arranca del señorío insular y de los hijos de los señores propietarios de las Islas, doña Inés Peraza de Ayala y su marido Diego García de Herrera. La más joven de sus vástagos fue doña Constanza Sarmiento, ofrecida en matrimonio a Pedro Fernández de Saavedra, otro de los poderosos de la primera población establecido en Lanzarote. La rica hembra, doña Fabiana Sarmiento, será la progenitora de este noble apellido en la comarca terorense y del vecino municipio de Valleseco. Mientras que Socorro forma parte de la serie de linajes autóctonos y devocionarios de nuestra isla. Ya dijimos que era una familia apellida Hernández, de Tirajana, que bautizaron a uno de sus hijos en Tejeda, imponiéndole en las aguas del Jordán la filiación de la Virgen del lugar. Así es como Sebastián del Socorro Hernández fue el autor de dejar su segundo nombre como apellido, del que procede, no hace falta recordarlo, la gran figura de monseñor, el celoso y fiel guardián de Nuestra Señora del Pino, don Antonio Socorro.
Refiriéndonos a los Suárez, el nuestro procedió de Albaida, en Andalucía, y cuenta en nuestras islas con gran arraigo, especialmente cuando durante siglos exhibió unidas la referencias Suárez-Carreño.
Llegamos, finalizando la lista de los linajes, a Toro, Travieso y Troya. El del Toro, también de singular apreciación en los medios históricos de este lugar, procedió de Castilla. Su insigne progenitor fue el capitán Sebastián del Toro, un viudo que ya se encuentra establecido con dos hijos en la isla en 1544, fecha en que se le concede la merced de 30 fanegadas de tierra para plantar en Teror, lindando la merced con las de Villanueva, y junto al lugar de la llamada Laguna “donde queman las cabras de Escobedo” -dice el documento. La descendencia femenina de estos del Toro tenían el privilegio de limpiar la iglesia de Teror, un requisito que entonces era una distinción y estaba controlado y autorizado por la Diócesis.
Plaza Teresa deBolívar. E.Egea |
Los apellidados Traviesos llegaron de Portugal y su arraigo con Teror en los primeros tiempos fue de igual modo notable. Lo mismo ocurrió con los Troya, de singular procedencia sevillana, ya que arrancan del fogoso clérigo Juan de Troya, a quien el Cabildo Catedral le encomendó la anexión de la entonces pequeña ermita de Santa María de Terore a la iglesia de Santa Ana allá por la década de 1510, y siendo obispo don Fernando de Arce. Las troyanas deben su nombre a esta singular familia de exuberantes y sensuales damas que gracias a los estímulos dispensados por las féminas cambiaron en muchas ocasiones el rumbo de los acontecimientos de la comarca.
Terminaremos nuestro elenco ilustre reseñando a los linajes Vergara y Yánez, últimos de nuestro abreviado abecedario señorial. Los primeros, hoy desaparecidos, de noble y arraigada procedencia vasca, llenaron con sus hechos y virtudes las crónicas de esta villa durante los siglos XVI y XVII, y aunque su filiación haya desaparecido, esta familia dio origen a las emblemáticas propiedades de Osorio y al patrimonio que hoy disfrutan los Manrique de Lara. El blasón de los Vergara campea en todas las labras nobiliarias de la citada estirpe.
Yánez es asimismo portugués. La ascendencia lusitana en nuestra islas es posiblemente más numerosa que la castellana. Los ingenios azucareros de la primitiva industria y la cercanía con los archipiélagos y nación portuguesa propiciaron el masivo avecindamiento en nuestras costas de tantos hijos del vecino país. De aquel lejano labrador portugués, llamado en su lengua Alonsianes, procede gran parte de la dilatada descendencia terorense que ha llegado hasta nuestros días, aunque existe otra rama muy numerosa que se asentó en Teror procedente del valle de La Orotava. Por cierto, los primitivos Yánes se oponían a que la terminación de su apellido concluyera con zeta.
No podía cerrar nuestro modesto nobiliario si no mencionáramos que en Argentina, Cuba y Venezuela existe el apellido Teror. También el de Arucas, que aquí no existen, pero que fueron extendiéndose en aquellas repúblicas por hijos de estas localidades que iban siendo más conocidos por sus respectivo lugares de origen que por sus verdaderas identidades. De igual modo, conocí en Uruguay a un taxista que llevaba de apellido el de canario, Diego Canario Sierra. Al dialogar, me dijo que estaba convencido que era descendiente de los isleños fundadores de aquel país. Así ha ocurrido con otra serie de linajes de procedencia extranjera, que en sus localidades no tienen significación, pero sí mucha en Canarias a raíz del establecimiento, como lo acreditan, por ejemplo, las filiaciones de Artiles (diminutivo del nombre propio de Arnoldo, en Flandes), Dorta, Curbelo (relativo a la familia de los cuervos en lengua portuguesa) Armas, Negrín, Penichet (nombre de una ciudad costera de la región centro de Portugal), y otros tanto que ahora no nos llegan a la memoria, pero que en las comarcas de las que procedieron no suelen contar con estas referencias.
Esto ha sido, queridos amigos, o parientes, a grosso modo, lo que posiblemente don Francisco Fernández de Béthencourt podía incluir en sus célebres reseñas genealógicas. Que este breve repaso sirva para seguir manteniendo su memoria y el afecto y consideración que todos los genealogistas del Archipiélago le debemos
Muchas gracias.
Teror, 12 de septiembre del Año Genealógico Francisco Fernández de Bethencourt
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III ENCUENTRO DE GENEALOGÍA GRAN CANARIA
HOMENAJE A FRANCISCO FERNÁNDEZ DE BETHENCOURT

Esta edición, tenemos una interesante propuesta con planteamientos genealógicos novedosos, desde un enfoque interdisciplinar, acompañados de un excelente plantel de conferenciantes.
En noviembre.
En noviembre.
Información: genealogiascanarias@gmail.com
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FRANCISCO FERNÁNDEZ DE BETHENCOURT Y LA GENEALOGÍA CUBANA
JUAN LUIS SÁNCHEZ HERNÁNDEZ GAMBOA
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Acto académico, celebrado el 3 de octubre de 2016, en la Universidad de Miami-Casa Bacardí-Instuto de Estudios Cubanos, organizado por Cuban Genealogy Club of Miami y patrocinado por la National Association of Cuban American Educators, dentro de los eventos conmemorativos de 2016 Año Genealógico Francisco Fernández de Bethencourt.

El contenido completo de la conferencia, en el siguiente enlace:
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AGÜIMES, 1606. TESTIFICACIONES ANTE EL SEÑOR INQUISIDOR
JUAN R. GARCÍA TORRES
FANEQUE HERNÁNDEZ BAUTISTA
A la busca de herejes a mediados de 1606 empieza su recorrido por la isla de Gran Canaria el nuevo inquisidor de quien tenemos constancia de que está en la isla al menos desde 1603. La llegada a cada localidad visitada está precedida de la lectura y publicación durante la misa dominical por parte del párroco de un edicto por el que se anuncia la pena de excomunión a los que no declaren los hechos contra la fe de los que hubieran sido testigos o protagonistas.
FANEQUE HERNÁNDEZ BAUTISTA
Artículo publicado en el nº 4 de la Revista del Consejo de Patrimonio Histórico de Agüimes
INTRODUCCIÓN
ES 35001 AMC/INQ 019.001 CAJA 19
Con esta signatura se conserva en el Museo Canario un documento titulado: “Testificaciones de la visita que hizo en la ciudad de Telde y las demás villas y lugares de
esta isla de Canaria el señor inquisidor doctor don Pedro Hurtado de Gaviria”
esta isla de Canaria el señor inquisidor doctor don Pedro Hurtado de Gaviria”
El vasco Pedro Hurtado de Gaviria, natural de Bergara, dirigió el Santo Oficio en Canarias en la primera década del siglo XVII y posteriormente ejercería el cargo de inquisidor general en Palencia, Granada y Logroño. También perteneció al Consejo Supremo del Santo Oficio en otras áreas: juez de bienes confiscados, comisario de cuentas, fiscal, y finalmente inquisidor apostólico.
En junio la comitiva inquisitorial se detuvo durante más de un mes en Telde. En septiembre después de un descanso estival continúa sus tareas en Gáldar y Guía. En octubre está por Arucas y Teror, localidad en la que se le acumula el trabajo. A fines de octubre y principios de noviembre desarrolla sus tareas en La Vega de Santa Brígida para llegar a la Villa de Agüimes el lunes día 4 de noviembre de 1606. Previamente, en la misa del domingo día 3 se había procedido a la lectura y publicación del correspondiente edicto en la iglesia de San Sebastián.
Al día siguiente comienzan las audiencias en Agüimes. Fueron nueve las testificaciones realizadas entre el martes 5 y el sábado 9 de este mes de noviembre de 1606. Tan solo una hubo el primer día; una también el segundo día, para incrementarse a partir del tercero. Son dos las testificaciones del día 7, tres las del día 8 y dos las del sábado día 9. En comparación con las demás villas visitadas el número de declarantes es corto así como es leve la entidad de los delitos contra la fe denunciados. No hay casos graves de hechicería ni de mantenimiento de prácticas heréticas. A lo sumo se detecta el mantenimiento de algunas supersticiones, algunas infracciones del ayuno cuaresmal o de los viernes en mujeres que crían hijos y también algunas blasfemias dirigidas a determinadas vecinas que se quieren casar o que se han casado con moriscos. Como máximas transgresiones, según la estricta moralidad de la época, citaremos la solicitación consumada por un fraile, el padre Castro, sobre una de sus feligresas, doña Beatriz, una dama de alcurnia del barrio del Ingenio y la proposición herética de un pastor morisco llamado Gaspar Cabrera que se burla de la obligación del ayuno cuaresmal.
En este trabajo, nada pretencioso, les mostraremos un extracto de cada una de las nueve testificaciones que hacen los vecinos de Agüimes y a continuación intercalaremos unas notas genealógicas, que pueden aparecer agrupadas cuando coinciden los declarantes, en las que presentamos a denunciantes y denunciados haciendo mención de quiénes fueron sus ascendientes hasta llegar, cuando ha sido posible, hasta los primeros pobladores del Señorío, vecinos de Agüimes de uno y otro lado del Guayadeque de los que con toda probabilidad provienen los habitantes de la comarca grancanaria del sureste en la actualidad.
TESTIFICACIÓN nº 1
“En la villa de Agüimes a 5 de noviembre de 1606 Marcelina de Tovilleja de 30 años, mujer de Pedro Cazorla, labrador, vecino de esta dicha villa…dijo... cómo habrá poco menos de un año y medio que tratando a los vecinos de esta dicha villa de ir en procesión a la ermita de Nuestra Señora de Candelaria que está en el Ingenio término de esta dicha villa y llevar la imagen de Nuestra Señora del Rosario y traer la de Candelaria por la necesidad de agua que había, después mudaron de parecer y fueron a la dicha ermita en procesión y trajeron la dicha imagen de Candelaria sin dejar allá la del Rosario sino una imagen de un crucifijo que tenían en la sacristía muy antiguo y esta testigo yendo en la dicha procesión dijo que traían a la dicha ermita lo que tenían desechado en su sacristía lo cual dijo este testigo deseando que ya que les llevaban la imagen de Candelaria les dejasen otra de manera que se acordasen de volver por ella y devolverles la que llevaban y después acá ha entendido esta testigo que algunas mujeres que se lo debieron de oír se habían escandalizado por lo cual dieron aviso de lo que pasaba a fray Basilio de Peñalosa calificador del Santo Oficio para que lo comunicase al Santo Oficio y escribió una carta de que hizo presentación en la cual avisa que lo ha comunicado y que no había que tener cuidado de ello pero con todo eso ha querido venir a declararlo para que si en alguna cosa fuere culpada se use con ella de la misericordia que en este Santo Oficio acostumbra...”
NOTAS GENEALÓGICAS (T1)
Marcelina de Tobilleja, la vecina del barrio del Ingenio que se queja porque se llevan en procesión hasta Agüimes a la imagen de la Candelaria, ha nacido sobre 1576 y es la hija del hacendado cañaverero Francisco de Tobilleja y de su esposa Catalina de Castro. Sus abuelos maternos son Francisco Hernández y Mencía de Castro y sus abuelos paternos el poblador Bartolomé de Tubillejas, nacido en torno a 1508 y Felipa López, la hija del portugués Juan López Feo, el viejo.
El origen del apellido toponímico nos lleva hasta la localidad de Tubilleja o Tovilleja en la provincia de Burgos, en su comarca norteña de las Merindades, que es el lugar de donde proceden remotamente los de este apellido, si bien hay que precisar que los apellidos de los repobladores de las islas saltaron en general desde Andalucía después de un tiempo, que pudo suponer varias generaciones, de asentamiento de sus familias en los territorios del suroeste de la Península.
Su marido, Pedro Cazorla, es hijo de Bartolomé Cazorla y de María Ortiz, siendo sus abuelos maternos Francisco Yánez e Isabel Perdomo y sus abuelos paternos Melchor Hernández y Leonor de la Peña. Conocemos asimismo a la bisabuela paterna-paterna de Pedro Cazorla. Su nombre es Lucia Hernández, indígena canaria, a quien nosotros suponemos casada con un poblador llamado Bartolomé Cazorla de ahí el apellido de su bisnieto.
El apellido toponímico Cazorla que porta el marido de Marcelina nos lleva hasta Andalucía, hasta la sierra jienense. Como muy bien ha sido estudiado por Rafael Rodríguez de Castro, una familia de dicha procedencia, formada por Pedro Castellano, por su esposa Guiomar y por sus dos hijas arriba a Agüimes poco después del 1500.
Una persona del mismo nombre y apellido que el cabeza de esta familia, natural de Cazorla y vecino de Baza, consta en Cebrián Latasa, como conquistador de Gran Canaria. Del tal Pedro Castellano nos dice este autor que abandonó la isla tras la conquista y que pasó a la de Granada. Quizás el padre de Melchor Hernández sea un hijo natural o un criado del dicho Pedro Castellano quien habría regresado a la isla años después con su familia huyendo de las persecuciones contra los judíos.
A los interesados en profundizar en la biografía de estos personajes de apellido Tobilleja y Cazorla les recomendamos que consulten los exhaustivos trabajos de Rafael Rodríguez de Castro: “Origen y formación de.la población de Ingenio” y también “Familias judías en el Señorío de Agüimes”, ambos centrados en la historia familiar de la comarca en la primera mitad del siglo XVI que se pueden encontrar en el blog Genealogías Canarias.
TESTIFICACIÓN Nº 2
“En la villa de Agüimes a 6 de noviembre de 1606 doña Beatriz Cabeza de Vaca, de 34 años, mujer de Marcos de Tuvilleja que vive en el Ingenio, término de esta dicha villa...dijo...cómo habrá diez años poco más o menos que estando esta testigo reñida con el dicho su marido llegó a ella Elena, negra, esclava de Juana de Trejo, y le dijo que para que tuviese paz con el dicho su marido le dijese mirándole a la cara estas palabras: “Con tres te miro, con dos te prendo corazón de puerco y mano de hombre muerto” y que esto le había enseñado Catalina Denis, mulata o negra que ahora está en la ciudad. Esta testigo como moza e ignorante dijo dos o tres veces las dichas palabras al dicho su marido con intento de tener paz con él y la dicha Elena le dijo que le traería otras cosas para el dicho efecto y esta no quiso que se las trajese… y asimismo declara que habrá seis años poco más o menos que estando una cuaresma confesando en la ermita de Candelaria del dicho Ingenio el Padre Castro que es un fraile mozo de la Orden del Señor San Francisco esta le dijo que se quería ir a confesar con él y le respondió que fuese a la dicha ermita en acabando de comer y así esta fue a la dicha hora con intento de confesarse y halló solo al dicho fraile y comenzaron algunas pláticas y el susodicho le dijo algunas razones amorosas, la abrazó y vejó y tuvo acceso carnal con esta testigo en la dicha iglesia lo cual fue sin consentimiento de esta testigo por no poder más y estar sola con él en la dicha ermita como dicho tiene y así se salió sin confesar...”
NOTAS GENEALÓGICAS (T2)
Marcos de Tobilleja es un tío paterno de Marcelina, la primera declarante, hijo del poblador Bartolomé de Tobilleja y de su esposa Felipa López cuya ascendencia ya ha sido comentada.
La esposa de Marcos, doña Beatriz Cabeza de Vaca, nacida en 1573 según se desprende de su propia declaración, es hija de Bernardino Estupiñán Cabeza de Vaca y de Catalina Genara del Castillo.
Los abuelos paternos de Beatriz son Ramón Estupiñán Cabeza de Vaca y María Sánchez. Somos de la opinión de que si bien la esposa legítima de Ramón es Marina de Mujica, hija de Juan de Ceberio y Catalina Guerra, esta María Sánchez pudo ser su barragana en Jerez.
Indagando acerca de la estirpe de los Estupiñan que, a pesar de este presunto desliz, otorga a Beatriz el tratamiento de doña, hemos podido saber que esta noble familia andaluza tiene una estrecha relación con el Ducado de Medina Sidonia. La saga comienza, según hemos podido esclarecer, con Ramón de Estopiñán, jurado del concejo de Jerez y su esposa, Mayor de Virués. Hijos documentados de este matrimonio andaluz relacionados con las islas son:
-Bartolomé de Estupiñán, nacido en Cádiz y vecino de Sanlúcar de Barrameda, quien consta como jefe de la tropa del Duque de Medina Sidonia que participa en 1496 en las definitivas batallas de la conquista de Tenerife. Cebrián Latasa nos dice de él que recibió tierras en repartimiento como recompensa aunque regresó a Andalucía. Al parecer demandó en 1504 a Lugo porque una vez retornado a Andalucía este le quitó las tierras que le había dado.
-Y Pedro de Estopiñán, el conquistador de Melilla, por quien sigue la línea que estudiamos, quien casó con Beatriz Cabeza de Vaca (emparentada con la familia del explorador de las Américas Alvar Núñez Cabeza de Vaca, sobrino de los citados Pedro y Beatriz) con la que tuvo seis hijos y una hija.
De entre los hijos de Pedro Estopiñán y Beatriz Cabeza de Vaca destacaremos a Ramón Estupiñán Cabeza de Vaca que fue el esposo de Marina de Mujica, hija del conquistador de Gran Canaria Juan de Ceberio y de su esposa Catalina Guerra, la acaudalada hija del adalid Hernán Guerra. Consta efectivamente en un documento del Registro del Sello que en 13 de agosto de 1525 se dicta una orden real dirigida al gobernador o juez de residencia de Gran Canaria para que obligue a Juan de La Rosa a dar cuenta de los bienes de doña María de Mujica al doctor Remon Estopiñán Cabeza de Vaca, su marido. Parece que hay un conflicto matrimonial y que mientras su mujer permanece en Gran Canaria, Ramón tiene hijos en Jerez con otra mujer.
De los siete hijos habidos por Ramón Estopiñán y María Sánchez en Jerez, uno de ellos, llamado Bernardino Estupiñán, es el que va a casar en Telde con Catalina Genara del Castillo, la más joven de las hijas de Cristóbal García de Moguer. El que María Sánchez sea la barragana de Ramón y no su esposa podría explicar, como sospecha Rafael Rodríguez de Castro, la extraña situación de que Bernardino casara con una descendiente de conversos.
El apellido Estupiñán parece tener también origen remoto en la toponimia peninsular. Estopiñán del Castillo en la provincia aragonesa de Huesca es un municipio cuya capital, Estopiñán, es hoy un pueblo con poco más de cien habitantes.
Los abuelos maternos de Beatriz Cabeza de Vaca son el conquistador Cristóbal García de Moguer y su esposa Catalina Fernández Calvo quienes pertenecen a ilustres familias relacionadas con la conquista de Gran Canaria. Para conocer su biografía recomendamos la lectura de la entrada referida a este personaje en la obra cumbre de Cebrián Latasa. Resumiendo de ella lo que ahora puede venir al caso, les diremos que Cristóbal García de Moguer, nacido sobre 1460 en Moguer, era hijo del también conquistador de Gran Canaria Hernando García y de Teresa Martínez, ambos conversos. Cristóbal casó en tres ocasiones: con Marina Inglés, con Ana Gutiérrez, y en terceras nupcias, en 1529, con Catalina Hernández de Zurita, nacida en Telde en 1507 (hija de Bartolomé Martín de Zurita y de María Hernández Calva, hija esta a su vez del conquistador Alonso López Zurita y de Catalina Fernández Calva) con quien tuvo a Catalina Genara del Castillo, esposa de Bernardino Estupiñán y madre de Beatriz Cabeza de Vaca.
Finalmente, y en relación con el denunciado, el fraile Pedro Castro, natural de La Orotava, Tenerife, de 40 años de edad en 1606, confesor y sacerdote de la Orden de San Francisco, les diremos que, acusado por otras mujeres de solicitación, ya había sido condenado por hechos similares ocurridos en Las Palmas a principios de siglo en un proceso inquisitorial que se inicia en 1603 y que le supuso un año de prisión en las cárceles secretas y otro de reclusión en un convento de La Laguna con posterior traslado, tras el cumplimiento de la sentencia, a un convento de la isla de El Hierro, “por ser este de menos bullicio, trato y comunicación así de seglares como de navíos extranjeros” con privación a perpetuidad de confesar tanto a hombres como a mujeres. Dicho traslado tuvo lugar después de mayo de 1606 es decir seis meses antes de que Beatriz Cabeza de Vaca se atreviese a confesar al señor inquisidor la violación sufrida seis años antes a manos del fraile franciscano.
TESTIFICACIÓN nº 8
“En la villa de Agüimes a 9 de noviembre de 1606 Úrsula de Tobilleja de 53 años, mujer de Juan de Medina, labrador,...dijo... cómo por este verano pasado estando un día esta testigo en casa de María Ramírez, mujer de Juan Macías, tratando de que una hermana suya estaba casada con Diego López que tenía alguna raza de morisco dijo la dicha María Ramírez que más quisiera que estuviera con un hombre honrado que no casada con un bellaco y esta la consoló...”
TESTIFICACIÓN nº 5
“En la villa de Agüimes a 8 de noviembre de 1606 María Ramírez, de 44 años, mujer de Juan Macías, labrador, vecino de esta villa…dijo...como habrá tres meses poco más o menos que tratándose de casarse Inés García, hermana de esta, con Gonzalo Hernández, morisco, y tratando de ello esta con Juana de Trejo y Mari Díaz, mujer de Pedro Núñez, molinero, dice: “Desventurada de ti, que más quisiera que fueras mala mujer con un hombre de bien que no que te casaras con ese morisco para afrenta de tu linaje...”
NOTAS GENEALÓGICAS (T5 y T8)
La denunciante en la testificación nº 8 es ahora Úrsula de Tobilleja, hermana del declarante anterior, Marcos de Tobilleja, hijos ambos de Bartolomé Tobilleja y Felisa López. Úrsula dice haber nacido sobre 1553 y estar casada con el labrador Juan de Medina. Creemos que es la misma mujer que previamente estuvo casada con el capitán Juan de Mireles, uno de los hijos del alcalde de Agüimes Martín de Mireles (hijo a su vez de Gonzalo Pérez y Teresa Alonso) y de Catalina Garro (hija de Pedro de Urúspuru y de Ana Hernández Guadarteme, de la familia real canaria).
La denunciada en la testificación nº 5, María Ramírez había hecho una declaración de autoinculpación el día anterior a sabiendas seguramente de que iba a ser incriminada por sus vecinas. María Ramírez, nacida sobre 1562 según se desprende de su propia declaración, es la hija de un tal Juan Sánchez, vecino del Lugarejo (actual Santa Lucía) y está casada con el gallego Juan Macías del que desconocemos su ascendencia.
TESTIFICACIÓN nº 3
“En la villa de Agüimes a 7 de noviembre de 1606 Juana de Trejo de 57 años, viuda de Juan López, vecina de esta dicha villa...dijo que...habrá ahora cuatro años que poco más o menos que Inés de Trejo hermana de esta testigo, difunta, y mujer que fue de Diego de León, vecino de esta dicha villa, le contó cómo en la Cuaresma que había pasado de aquel año Gaspar de Cabrera, morisco, natural de las islas de Lanzarote o Fuerteventura siendo aquí pastor de Juan de la Peña, yerno de esta testigo, había comido carne sin tener necesidad para ello, el cual al presente está, según dicen, preso en la cárcel pública de Canaria y si alguna persona puede saber de esto es el dicho Diego de León y su entenado Francisco de Montesdeoca...”, “... y asimismo dijo que le contó la dicha su hermana que decía el dicho morisco que no importaba comer la dicha carne, que lo que entraba por la boca no dañaba sino lo que salía...”
TESTIFICACIÓN nº 9
“En la villa de Agüimes a 9 de noviembre de 1606 Juana de Trejo, viuda de Juan López, vecina de esta dicha villa…preguntada si sabe o presume la causa para que ha sido llamada de este Santo Oficio dijo que no lo sabe si no es que sea para declarar como habrá tres meses poco más o menos que estando esta testigo en casa de María Ramírez, mujer de Juan Macías, presente Paulina de San Pedro hija de esta testigo, estando la dicha María Ramírez apasionada por haberse casado una hermana suya con Diego López que es morisco esta la consolaba y la dicha María Ramírez dijo que no se la nombraran, que más la quisiera ver puta de un hombre de bien que no casada con ese bellaco y esta le dijo que no dijese tal que callase la boca y ella se arrepintió al parecer de lo que había dicho...”
NOTAS GENEALÓGICAS (T3 y T9)
La denunciante en ambos documentos, Juana de Trejo, nacida en 1549 según se colige de su propia declaración, es la hija de un vecino llamado Blas de Trejo cuya ascendencia es para nosotros un enigma a resolver. Sabemos no obstante que Blas era un labrador arrendatario de tierras de la iglesia en Tamaraceite y Firgas hacia mediados de siglo XVI (consta como vecino de Firgas en un documento de 1558 ante Alonso Hdez) y que posteriormente arrienda tierras en el Señorío de Agüimes a Bartolomé de Tobilleja y recibe allí otras en repartimiento. El apellido Trejo, que en este caso no se relaciona con los Trejo y Carvajal del norte de la isla, originarios de Extremadura, ni con uno de sus descendientes, el que fuera en los años 30 del siglo XVII escribano de Agüimes don Diego de Carvajal Guanarteme, es también de carácter toponímico. La localidad de Trejo donde parece estar el origen remoto de este apellido está situada en Asturias en el Concejo de Illas.
Juana de Trejo estuvo casada en primeras nupcias con Simón Martín, hijo de Luis Martín y Guiomar de los Santos, y en segundas nupcias con Juan López. Este Juan López es un hijo de Pedro de Burgos (hijo a su vez del regidor Pedro de Burgos) y de su esposa María López (que es otra de las hijas del portugués Juan López Feo).
De Juana de Trejo podemos añadir que es hermana de Francisco Trejo, casado con Catalina Zambrana, y de Inés de Trejo, quien estuvo casada con Diego de León.
Paulina de San Pedro, la hija de Juana de Trejo citada como testigo por su madre, estuvo casada con Alonso Ortiz quien es hijo de otro Alonso Ortiz, hijo a su vez de Francisco Hernández y Juana Ortiz, y de su esposa Ana Sánchez, hija de la nativa Mariana Hernández a quien nosotros damos por casada con Lope Sánchez de Taidía.
El denunciado en la testificación nº 3 es el morisco Gaspar de Cabrera, oriundo de las islas orientales, pastor de un vecino llamado Juan de la Peña quien es sin duda un hijo de los vecinos de Agüimes Melchor Hernández el viejo y de su esposa Leonor de la Peña. Nos informa la declarante de que el tal Gaspar está en la cárcel pública en ese momento. Efectivamente hemos comprobado que por esas fechas Gaspar estaba preso en Lanzarote, su isla de nacimiento, acusado de prácticas heréticas consistentes en matar una vez al año un camello para asar su carne y consumirla en compañía de otros moriscos al modo en que lo hacen los berberiscos.
En cuanto a la denunciada en la testificación nº 9, María Ramírez, ya ha sido objeto de atención en notas anteriores. De nuevo María es acusada de proferir blasfemias al no soportar que una de sus hermanas se hubiera casado con el morisco llamado Diego López.
TESTIFICACIÓN nº 4
“En la villa de Agüimes a 7 de noviembre de 1606 Pedro Sánchez de 60 años labrador, vecino de esta dicha villa… dijo…que...habrá como cuatro cuaresmas o tres que este testigo y la gente de su casa han visto comer carne en ella a María de Espino, mujer de Bernabé López, diciendo que tenía flaca complexión aunque este testigo siempre la ve ya levantada y buena y que come la dicha carne aunque tuviese otras comida de cuaresma y que un día de viernes trayendo a casa de este testigo a asar carne Francisca Rodríguez, madre de la susodicha, estando presente María Hidalga e Isabel y Mariana, sus hijas, reprendiéndola porque comía carne en aquellos días respondió que tanto le hacía
comerla en viernes como en sábado como en lunes como en miércoles y que también se podía comer en viernes como en los demás días de la semana y asimismo declara que ha oído de Melchor Hernández, apañador de esta villa, que Juan de Toledo vecino de ... come carne todas las cuaresmas estando bueno y sano...”
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Firma del Dr. Pedro Hurtado de Gaviria |
TESTIFICACIÓN nº 6
“En la villa de Agüimes a 8 de noviembre de 1606 María Hidalga, de 48 años, mujer de Pedro Sánchez labrador, vecino de esta dicha villa,…dijo...cómo esta testigo ha muchos años que vive junto a la casa de Bernabé López cuya mujer que se dice María de Espino ha visto que algunas cuaresmas y viernes y vigilias del año ordinariamente comía carne y aunque algunas veces estaba preñada y otras parida muchas andaba levantada y sana y es de muy poca complexión por lo cual decía que comía la dicha carne y también la comían algunas hijas suyas que eran de 12 y 10 años y un día reprendiéndole por ello, estando presente su madre, Francisca Rodríguez, porque en día de viernes comiendo carne todos los días no la dejaban comer y la susodicha dijo que en la cuaresma tan viernes era el lunes como el miércoles y los demás días...”
NOTAS GENEALÓGICAS (T4 y T6)
Los denunciantes en las dos declaraciones anteriores, la 4 y la 6, son María Hidalga y su esposo el labrador Pedro Sánchez Calderón, vecinos de la villa. María Hidalga que ha nacido sobre 1558 según su propia declaración, es hija de Andrés Hernández (hijo a su vez de la indígena Mariana Hernández) y de su primera esposa Isabel Rodríguez (hija de Marcos de Jacomar y Marina Rodríguez y nieta materna de Alonso Rubio e Isabel Rodríguez).
Pedro Sánchez, el marido de María Hidalga, es hijo del majorero Lope Sánchez Calderón y de Ana de Torres (quien es hija a su vez de Antonio de Torres e Inés Gutiérrez).
La denunciada en ambas declaraciones es María de Espino, la esposa de Bernabé López. María de Espino es una de las hijas de Francisca Rodríguez (hija de Alonso de Espino y María de Mirabal) y de Cristóbal Hernández (hijo de Mariana Hernández y por tanto hermano de Andrés), es decir que denunciante y denunciada resultan ser primas hermanas.
Bernabé López, su marido, es hijo de Francisco López y de Isabel Gómez (hija esta de los vecinos de Telde Hernán Gómez y Francisca Ramos)
TESTIFICACIÓN nº 7
“En la villa de Agüimes a 8 de noviembre de 1606 Susana Perdomo de 33 años mujer de Domingos Pablos, labrador, vecino de esta villa,…dijo... cómo una mañana fin del mes de agosto de este año estando en casa de esta testigo María de Artiles, viuda de Diego González, difunto, vinieron a tratar de una criatura que esta tenía en los brazos y como la dicha María de Artiles criaba dos y esta le dijo que por qué no iba a misa en tanto tiempo y ella le dijo que no podía por criar las dichas criaturas, y esta le respondió que pues tenía su madre y hermanas mejor podía ella ir a misa, que no esta que estaba sola, y ella dijo que no tenía lugar y esta dijo que como iba a otras partes podía salir a misa y que no diese nota con aquello y la dicha María de Artiles dijo que nadie dijese de ella, que todo cuanto dijesen lo había ella luego de saber y esta testigo le dijo que no dijese aquello donde personas le hubiesen de oír y la dicha María de Artiles dijo es porque me acusaron de hechicera pues sabe que me acusaron porque rezaba a las necesidades de nuestra señora y a las ánimas del purgatorio y esta le dijo que aquello todos los cristianos los rezaban y que a la dicha María de Artiles había más de dos meses hasta que vino el señor inquisidor que no venía a misa y que tiene casta de mulatos y de flamencos...”
NOTAS GENEALÓGICAS (T7)
De esta última testificación desconocemos a los denunciantes, Susana Perdomo y Domingos Pablos. Quizá este último sea el personaje homónimo, vecino de Agüimes, que casará algunos años después, en 1613, con Catalina Ramírez. De estar en lo cierto Domingo Pablos es el hijo mayor del matrimonio formado por Martín Pablos y María Caballero Falcón (hija de María Caballero Castellano y padre desconocido).
Sobre el apellido Perdomo, sin poder precisar la filiación de Susana, tenemos acreditada en la villa la presencia en los años 70 del siglo XVI de un camellero llamado Juan Perdomo, y de un prensero llamado Luis Perdomo, probablemente moriscos. Asimismo tenemos documentado que un portugués llamado Francisco Yánez, esposo de Isabel Perdomo, testa en Agüimes en 1580 declarando por sus hijos a Diego Perdomo, Estebanía Perdomo, Luis López y Eufrasia Perdomo.
Tampoco tenemos referencias claras de la denunciada, María de Artiles, la viuda del jornalero Diego González. A María, puesto que está criando niños, la hacemos de una edad similar a a la denunciante, es decir, nacida después de 1570. La denunciante comenta de ella que es de casta de mulatos y flamencos por lo que es previsible que se trate de una hija natural del comerciante flamenco Art Tyles y de alguna de sus esclavas negras o mulatas.
BREVE RECAPITULACIÓN A PARTIR DE LAS TESTIFICACIONES DE 1606
En el lado norte del Guayadeque, en el barrio de Candelaria o del Ingenio viven hacendados del Señorío como los Tobilleja, de origen castellano, y también de origen luso como los López. En el lado sur, en la villa, residen labradores y criadores que provienen de familias de las islas (como los Sánchez Calderón y León) mezclados con población de origen indígena que frecuenta el apellido Hernández. A uno y otro lado del riachuelo se asientan por igual, en dependencia de los vecinos que detentan tierras, numerosos trabajadores moriscos y esclavos negros y mulatos.
El valor de las testificaciones reside en que nos pintan un cuadro, aunque limitado por el escaso número de declarantes, de las relaciones vecinales en la Villa de Agüimes a comienzos del siglo XVII. Las declaraciones, con una excepción, son todas de mujeres que denuncian supuestas transgresiones cometidas por otras mujeres o por ellas mismas.
El escaso número de declarantes en comparación con los demás núcleos visitados (Telde, Teror, Arucas, Gáldar-Guía y La Vega de Santa Brígida) habría que ponerlo en relación no solo con la escasa población de Aguimes en aquellos tiempos sino asimismo con el hecho de que como señorío episcopal cuenta, además de con alcalde regio como el resto de las villas y ciudades citadas, con un alcalde ordinario nombrado por el obispo que vela desde muy cerca por el mantenimiento de las buenas costumbres y por los intereses económicos del Obispado.
Fuentes principales:
“Pobladores de Agüimes en los cien primeros años del Señorío (1481-1580)” de Rafael Rodríguez de Castro y Luis García Correa
“Génesis y desarrollo del Ingenio en el siglo XVI” de Rafael Sánchez Valerón y Felipe Enrique Martín Santiago
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